73. TODO ES…
“TODO”
A pesar de la enfermedad sus manos agarraban firmemente el cincel y el martillo.
Había comenzado a escribirlo.
El epitafio.
Su epitafio.
“LO QUE ME”
Labraba la piedra.
Lo había hecho cientos de veces. Miles de veces.
Epitafios para otros seres que habían traspasado la línea del no retorno.
Epitafios tristes, alegres, enigmáticos; algunos llenos de esperanza.
Esta vez era el suyo.
“HA DADO”
Agotado, pero decidido, el martillo golpeaba suavemente el cincel.
Su larga enfermedad lo había consumido.
Una paz profunda lo inundaba.
“LA VIDA”
Ella, que lo había acompañado durante sus últimos años, lo observaba con infinito cariño.
Sentada, oía el rítmico sonido metálico, un adagio que le transportaba al camino recorrido junto a él.
“ES”
Le costó tallar estas dos letras.
Un cansancio astral le hizo dejar cincel y martillo sobre el blanco mármol.
Apoyó la cara en la palma de la mano.
Cerró los ojos.
Para siempre.
Ella se levantó despacio.
Dulcemente le bajó la cabeza hasta depositarla con dulzura en la piedra tallada.
Le cogió la mano. Se la besó.
El mármol decía: “TODO LO QUE ME HA DADO LA VIDA ES”
Ella susurró el final no escrito.
Con una sonrisa, mirándolo, pronunció:
“BELLO”
Me encanta, Pablo, creas una atmósfera especial. Un final muy tierno y romántico dentro de la tristeza.
Un abrazo y suerte.
Pablo, tu cuento tiene un ritmo muy bueno y una lectura positiva de la vida, eso es fenomenal para afrontar cualquier situacion, incluso la muerte. Suerte y saludos
Es muy bonito como fuiste alternando el grabado con la historia. Queda dulcísimo.
Me gustaría mucho, que el jurado se fijara en tu cuento y lo analizara despacio.
Me ha parecido de lo mejorcito que se ha publicado hasta el momento.
Como lectora te doy la máxima puntuación.
Saludos
Pablo, TODO ES precioso en este relato que transpira dulzura y sensibilidad. Abrazos.
Muy bonito. Precioso relato y encantadora la secuencia con lo que lo has descrito. Original idea la de capturar esos últimos momentos y genial la manera de rematarlo. Mucha suerte 🙂
Me ha encantado, opino lo mismo que María Jesús Briones.
Saludos
Me gusta lo poético del relato y como lo narras.
Abrazos.