30. TEORÍA DEL ICEBERG
En el camarote 115 del Titanic se alojaba Hemingway. La tripulación fue informada de lo peculiar del tipo que ocupaba aquel compartimento. No es extraño que desde la cúpula directiva de la corporación se fijara, como prioridad máxima, complacerlo en cualquier demanda a fin de orientar una más que previsible reseña de su experiencia. Por ello, nadie cuestionó al Capitán cuando ordenó variar la ruta y dirigir el transatlántico a una zona conocida por la cantidad de icebergs que albergaba. El tipo de la 115 demandaba hielo en cantidades generosas y, desde la noche anterior, los congeladores estaban averiados.
Y todos borrachos, eso fue lo que ocurrió.
Jejeje, quién sabe, Carmen. Besos!
Al parecer era demasiado hielo.
Un abrazo, me gustó tu humor.
Suerte.
El Moli, o demasiado capricho… gracias por comentar. Mea legro que te guste. Abrazos.
Qué bueno Javier, muy original esa teoría.
Un saludo
Blanca, gracias por pasarte y disfrutarlo. Besosss
Hola, ya podía haber pedido otra cosa, así no habría sucedido nada, o sí?
quien sabe!
Saludos
Suerte!
Rosa
Hola, Rosa! Quién sabe… a veces no se sabe lo que es mejor… Besos!
Ja, ja. Me imagino la escena final, un Hemingway en un bote salvavidas contemplando la tragedia paladeando un bourbon con hielo.
Fenomenal.
Patricia, mira por donde que yo también lo imagino jajaja. Y luego creando una teoría con el mismo nombre… Besos
Es que el tipo de la 115 era un autentico personaje….
Muy bueno Javier. Seguro que al mismísimo «tipo» le hubiese gustado.
Saludos y mucha suerte.
Alfonso, un personaje con carácter y personalidad, de los que hoy día tan poco abundan. Un halago que pienses que al mismo «tipo» le hubiera gustado, de verdad. Un abrazo.
Buenas, Javier, veo que este mes hemos coincido en algo en los relatos, aunque la verdad en el mío no es protagonista Hemingway. Es muy gracioso el tuyo y me gusta como todos los que te leo.
Hola, Lorenzo. Muchas gracias por comentar, de verdad. Me alegro de haber coincidido porque eso es sinónimo de calidad 😉
Siempre es un halago tu comentario, de verdad. Un abrazo y gracias.
Ja ja ja, y yo que pensaba ¿pero qué hace Hemingway en el Titanic? Menudo motivo!
Casi se puede leer en viñetas, qué idea tan original.
Isabel, siempre hay motivos. Muchas gracias por pasarte. Me alegro que te haya gustado. Besos.
Divertida teoría y genial relato.
un abrazo Javier.
Mª Belén, me alegro que te guste tanto el relato. Muchas gracias por tus palabras. Un beso!
Javier, buen planteamiento partiendo de la idea del hielo. Suerte y saludos
Calamanda, muchas gracias por tus palabras. Abrazos!
¿Hemos cambiado el «la culpa de todo la tiene Yoko Ono» por cargarle al pobrete Hemingway la tragedia del Titanic? Bien traído y muy original.
Te deseo mucha suerte.
Izaskun, me alegro que te guste la idea y te parezca original. Las culpas al mayordomo, por favor… abrazos
Cada día se aprende algo nuevo. Ja,ja,ja.
Abrazos.
María de Rojas, nunca es tarde jeje. Muchas gracias por comentar. Besos!
Ostras Javier, acabo de darme cuenta de que ya se había publicado, el tuyo, un micro con el mismo título que el que he publicado yo, y como no podía ser de otra forma dedicado a Hemingway. Lo siento compañero, no había leído el tuyo, y aunque de temática bastante diferente, no es una coincidencia que me haga feliz.
He de decir que el tuyo me gusta bastante y que retrata con un fino humor la relación entre el hielo, Hemingway y el Titanic.
Pido de nuevo disculpas por esta triste casualidad.
Un abrazo.