24. TODO UN PROFESIONAL (David Moreno)
Quizá sea debido a los avances en biomedicina o quizá porque en el más allá no se admite ningún ingreso más, pero el caso es que ya no se muere nadie. Desde hace mucho. Y esta vida sin muertes nos tiene desorientados.
Los comerciales de las funerarias no tienen demanda alguna y se han visto obligados a reinventarse y buscar otros negocios. Las plañideras, sin nadie a quien llorar, deambulan por las plazas de los pueblos y ciudades, ahora intentando hacer reír, sin mucho éxito. Los suicidas han desaparecido y solo de vez en cuando se ve algún nostálgico subido a un puente, con la soga al cuello o con las cuchillas afiladas acariciándose las venas del brazo.
Hace tanto del último fallecimiento que la gente se ha olvidado de cómo celebrar un funeral como dios manda.
Por eso he empezado a ofrecerme para figurar de cadáver. En la ficha que hago rellenar previamente, permito escoger incluso la forma de mi muerte: accidente de tráfico, enfermedad terminal, ahogamiento en el mar. He de decir que cada vez consigo quedarme más quieto y más rato. Aunque lo que más me está costando es no estornudar en medio del sepelio cuando me colocan las flores cerca. Soy alérgico.
Nostalgia de la muerte, ¡quién lo diría!
Ante los cambios hay que reinventarse, no queda otra.
Me encanta ese final.
Un saludo.
Gracias Sara por comentar.
Llevar las situaciones a límites entremos, inimaginables en la realidad. Pero la escritura nos lo permite.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
*Extremos
Ante la confusión de una situación insólita, que se impone como definitiva, solo queda adaptarse a ella. En ese contexto de cambio súbito, en el que todo es nuevo, hacer de muerto sin serlo, para contentar a los nostálgicos, no solo no debe dar vergüenza, sino que se puede convertir en un oficio digno y de meritorio desempeño. No obstante, por muy profesional que se sea en cualquier disciplina, nadie es perfecto; una buena alergia desarbola al más pintado.
Buen humor negro al servicio de la imaginación.
Un abrazo, David. Suerte
Gracias Ángel por comentar. Gran análisis, con buenos ojos.
Otro abrazo de vuelta.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
No sabría decir si es una utopía o una distopía. En cualquier caso, un relato muy original, con sello propio.
Un abrazo traducido.
Gracias María por comentar.
En principio podría ser una utopía pero quizá no sabríamos adaptarnos y vivir sin morir.. Ahí está la reflexión.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Vaya, imagino que aquí los avergonzados somos los que leemos porque a este protagonista se le ve más que suelto y resuelto.
Un original relato que trata la muerte de una manera curiosa y casi divertida.
Gracias y feliz día.
Gracias Mercedes por comentar.
El protagonista no sé si es un pillo que saca beneficio de la situación o lo hace por un bien a la comunidad jeje
En este caso, sería la NO muerte…
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Me ha encantado tu relato. El comienzo me trajo a la mente las intermitencias de la muerte de Saramago. Y el final, tan original e inesperado, me ha dejado una sonrisa. Un abrazo y suerte!
Gracias Marian por comentar.
Si te ha gustado y te ha recordado incluso en algo a Saramago, buaf, pues me dejas contento.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
El muero al hoyo y el vivo al bollo. Y como no hay muerto, todo para el vivo. Entre tanta confusión, ha encontrado un nicho de negocio. Me ha encantado el relato. Abrazos y suerte, David.
Gracias Rafael por comentar.
Qué gran verdad esa frase tuya…aquí en este caso, para reflexionar, ¿qué sería de la vida sin muertes? Seguro que nos cambiaría del todo ¿no?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin