16. UN JUGUETE MÁS
Luisa y yo gastamos todos nuestros ahorros en clínicas y tratamientos, solo para poder acunarla. La criamos entre algodones y nos olvidamos totalmente de nosotros.
Yo no veía por otros ojos que no fueran por los suyos, azules, pequeños y vivarachos. La mimé tanto que Luisa enfermó de celos.
Así entre desvelos y caprichos llegó Isadora a la adolescencia.
Para su dieciocho cumpleaños quiso una de sus extravagancias, un coche que imitara uno de juguete. Descapotable, color nube, una gris azulada, una de tormenta.
La complací como siempre y encargué aquel proyecto soñado para mi niña, pero como tantas otras cosas, ahí quedó, arrumbado en la calle, siendo objeto de la curiosidad de los transeúntes.
Creo que me he equivocado cuando voy a ver a Luisa al sanatorio. En sus ojos sigue habiendo desconfianza y rabia. Procuro no hablarle de Isadora, aunque vivo por y para ella, tan rosada, tan inocente, tan dulce.
Vuelvo enseguida a casa, pero últimamente no coincidimos. De casualidad la vi hoy, llevaba prisa. Reconocí el foulard de flores de Luisa.
Un flamante descapotable blanco la aguardaba.
No me esperes papá, no volveré. Me ha dicho lanzando un beso al aire mientras soltaba una carcajada.
¡Isadora!
Celos, obsesión, abandono, egoísmo… en un texto tan corto has incorporado un ramillete de defectos, como si de un tetris se tratara. Genial.
Interesante historia inspirada en la vida, o mejor en el desenlace final, de Isadora Duncan. Ese descapotable y ese foulard, son la claves definitivas para acercarnos al trágico fin de tan brillante artista.
Enhorabuena y mucha suerte, Mercedes.
Un abrazo.
Una artista legendaria, cuya muerte, tan peculiar como había sido su existencia, contribuyó aún más a su mito, consecuencia de una vida azarosa y muy interesante. A partir de su biografía has creado una ficción respetuosa que se le ajusta como un guante, un digno homenaje muy bien llevado y adaptado a la imagen propuesta, con personajes y circunstancias que parecen conducirla a su trágico fin.
Un abrazo y suerte, Mercedes
¡Ohhhh qué bien que os haya gustado!
Hoy me acuesto agradecida por vuestra lectura, vuestro comentario y vuestra atención.
Felicidad para vosotros,Manuela, Rafa, Ángel. Siempre un placer.
Os deseo felicidad y bonitos sueños.
He de confesar que yo no había entendido la historia, porque no conocía la biografía de Isadora Duncán. Entre todos habéis despertado mi curiosidad, ¿no es fantástico ENTC?, no para uno de aprender de los compañeros.
Bien relatado, Mercedes. Un abrazo.
Siempre hay un momento para aprender una cosa nueva. Aquí nos enriquecemos. Gracias Barceló feliz tarde.
Ha sido toda una sorpresa llegar al desenlace y descubrir que la niña mimada de papá es la gran Isadora Duncan, cuyo final evocas con el fulard y el descapotable.
Recuerdo la maravillosa película protagonizada por Vanessa Redgrave.
Su infancia la desconozco, pero la cuentas despertando interés en el lector, Mercedes.
Suerte y besos.
Yo también desconozco su infancia. A veces uno se sorprende, en este caso yo, del lugar insospechado al que pueden llevarle sus historias.
¿No te ha pasado que hilas algo en tu cabeza y luego empiezas a escribir y ella sola tira para otro lado? Pues eso.
Gracias Carmen, feliz noche que anticipa una estrella brillante y única en el firmamento.
Mercedes, nos narras una historia llena de sentimientos: amor, celos, sobreprotección, locura… que al llegar al final descubrimos que nos hablas de Isadora Duncan, por dos detalles, su foulard y un descapotable.
Me ha gustado mucho. Te deseo mucha suerte.
Besos apretados.
Un feliz año para ti Pilar y muchas gracias por tan bonito comentario…te deseo, te deseo, te deseo… que la vida sea un lugar maravilloso en el que siempre puedas ser tú, esa es la felicidad o así lo creo. Un abrazo.