121. Travesía del Remordimiento (Alberto BF)
“¿Alguna vez contempló un abuso y no le dio importancia?, ¿fue testigo de malos tratos y nunca los denunció?
Lamentamos comunicarle que, por omisión, ha sido cómplice de violencia y barbarie, y está usted condenado a vagar por la Travesía del Remordimiento hasta el fin de sus días.
En este gris pasaje, de eterna lluvia y con un resbaladizo empedrado de mala conciencia, se sentirá observado por las sombras de los que un día imploraron su ayuda y prefirió ignorar. Usted eligió entonces mirar para otro lado; esta vez serán ellas las que le hagan percibir su presencia, pero se ocultarán a su paso para evitar su tardía y estéril súplica de redención.
Adquiera un buen paraguas y zapato cómodo. Nunca una llamada a tiempo le habría ahorrado tanta fatiga.”
Desperté sobresaltado y envuelto en sudor. Busqué a tientas el teléfono de la mesilla, descolgué el auricular y marqué tembloroso un número de tres cifras.
Me quedé más tranquilo al ver llegar a aquellos agentes al primero derecha. Tal vez, ojalá, la pesadilla de un vecino preocupado haya evitado que otra vida inocente se marchite antes de tiempo.