78. SuperLuna
¿Dónde está ahora mi bebé? La mece el mar. Temo por ella. La Luna brilla como lucecita de noche. Dame luz, Luna, para que llegue al otro lado. Dame fuerzas, Luna, para no llorar. ¿Dónde está ahora mi bebé, Luna? Dime si puedes verle. Es pequeña y de piel oscura y espero que duerma en su cuna de plástico. Cuna que es patera y flota en medio de la nada. El mar es cruel, pero hoy está calmado. Lo llaman situación propicia: de las malas la mejor. Luna, hoy eres tú mi heroína, mi SuperLuna. Lleva sana y salva a mi niña hasta el otro lado y no la dejes regresar. Y si llora, cántale. ¡Cántale, Luna! Que de nanas debes ir sobrada, tú que pasas las noches en vela componiendo poemas. ¿Eres madre, Luna? Amadrina esta noche a mi hija y mira que no le falte una nana que la duerma. Esta noche hay luna llena y mi hija está camino de su nuevo hogar. Así yo lo espero y si así no lo fuera, yo me echaría a llorar. Con mis lágrimas subiría el nivel del mar, alzando al cielo la cuna, y así mi niña pudierate tocar.
Excelente texto, David, cargado de ritmo y emotividad, me encantó, un saludo!
Una oración cargada de dolor a la luna. Sólo a ella puede rezar, sólo en su luz puede confiar para que vele y acompañe a su hija.
Consigues que al leerlo se me encoja el alma. Me parece un relato duro y sin embargo estupendo. Mucha suerte 🙂
David, precioso relato. Me ha encantado. Abrazos y suerte.