74. Translocación
Translocación
Mi imagen era inusual, una bella mujer con peluca blanca y vestida al gusto de Luis XVI. La máscara se ajustaba tan bien, ni yo me reconocía. Cuando llegué a la fiesta, me dediqué un buen rato a exhibirme con placer. Sentía las miradas de muchos y me gustaba, me gustaba mucho. Reparé entonces en Lord Byron. Una sensación se apoderó de mi vientre, y aunque no era desconocida, hizo que temblara de miedo y sorpresa. Nunca había sentido por un hombre un deseo así, tan voraz, que me provocaba dolor. Él se acercó a mí y sin mediar palabra, me besó, un beso dulce a pesar de las dificultades al llevar máscaras. Quise derretirme en él, quise fundirme con él, y lo debió sentir igual porque cogió mi mano para sacarme de allí.
En el taxi seguimos besándonos, y aunque no quería pensar, no podía evitar intuir su reacción cuando descubriera mi secreto, ni podía entender que me estaba pasando, el lio de emociones y sentimientos encontrados que estaba viviendo.
Extenuados encima de la colcha, pude por fin sonreír tranquilo. Acaricié su nariz al tiempo que le decía – encantado, soy David -.
-Encantada David, y yo Elena-.
Con disfraz todo vale, y sin él también debería.
Un saludo
JM
¡¡Bravo!! ¡¡Bravísimo!!
Yo también me descubro ante usted.
¡Chapó!
Saludos.
Esther, el deseo y la atracción aguardan en cualquier situación; la gracia es aprovecharla como hacen tus protagonistas. bien contado. Suerte y saludos
Qué curioso relato sale cuando lo que se disfraza es el adn y la orientación sexual. Suerte.
Es que en el fondo los ojos son ciegos pero a las feromonas no las engaña nadie jajajaja. Estupendo final. Saludos.
Esther, un relato muy divertido, no sé si han salido del armario, han vuelto a entrar o directamente no tienen armario, jajaja. Suerte y abrazos.
En carnaval cada uno se disfraza de aquello que desearía ser, en este caso el hombre mujer y viceversa.
Chicos y Chicas con sorpresas ocultos tras un disfraz y una mascara donde dar rienda suelta a su verdadero ser. Suerte.
Un beso
Hola Esther, que bien tramado, me gusta. A veces las emociones y sentimientos se confunden o se confirman …
Suerte y saludos.
Muchas gracias por vuestros ánimos y muy importante, vuestras reflexiones. La vida, a veces, no nos deja sacar a nuestro yo más auténtico.
Un fuerte abrazo atodos.
Aquí las máscaras sirven como elemento liberador. No es que se oculten tras una máscara, sino que se muestran libremente gracias a ella. Me parece una idea muy interesante.
Suerte y abrazos
Las escenas de este micro podrían quedar estupendas en un corto cinematográfico. Me gusta ese juego de atracciones inesperadas con ese final que lo explica todo.
Buena historia que juega al desconcierto, y nos la dejas además en el momento justo para que nos imaginemos el del protagonista.
Suerte y saludos.
Esther, tu prota, el pobre, no sabía si había salido del armario.
Arriesgó un poquito, hay que tocar un poco y menos besuqueo.
Un besuqueo.