52. THE MIKE DOUGLAS SHOW
El paso de treinta años podría haber diluido sus recuerdos como gotas salpicando la ventana de una casita a la orilla del mar. Agua dulce bañada en sal, olas batiéndose en retirada con regusto a lluvia recién caída. Tenía catorce años cuando visitó la isla de Nantucket, Massachussets, aquel verano de 1942.
Pero los escritores carecen de pudor, y los recuerdos se transforman en historias que los desnudan frente al mundo. En 1971, el éxito de la película había multiplicado por mil su exhibicionismo.
Después de haber recibido cientos de cartas de admiradoras que aseguraban ser Dorothy, la mujer que lo convirtió en adulto, reconoció la letra de su primer amor. Ella le confesó haber sufrido remordimientos por aquel acto irresponsable, plagado de dolor y generosidad a partes iguales. También le mostró su alegría por saber que él estaba bien…
Iba a reencontrarse con ella. Ante las cámaras de televisión. Millones de personas asistirían, desde sus sofás, al desenlace. Cuando solo faltaban cinco minutos para el comienzo del programa, Mike Douglas le dio la noticia: Dorothy no aparecería. Herman Raucher, dentro de su perplejidad, por fin lo entendió.
A ella nunca le gustó mostrar su desnudez.
Mi memoria no llega hasta el 42, pero ojalá, pese a todo, cada cual haya tenido un verano así y una Dorothy. Me gustó mucho.
Un saludo
JM
La mía tampoco, jajaja… Esa película me gustó mucho, pero me sorprendió saber que estaba basada en hechos reales. Entonces siguió gustándome igual, pero pensé en ella y… Creo que él ya no me cae tan bien.
Gracias por pasarte por aquí. Un abrazo.
No todo el mundo tiene valor para «mostrar su desnudez», no como esos impúdicos escritores que «carecen de pudor», hasta el punto de que «se desnudan frente al mundo». El problema es que a veces muestran también la desnudez de otros sin pedirles permiso.
Suerte y un saludo
Esa es la clave, Ángel, saber hasta dónde llega tu «desnudo» y empieza el de los demás. Todos los que escribimos nos desnudamos un poco con cada poema, cada relato o cada novela. Es inevitable. Pero de ahí a desnudar a gente ajena sin permiso…
Un abrazo.
Hace tanto que vi esta peli que no me acuerdo de casi nada, pero no hace falta recordarla para disfrutar el relato. El primer párrafo nos sitúa muy bien en el escenario inicial, y la historia progresa con interés hasta una conclusión yo diría que necesaria. Como dice Ángel, la intimidad propia la puedes exhibir en letras de neón si quieres, pero cuando la propia y la ajena van mezcladas es peliagudo.
El desenlace me hace pensar en esos programas de televisión infames en los que ponen a una persona ante las cámaras para él o ella saque sus miserias, el público su morbo y sus kleenex, y la cadena sus índices de audiencia. Parece que todo está inventado. Besos y suerte, Fernando.
Muchas gracias por tus generosas palabras, Ana. Casi todo lo que cuento es real, incluso la participación de Herman Raucher en el programa de televisión, líder absoluto de audiencia en su época. Allí confesó que la historia era autobiográfica y que había vuelto a contactar epistolarmente con Dorothy a raíz del éxito de la película.¿Estaba ella invitada al programa? Eso ya no lo sé…
Fernando, buen relato, y, con tintes de realidad, doblemente bueno. Suerte y saludos
Muchas gracias, Calamanda. Un abrazo.
Es un buen relato aunque no recuerdo la película.
¡Pues eso me encanta! El reto de este mes era difícil, porque (a mi juicio) se podía caer en la tentación de asociar el relato a la película a la que hiciera referencia, gustándote más o menos lo hubiera hecho la película. Me alegro de que te haya gustado sin conocer la peli.
No sé si me explico…
De todas formas, te aclaro que la película es «Verano del 42», una delicia. Tienes más información en el siguiente link: http://www.filmaffinity.com/es/film584793.html
Hola, amigo, muy buen micro me ha gustado muchísimo. Me gustaría mucho ver la película me gustó mucho tu idea. Lo mismo haré yo en Titanic pondré una experiencia personal y la voy ambientar en el barco. Por cierto mi historia es muy normalilla y va a pasar desapercibida como todas que publiqué en ese blog. Sabes que voy a participar sólo por ti y será la última vez. De los tres demonios de dejé mi comentarios en mi blog. Llevo ya 4 publicaciones en distintos libros ,pero estoy convencido que cerraré el año con 9 más éxito imposible. Un abrazo a mi mejor amigo, Sotirios.
Bienvenido seas, con la excusa que sea. Amigo Sotirios, sabes de primera mano que me alegro muchísimo de tus éxitos. Estoy convencido de que vendrán muchos más, arrastrados por esa personalidad tuya tan marcada. Naciste líder y sigues siéndolo.
Pero, de verdad, no entiendo tu rencor hacia ENTC. Yo creoq ue esta web es magnífica, y a ti se te ha acogido como a todo el mundo: de diez. ¿Que no has ganado nunca? Yo tampoco. Y así la mayoría de escritores que pasan por aquí. Pero la experiencia es maravillosa, y se aprende muchísimo de las opiniones y comentarios del resto de compañeros. Y, por supuesto, de leer estupendos relatos que te dejan con la boca abierta, ganen o no.
Como espero que me pase cuando lea el tuyo del mes que viene. Ganes o no.
Mira, amigo, no quiero ser descortés contigo, pero discrepo de todo lo que dices a 100 por 100 . Creo que lo mejor muchas veces es callar no quiero follón sólo estaré de paso. En mi país decimos que el silencio es oro. Un abrazo a, amigo, Sotirios.
A mí me emocionan tus palabras, Ana. Te digo lo mismo que a M Carmen, me satisface el doble que te haya gustado el relato sin conocer la película.
Un abrazo muy fuerte, mi «bertzolari» favorita.
Bravo Fernando! Cada mes te superas. Un fuerte abrazo
Muchas gracias, Jero. Otro abrazo para ti,majo.
Hola Fernando: a mi también me impresionó la película. La mirada del niño hombre a una mujer tan lejana, tan bella…. Y el final, el dolor enorme y la necesidad tan grande de consuelo que se entrega a los abrazos torpes del muchacho. Me la imagino arrepentida al despertar y a él en las nubes.
Me gusta la visión que das a la historia después de los años.
Muchas gracias, Isabel. A mí también me gustó mucho la película. Un abrazo.
Tiens razón, Fernando. El autor , por lealtad, podía haberse ahorrado ciertos detalles que no aportan nada. La historia es bella sin necesidad de aditivos . Y, además , es una historia de dos.
Me gusta tu planteamiento y me alegra haber coincido contigo en la elección del Verano del 42. También estoy de acuerdo en que es una película deliciosa y la recomiendo. Un saludo y muchísima suerte.
Pues lo mismo te digo, compañera de peli… Un abrazo muy fuerte.
No he visto la película, pero con tus bellas palabras y relato me hago una idea de ella. Creo que me has provocado cierta curiosidad por ella y seguro que termino viéndola.
Suerte, un beso fernando
Mª Belén, comentarios como el tuyo son los que me animan a seguir escribiendo.
¡Muchísimas gracias! Un besazo.
Me has gustado la historia de separación, reencuentro y sobretodo el final en el que por fin alguien entiende qué mueve o ha movido a la otra persona para hacer o no hacer algo. Tampoco he visto la película y seguramente por eso se me escapan detalles de peso, pero consigues que incluso sin esa información le encuentre sentido y una historia detrás que percibo sin problema. Un abrazo y suerte 🙂
Hola Juan Antonio, me alegra que te guste el relato aun sin haber visto la película. Ese era mi objetivo. Un abrazo, campeón.
Fernando, encantadora y sentimental película. El escritor adorna los hechos acaecidos en ese despertar a la sexualidad con la exuberante Dorothy. Tu relato nos ha hecho ver que detrás del personaje se esconde una mujer con necesidades reales y miedos. Me ha gustado mucho el relato y la reflexión. Abrazos.
Gracias por tus reflexiones, Salvador. Quería hacer un relato amargo de una película dulce, donde el sabor se confunda en la boca y nos deje un regusto reflexivo. La película es maravillosa, a mí me encanta. Pero creo que el autor-guionista-escritor (antes que película fue novela) erró aireando en programas televisivos detalles íntimos que jamás debieron traspasar la frontera de lo privado.
Preciosa historia y muy interesante el enfoque que tu le das.
Suerte y abrazos
Muchas gracias, Anna, guardaré tus palabras como quien guarda arena de la playa en botecitos de colores… Mi tesoro.
Abrazos.
Siempre es un placer leer tus comentarios, maese Juan. Me ha gustado tu anécdota de soñar con protagonizar una historia similar, creo que eso nos ha pasado a más de uno… Además de «Verano del 42», también recuerdo con agrado otras películas que tratan sobre el despertar adulto de un adolescente, sin tableta de chocolate «Valor» de por medio: «El graduado» y «Class». Esta última, muy inferior a las otras dos, me marcó mucho, ya que la protagonista femenina era Jacqueline Bisset, uno de mis ídolos de adolescencia. En fin, que todos guardamos secretillos, ¿eh?
Uff, y la maravillosa «Ricas y famosas», con Jacqueline Bisset (de nuevo) de protagonista. La escena de la seducción por la calle es sublime…
Debo confesar que no entendía tu relato hasta leer el argumento de la película. Luego ya sí, y destaco ese ir más allá del FIN, cuántas veces nos hemos preguntado que sería de los personajes de las películas. Es curioso como empiezas muy poético para luego desaparecer. Suerte.