88. «Último tango en el tanatorio»
Llegué solo al tanatorio. Parecía que todo el mundo se hubiera congregado en el velatorio número cuatro. La viuda, sorteando a la concurrencia, avanzó con decisión hacia el féretro levantando un murmullo creciente. Con su pelo ensortijado, la mantequilla debajo del brazo y aquel picardías rojo que tantas veces había conseguido reanimarle. Estaba convencida que tenía que funcionar, como funcionó en París cuando estaban los dos al borde de la autodestrucción. Algunos intentaron disuadirla pero era muy persistente cuando quería meterse algo entre ceja y ceja.
Dos horas después, entre vítores y aplausos, tuvo que abandonar la sala con una mezcla de satisfacción y fracaso. Fue entonces cuando Julia, su amiga íntima, le pidió permiso para intentarlo a su manera. Todos conocían las maneras particulares de Julia. Sin embargo, nadie confiaba en que fueran suficientes.
Por un momento dudé que todo aquello estuviera sucediendo realmente pero no tenía tiempo para comprobarlo. Me fui a la sala que me habían asignado y empecé a recibir las condolencias antes de meterme en la caja y esperar mi suerte.
Vamos por partes. Si lo he pillado bien, el que habla en primera persona es el muerto, y parece que la tal Julia lo consiguió.
Genial
Luis San José, este enredo, digno de un bovebil, da para mucho. Sus situaciones no dejan indiferente. Suerte y saludos
No me atrevo a contar lo que creo entender… Digno de Berlanga.
Plas, plas, plas, de aplausos.
Bueno, el que habla es otro finado que pasaba por allí y se encontró con el aquel absurdo. Que si Julia lo consiguiera o no queda a gusto del lector, pero podríamos decir que lo intentó porque no quería quedarse sin su futuro «Padrino». En fin no quiero liarlo. También dejo a gusto del lector si corrió la misma suerte.
Gracias por pararos.
Luis, ¡qué imaginación la tuya! Vaya situación comprometida/absurda/hilarante…Estupenda apuesta aunque me chirria un poquito la frase «era muy persistente cuando quería meterse algo entre ceja y ceja». ¿será «cuando se le metía algo entre ceja y ceja»? O quizás lo he entendido mal. En cualquier caso, me parece un micro original, una visión muy interesante de aquel «Ultimo tango en París».
Besicos.
Jajaja…muy bueno, me dejas sin palabras.
Gracias por pararte, Reve.
Gracias por pararte, Izaskun.
Pues he puesto la frase así premeditadamente, y claro, el significado va más por lado erótico que el psicológico. Vamos, que es otro tipo de cejas al que me refiero. Sí, todo… hilarante.
Bsss
Me costó un poco entenderlo en la primera lectura. Luego volví a leerlo y fui encontrando las pistas. Desde luego tienes una imaginación que hace bailar a los muertos! jeje, suerte.
Saludos
Rosa
Un relato de esos que se cataloga como obra de ingeniería. Desborda imaginación y te mantiene en vilo hasta la última palabra de la última frase. Nada fácil. La situación tragi-cómica es genial. Suerte y un abrazo 🙂
Qué bien está resuelta esa situción de comedia costumbrista – surrealista, Luis. Me gusta mucho la narración y sobre todo la actitud de tu protagonista. Además es muy divertido.
Suerte y saludos.
Bueno, gracias a todos por deteneros, que el tiempo es escaso. Yo he estado veinte día de retiro espiritual y tengo deberes atrasados. Prometo ponerme al día, porque no puedo perderme ni un solo relato de este rincón.
Este mes he pretendido hacer algo distinto. Un poco de ingeniería sí he tenido que hacer, porque había otro velatorio donde los padres copulaban en un último intento de devolverle la vida a su hijo, otro velatorio donde solo faltaba el muerto porque el asesino contratado no había hecho su trabajo… En fin, un Tanatorio «hilarante» que me ha divertido. Y digo yo: y mi primera persona, ¿no podría tener la misma suerte que el Marlon ese?
Besitos a todos
Luis, humor negro-erótico, desborda imaginación y desparpajo. Me ha gustado mucho. Abrazos.
Tu relato me ha parecido muy original: ese velatorio narrado por otro muerto que pasaba por allí y en el que, primero la viuda y después la aspirante, ensayan todas sus artimañas para «levantar a un muerto». Curiosa mezcla de géneros negro-erótico-cómico.
Suerte y abrazos
La verdad es que me gusta tu relato aunque tenía problemas de comprensión entre los narradores. Luego leo tu aclaración y lo entiendo, pero quizás (fuera de concurso) debería revisar la identificación de los narradores. Suerte.
No me da tiempo a ponerme al día, y tenía pendiente mi agradecimiento por pararos. Gracias, Salvador, Anna y Javier. Reviso, Javier tu postilla, y creo que llevas algo de razón. Ya sabes que pasas y pasas por un texto, corriges y corriges y a veces pierdes un poco la perspectiva y hasta el significado. Bueno, recuerdo un comentario tuyo que le hiciste a Anna hace tiempo, en el sentido de que tenemos suerte por poder consultar al autor. ¡Que buena familia tenemos!
Gracias a todos. Abrazos.
Enhorabuena, Luis, por tu mención de octubre.
Felicidades por tu mención, y me alegro.
Enhorabuena Luis, en tu relato el cine de los setenta y el de los ochenta se dan la mano, El último tango en París y Este muerte está muy vivo. Divertido.
Un abrazo.
No sabéis lo feliz que me siento de que os paréis a comentar y de que haya gustado un poco. Lorenzo, Javier, Juancho, Ana… gracias. Y gracias también a todos los que mantenemos este rincón. La verdad es que me estoy ahorrando una pasta en libros. Y seguro que me estoy saltando cada micro…. ¡Que no me dais tiempo!
Besos para todos.