56. Un adiós con zapatos nuevos (Juana María Igarreta)
La zapatería Pasos, que era la tienda más antigua del barrio, llegaba al fin de su larga andadura. Con sus zapatos había caminado gente de todas las edades durante más de un siglo.
Esteban contemplaba por última vez las estanterías repletas de cajas en la trastienda del establecimiento. “Hasta aquí hemos llegado”, musitó con triste resignación. Mientras, un aluvión de sensaciones irrumpía en su interior, agitando su exhausto corazón que latía cada vez más desordenado.
El día que Esteban falleció, los vecinos de la zona se vieron sorprendidos con el cartel que lucía en el escaparate de la zapatería, en el que podía leerse: “Abierto por defunción. Sírvase usted mismo”.
Cumpliendo la última voluntad del anciano comerciante, todos los que acudieron a su funeral cruzaron la puerta de la iglesia con zapatos nuevos.
Original a más no poder!!! Enhorabuena!!!😉👍🤪
Un saludo!!!😊
¡Qué bien que te parezca tan original! Mil gracias por tus palabras, Marca amarilla. Felices fiestas y un abrazo.
Muy bueno este (por otro lado triste) «abierto por defunción».
Realmente da pena cuando cierran comercios de toda la vida…
Buena histroia.
Un abrazo.
Carme.
Ciertamente, a mí también me da pena ver cómo van desapareciendo las tiendas de toda la vida. Nos vamos haciendo mayores… Muy agradecida con tu lectura y generosas palabras, M. Carme. Felices fiestas y un abrazo.
Un relato triste, tanto por el cierre de la tienda tradicional como por la muerte del propietario, y sin embargo el final es muy ocurrente, imaginativo, y cierra la historia con una sonrisa en vez de un lagrimón. Me encanta.
Mucha suerte y un abrazo fuerte.
Celebro que te encante el relato y te parezca imaginativo su final. Además, si te ha hecho sonreír, no puedo pedir más. Muchas gracias por comentar, Ana María. Felices fiestas y otro abrazo gordo para ti.
Usando una expresión idiomática afín, podemos decir sin lugar a dudas que, con su última voluntad, ese «sírvase usted mismo» que sus parientes respetaron, Esteban dio el buen paso para, de ahí en adelante, caminar en alma por los cielos.
Un micro de pasos y zapatos muy hermoso, Juana, me encantó.
Besos😘😘😇😇
Sí, Esteban debe de andar por ahí arriba. En el cielo, creo, no hacen falta zapatos, así que hizo bien en regalárselos a sus vecinos y parientes. Qué ilusión que te encante el micro, Mariángeles. Felices fiestas y muchos besos.
Esteban debió de ser muy buena persona. No solo tuvo un negocio que le permitió vivir, seguro que también puso especial mimo en atender, de la manera más cercana, a sus clientes. Su última voluntad muestra su grandeza personal.
Un relato de los que llegan al corazón.
Un abrazo y suerte, Juana
Qué bien saber que el relato te ha llegado al corazón, Ángel. A veces, una se queda con la sensación de que escribe cosas que no llegan a nadie. Otro abrazo para ti y felices fiestas.
Un relato entrañable, triste pero con una frase final fantástica, de esas que dejan huella, como Esteban. Me encanta esa imagen de la gente yendo a su funeral con zapatos nuevos.
Un abrazo y suerte.
Gracias, Rosalía, por comentar el micro con palabras tan generosas.
Aprovecho para darte la enhorabuena por haber ganado con tu micro en REC. Es fantástico. Un abrazo y felices fiestas.
Precioso relato, Juana María. Y preciosa manera de acabar la función por parte del protagonista, un legado muy personal para los que han formado parte de su vida. Seguro que Esteban persistirá en su recuerdo por mucho tiempo. Igual que persistirá en el mío tu original planteamiento de “Abierto por defunción”.
Un abrazo, suerte y felices fiestas.
Qué bien que te haya gustado tanto el relato y que además te parezca así de original la ocurrencia de dar la vuelta al tradicional «Cerrado por defunción». Mil gracias por tus amables palabras, Josep Maria. Otro abrazo y felices fiestas también para ti.