42. Tengo s-d-ueño. ( Gelines del Blanco Tejerina)
Anoche escuché tres palabras nuevas, pero quiero olvidarlas. No las busqué en el diccionario ni las apunté en mi libreta porque sonaron feas y malolientes como la boca que las pronunció. Tampoco se las repetí a mi hermana cuando fui a su cuarto por la mañana. La encontré descalza de pies a cabeza. Su piel adolescente olía a sudor ajeno y sexo caducado. Tras la ducha, nos secamos y cepillamos el pelo mutuamente, despacio, como lo hacía nuestra madre. Tomamos chocolate y abrazos recién hechos. Tumbadas en la cama, cogidas de la mano, volvimos a ser niñas limpias. “Alina”, susurró en mi oído. “Daga”, respondí en el suyo. Una y cien veces, para sentirnos únicas en un país donde nadie sabe nuestro nombre. Solo así amansamos la tristeza y recuperamos el sueño que de noche nos roban cuerpos exigentes y manos obscenas. Por unas horas, somos libres. Sin país, sin idioma, sin dueño.
Hola, Ángeles.
Qué bien cuentas indirectamente la peripecia de estas emigrantes prostituidas. Son unas adolescentes que juegan a ser niñas para sacudirse de encima tanto sexo hediondo y «caducado». El texto, en lo formal, esta magníficamente escrito con construcciones y fraseo muy interesantes. Por ello, mi enhorabuena junto con un beso.
Muchas gracias!!! vuestras opiniones de animan a seguir y vuestros relatos me enriquecen mucho. Un beso.
Triste realidad de adolescentes, casi niñas, que obligan a prostituirse. Sus «amos» empiezan por quitarles su identidad, su nombre, y acaban destrozándolas. Estas dos hermanas, al menos, se consuelan en repetir sus nombres y reivindicar sus personas.
Un abrazo.
Gracias por leerme y comentarme. Efectivamente me imaginaba mientras escribía lo duro que debe ser que alguien te utilice como a cualquier objeto, sin nombre propio. Quería que mi relato dejara sabor a chocolate y ternura.
Esta historia está tan bellamente narrada que mitiga su dureza y el escozor que provoca imaginarse la vida de las protagonistas. ¡Excelente relato!
Saludos.
Gracias Beto! Creo que bajo cualquier situación que nos presenta la vida, por cruda que sea, se esconde un niño limpio deseando sonreir. Una historia bonita que contar… para eso estamos aquí. Saludos.
Tremendo Laly, muy duro y narrado con maestría y delicadeza.
Me ha gustado muchísimo.
Un abrazo.
Gracias Yolanda, tu opinión es importante para mí. (soy gelines :))
Ayyy perdona Gelines! qué desastre soy, escribís tan bien y de forma tan parecida las dos que no me fijé; aprovecho para decirte otra vez que me encanta el relato y que espero que se vista de papel en el librillo anual.
Besos admirados.
No te preocupes Yolanda, sé que ha sido por instinto. Es curioso que a los gemelos nos confunden hasta por la forma de escribir. Espero que algún día propongan el tema: gemelos. Seguro que nos quedamos en blanco :))). Gracias por tus comentarios.
Un relato duro y triste, no me imagino vida peor. Lo cuentas muy bien, Gelines.
Un beso
Duro, triste y real que es lo peor. Oajalá en algún momento sea un simple relato ficción. Gracias por leerme y comentarme. Un beso.
Excelente relato.
¡Suerte!
Desde el tren GRACIAS! No pude esperar a llegar a casa para leer tu comentario y agradecerte la amabilidad con nos habéis recibido. Voy a leerte!
Un abrazo.
Gelines.
Triste, pero hermosos relato. Al menos, se tienen la una a la otra para aliviar por unos momentos sus cuitas. Enhorabuena, Ángeles. Un saludo y suerte.
Gracias por pararte un momento en mi relato. Te leo y admiro. Abrazos.
Puedo parecer imparcial. Pero creo que no se puede contar nada más duro con más sutileza.
Me encanta, gemelar (sin que sirva de precedente). 🙂
Deja de leerme y ponte a escribir!!! :)).
La trata de personas no conoce fronteras y, mucho menos, derechos humanos. Poco más puedo decir del cuento, salvo Excelente.
ÁNGELES, te felicito.
Un beso desde Argentina,
MAB
Gracias tocaya desde España:) Por desgracia este tema no entiende de fronteras. Un abrazo.
Angeles, tu relato denuncia esta bellamente construido a pesar de lo que representa. Suerte y saludos
Suerte a tí tambien. Te leeré con gusto. Un abrazo!
Un relato desgarrador, pero hermoso en su manera de ser contado. Hay sólo una cosa que me llama la atención y es cuando dice que encontró a su hermana «descalza de pies a cabeza». Creo que la palabra que corresponde ahí es desnuda y no descalza. En todo caso, no desmerece en nada la triste belleza del relato.
Felicidades. 🙂
Gracias por tu comentario y apreciación José. Lo que me comentas lo hice a propósito. Me gustan los juegos de palabras, como el título para que el lector tambien participe. Me pareció muy «sugerente» extender la desnudez de los pies a todo el cuerpo. Primero puse descalza, luego desnuda y finalmente me gustó la mezcla porque eliminando un adjetivo se entendía igual. Gracias por jugar conmigo. Un abrazo.
Ante todo, de nada. 😉
A mí también me gustan mucho los juegos de palabras (muy bueno el del título, por cierto), pero la verdad es que no supe verlo en esa frase cuando la leí. Y el caso es que me chocaba, me parecía un error demasiadoe evidente, ahora veo que no fue tal. Gracias por aclararme tu intención al escribirlo.
Un abrazo.
Solo por esta joya, «descalza de pies a cabeza», ya valdría la pena leerlo. Y hay varias más igual de brillantes. Precioso.
Precioso Gelines. Por mi trabajo puedo valorar con qué realidad lo expresas. Bellísimas palabras y bellos sentimientos que solo pueden brotar de un alma sensible. Como puedes comprobar, seguimos coincidiendo. Estoy en el 20. Un abrazo y mucha suerte.
Merci José Luis por leerme, voy a leerte enseguida…
El tono sosegado con que abordas la relación entre las hermanas hace que no destaque el drama que hay detrás. Solas, lejos de su casa, prostituyéndose… Difícil ponerse en situación. Sin embargo, es más agradable leerlo así, con la sensibilidad y complicidad de dos mujeres.
Suerte, Ángeles
Gracias por leerme José Luis. Pensé que alguien que «tiene dueño» solo puede conciliar el sueño con un poco de sosiego no crees? Me apetecía que durmieran un rato sintiéndose, libres, limpias y niñas. El drama lo contiene el título. Suerte!
Se aferran a sus nombres para reivindicar su identidad en una tierra hostil que rompe cuerpos y mentes. Muy bueno, Ángeles. Abrazos y suerte.
Merci Salvador. Te imaginas estar en otro país donde nadie supiera tu nombre, ni le importara? Pensé que siendo dos tal vez podrían soportar ese infierno. Te leo. Suerte!
Laly, un relato bellísimo a pesar del tema que has escogido. Sembrado de metáforas muy acertadas y elocuentes. Mucha suerte. Fue un placer conocerte ayer dos veces, como Laly y como Geli.
Besos.
¡SOCORROOO! He caído en el mismo error que Yolanda. Tendréis que hacer algo para que no se repita, no sé, un trasplante de cara o más sencillo, ir al Registro y poneros las dos el mismo nombre. Bueno, donde dice Laly debe decir Geli y viceversa.
Sorry.
Jajaja, no te preocupes, a estas alturas lo tenemos asumido. Para nosotras ( lo siento, hablamos en plura por el tema que nos ocupa :)) también fué un placer conoceros, aunque tengo una borrachera de caras… Te agradezco el comentario y viceversa.
gelines.
Dos hermanas parecen no tener otra manera de sobrevivir más que de una forma infame, donde son y se sienten utilizadas. Por fortuna, el infierno se disipa para ellas durante unas horas. Tras la ducha todo cambia, atrás queda una noche oscura e implacable, ajena a toda ternura. Con el desayuno y esos reconstituyentes abrazos «recién hechos» nace una nueva esperanza. Dos mujeres se nombran porque necesitan saber que siguen siendo las mismas, porque creen que es posible que con la luz de cada día todo cambie, porque, pase lo que pase, se tendrán siempre la una a la otra.
Siento no haberme detenido antes en tu relato, lleno de sensibilidad, en el que, sin restar crudeza a una situación que la tiene a raudales, late una llama de vida y dignidad. Ha sido muy grato para mí conocerte, a ti y a tus letras, de las que, si me lo permites, pienso seguir disfrutando.
Un abrazo y suerte, Ángeles-Gelines, tocaya
Gracias! Por tus comentarios y por el maravilloso recibimiento de ayer. Has bordado la interpretación del texto, exactamente esa era la idea. Hay mucho nivel por estos lares y las novatas dudamos antes de enviar nuestro reto pero… la osadía no tiene límites!. Voy a buscarte y leerte. Un saludo, tocayo 🙂
El relato es durísimo y, lamentablemente, real.Pero nos acercas a esta tragedia con un lenguaje y un estilo magníficos. Me encantó conocerte y me ha encantado tu texto. Te deseo mucha suerte. Un beso.
Muchas gracias María José! por el comentario que has hecho a mí relato y por la amable acogida en Madrid. A mí también me gustó mucho conocerte. Glns.