49. Trance
Siento que mi temperatura corporal desciende. Ya me encuentro mejor. Más tranquilo. Menos fatigado. Seguro que mis niveles de oxígeno se han estabilizado. No sé cuántos días llevaré aislado en esta especie de cúpula improvisada. Ni tampoco cuántas horas habré pasado adormilado, sumido en una oscuridad turbadora. Al recordarla me angustio. Me asfixio. Me acaloro. Noto opresión en el pecho y, de nuevo, me pierdo en la negrura desconocida. Hasta que un pitido intermitente me despabila. Enseguida, escucho pasos que se acercan. Apenas entreabro los ojos y, en la penumbra, advierto una silueta blanca a mi lado, junto al respirador. Lo manipula hasta que cesa la alarma. Luego, me acomoda la almohada, estira la sábana y, por último, me cubre con cuidado. Entonces, vuelve la calma nívea. Siento que mi temperatura corporal desciende.
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La verdad es que en una convalecencia de ese tipo debe verse todo así, en blanco y negro, un ambiente muy relajante.
Un abrazo y suerte.
Hola, Rosalía
Muchas gracias por comentar, qué duras las convalecencias…
¡Abrazo!
De las distintas acepciones de la palabra trance, yo me quedo con esta: “Último estado o tiempo de la vida, próximo a la muerte”. Además de la temperatura en descenso, me fijo en esta frase del texto: “y, por último, me cubre con cuidado”. Espero haber acertado.
¡Equilicuá, Edita!
Abrazo
Hola Aurora:
He visualizado un coma. Se ha demostrado que hay cierta percepción en esos estados, y tu protagonista se debate entre la calma y la angustia.
Enhorabuena y suerte
Hola, Alberto
Muchas gracias, por un tema personal, me anima saber lo que comentas de que se ha confirmado que en estado comatoso hay percepción, lo que dices angustia y calma.
¡Abrazo!
Para mí es el final de la vida, un momento de estar con uno mismo con mínimas percepciones exteriores y donde lo blanco alivia y se agradece…imagino.
Y en el que nos gustaría saber más de lo que vemos ante la persona que se va.
Un beso
Hola, María
Muchas gracias, sí eso es, lo blanco, la luz blanca parece que alivia del sufrimiento, ¿verdad?
En ese final que comentas, o en cuanquier encrucijada en la que vemos todo negro…
¡Abrazo!
Últimos momentos en los que la realidad y las percepciones están medio en suspenso, en estado de despedida, previa al apagado o negrura total, o eso pensamos. No es fácil ponerse en esas circunstancias y describirlas, pero bien pudiera ser así o similar en muchos casos.
Un abrazo y suerte, Aurora
Bien cierto, Ángel, es difícil describir ese momento. No sé, al pensar en estos dos colores me han enfrascado con un tema, quizás, extramademente sensible…
¡Abrazo!