110. Superheroe en apuros
Contemplando la ciudad desde la azotea del rascacielos, debo reconocer que, en principio, me pareció una idea extraordinaria. Así que no lo pensé dos veces, cogí impulso y salté.
Surcaba el cielo próximo al piso 40, el viento peinaba mi flequillo indomable mientras yo me deleitaba del vuelo libre con el aplomo que te confiere saber que eres un superhéroe. Por eso cuando a la velocidad del rayo planeaba sobre el piso 33 y mi capa aún no se había desplegado no me inquieté en absoluto
Al rebasar la planta 21 saludé a los residentes de la cocina con una gran sonrisa que me devolvieron entusiastas. Contemplé prendado, unos escasos segundos, a la guapa vecina del apartamento 19.
A la altura del decimoquinto piso me surgió, vagamente, la idea inverosímil de que quizás mi capa no tenía batería suficiente.
Fue a escasos 12 metros del suelo cuando constaté el mensaje parpadeante que, en color rojo apareció en el dobladillo de aquella y entonces recordé que la noche anterior olvidé conectar el enchufe de ésta al interruptor.
A tan solo 3 metros del empedrado, ahora sí, estoy convencido de que tengo un serio e irremediable problema.
Y tan serio. Esperemos que, a pesar de los escasos tres metros que quedan para el aterrizaje final, nuestro héroe se guarde, en forma de superpoder, un as en la manga y consiga librarse del peligro inminente, por el bien de la cuidad y sus habitantes. Bienvenida a Entc, Marielo. Suerte y saludos.
Muchas gracias por tu mensaje Jesus. Es la primera vez que comparto un relato publicamente y me ha hecho mucha ilusióń´tu comenetario.
Me encanta esta pagina y vuestras aportaciones, tengo mucho que aprender de todos vosotros.
Gracias.