73. Un mal día para dejar de fumar
Encendí la radio. Sonó una canción; creo que Highway to Hell, o puede que Hells Bells, no sé, nunca se me dio bien el inglés. Aunque daba igual. En mi radio solo sonaban esas dos canciones, día y noche, pues faltaba poco para que viniesen a reclamar mi alma. Apuré la última calada y miré el cenicero. Quizás, si me consumía lo suficiente, podría ocultarme entre los restos de tabaco húmedo y frío. Encendí otro cigarrillo y apagué la radio. La canción siguió sonando; no sé si era Highway to Hell o Hells Bells. Ya daba igual. Era demasiado tarde.
Entre canciones que se confunden con el humo, se cala una historia de un mal día, una mala vida y un mal final. Unas hondas que son testigo de su voluntad y nada quieren hacer para impedirlo.
Una original y genial manera de afrontar este tema que nos embriaga y nos consume con sus vapores y melodía.
Me encanta Vicente.
Suerte y un beso.
*Ondas…perdón
De perdón, nada. Diez latigazos en la hespalda, como mínimo xDDDD
Vicente, tío, este relato pa mí!!
Me encanta Hells Bells (menos Highway, creo que porque está más oída) y llevo dos meses y medio sin fumar!! Y, mejor con música, mucho mejor, pero ningún día es malo para dejar el vicio tabaquil.
Un besote.
Pues para ti es. Ánimo con la abstinencia tabaquera 😉
y……… celebrando mi tercer mes sin malos humos, aprovecho para releerte! Me pongo un poco Thunderstruck, que también mola.
Un besote.
Lo de que la canción siga sonando da repelús. Abrazos y suerte
Gracias, caballero.
Las canciones son de AC/DC. «Autopista hacia el infierno» y «Campanas del infierno» 😉
Vicente, muestran tus palabras esa claridad de decision que alguien toma en un momento así. Bien ambientada tu historia. Suerte y saludos
Por la música que atormenta a este pobre desdichado, no resulta complicado adivinar en dónde acabará. Aunque relatas muy bien cómo lo tiene asumido.
Te deseo una suerte infernal.
Ton
Es como la crónica de un final anunciado. Coincido con Manuel: lo de que la canción siguiera sonando me ha provocado un escalofrío. No me importa cuál de las dos era. Da igual. Es demasiado tarde.
¡Que buena historia!, corta y directa…como la autopista hacia el infierno, como la autopsia de un fumador empedernido, como la vida misma de los que pactan con el diablo.
Me ha gustado mucho, ¿se nota? Jajaja
Gracias a tod@s por leerme 😉
Un buen hilo musical para enhebrarlo en el argumento.
Saludos, Vicente, y suerte
Pues hacía tiempo que no te leía por andar sumido en un millón de cosas que no me dejan ir tan a menudo como quisiera a vuestros blogs, pero alegra mucho encontrarte por aquí, y como no, disfrutar de ese toque tan negro (que tan bien manejas). Mucha suerte 🙂
Un buen relato negrísimo. Y ese «Era demasiado tarde», da el tajo final.
Felicidades y buen tiempo.