07. Un vino con cuerpo
Cinco años habían tenido que pasar desde la desaparición de mi abuelo para que por fin abriésemos la primera botella de Gewürztraminer.
Pocos habían llorado su ausencia. Era un hombre adusto, mal negociante y de ideas fijas a quien, durante mucho tiempo y sin éxito, sus hijos habían suplicado que les dejara usar las tierras de la zona alta para estas nuevas cepas. La policía dejó pronto la búsqueda ante la falta de pistas. Nadie había visto nada.
Mi tío abrió aquella primera botella ceremoniosamente y, tras degustarlo, mi padre dijo:
-Es un vino con cuerpo.
Los dos hermanos comenzaron a reírse de una forma un tanto histérica, luego solo hubo un largo silencio.
Dicen que las tierras abonadas con restos humanos son extraordinariamente fértiles. Nadie puede asegurar que un mal carácter no pueda ser compatible con la contribución orgánica a un buen vino.
Un final con juego de palabras que da mucho juego, revela complicidades y aquello de «a grandes males, grandes remedios», como también, en ausencia de ética, que «el fin justifica los medios».
Un saludo y suerte, Elvira
Una idea muy interesante y con una trayectoria consagrada en la historia del relato breve, desde Poe con «El barril de amontillado». Tú das un paso más hacia lo morboso que me parece muy oportuno y con un curioso toque de humor (negro: a pesar de que el Gewürztraminer sea blanco). Una idea que a los amantes del vino (yo lo soy, lo confieso) siempre nos llama la atención. Enhorabuena y suerte, Elvira.
Buaaa, Elvira, me encanta ese humor negro, ese juego de palabras. Y qué bien nos llevas de la manita por la historia: la descripción del viejo, las tierras que no les deja usar, la desaparición, y ¡zas! esa risa que lo dice todo con el posterior silencio culpable.
Está genial, enhorabuena.
Un abrazo y suerte.
Me gusta mucho Elvira, me has hecho reir, el toque de humor que le has dado me parece magistral. Felicidades y suerte!
Está claro que o por las malas o por las buenas los hijos iban a conseguir su objetivo. Cria cuervos y….
Divertidamente negro!
A grandes males, grandes remedios. El cuerpo del delito a grandes sorbos. Lo he saboreado. Ja ja ja
Una historia bien negra, que con humor queda bien redonda. Chapeau!
Un abrazo.
Carme.