43. Transmitiendo
Una lección que, sin querer, me enseñó mi padre es que no importa que pierdas algún tornillo mientras sigas funcionando. Llevaba su radio cuando iba a pescar. Un transistor que conectaba a la batería del coche con un cable y que apagaba momentáneamente a las doce, la hora del Ángelus. Fuese por el traqueteo del camino, por un exceso de voltaje, por la humedad del río o simplemente por viejo, el aparato se estropeaba a menudo, por lo que no era raro ver a mi padre desmontándolo. Tras los arreglos, aunque siempre sobraba alguna tuerca, seguía poniendo la banda sonora a las tardes de domingo en una época en que la jornada liguera se reducía al fin de semana y en lugar de las «noticias» se escuchaba el “parte”.
Un homenaje a esas radios, a esos momentos de la niñez, cuando los padres son súper-personas, nuestros héroes. Recuerdos de otra época no tan lejana, pero tan distinta (y que tú describes llena de sentimiento, de emoción). ¡Me ha gustado, Aura!
Un abrazo grande
aurora, es bonita la sencillez con que lo cuentas y lla hitoria en si. Suerte y saludos
En la mesa de mármol de la cocina de la casa de mis padres había una radio que a veces perdía la onda y había que hacerla funcionar a golpes. Estaba recubierta de una funda negra con agujeritos que nunca perdió su fuerte olor a cuero. El rezo del Ángelus, que hoy nos extrañaría tanto escuchar, formaba parte de nuestras vidas, menos cuando los niños estábamos en el colegio.
Un relato que, más que nostalgia, reivindica una memoria que no debe perderse.
Un saludo y suerte
No creas, Ángel, creo que Radio Popular de Bilbao sigue emitiendo el Ángelus y el Rosario desde Begoña todos los días por la tarde. Se puede comprobar, si a alguien le mola: http://www.radiopopular.com/index2.php
Un besote
Aurora, nos llevas a ese fantástico pretérito que seguramente muchos disfrutamos. Totalmente de acuerdo con tu aseveración de los tornillos. Más de una radio he visto yo medio destripada cuando era pequeño. Mucha suerte 🙂
He ivido momentos así, pescando, escuchando la radio y aprendiendo de la naturalez. Me enganchó, abrazos y suerte
Me encanta esa primera frase que voy a adoptar para mí misma. ¡Qué hombre tan sabio!
Relato entrañable sobre tiempos lejanos (el Ángelus en la programación). Muy bien contado.
Ahora sería imposible conseguir un aparato con semejante longevidad.
Te deseo suerte.
Ton
Un micro muy natural y nostálgico. Muy bonito. Suerte, Aurora.
Me ha gustado el costumbrismo sencillo de tu historia.
Bonito relato. El principio me encanta.
Felicidades y buen tiempo.