22. UNA HABITACIÓN CON VISTAS (Pilar Alejos)
Dijo que me dejaría acariciar a su perro si le acompañaba hasta su coche. Desde que desperté aquí, echo de menos a mis papás, los columpios, el tobogán y el cajón de arena del parque. Todo eso será lo primero que dibujaré. A la sombra pondré un banco verde, como ese en el que se sienta mamá a descansar mientras juego con mis amigos. Y no pueden faltar pájaros volando bajo el sol, ni un cielo muy azul con algunas nubes de formas graciosas, ni un montón de niños divirtiéndose.
Pero antes, sé que he de permanecer en silencio hasta que vuelva. No quiero que se enfade conmigo otra vez. Si me porto bien, ha prometido que me regalará una foto del parque. La traerá esta noche, junto con papel y lápices de colores. La pegaré en la pared, al lado de mis dibujos. Será como tener una ventana con vistas al exterior.
Más tarde, cuando él se duerma y afloje su abrazo, el dolor cesará. Al mirar la fotografía, desplegaré el álbum imaginario de mis recuerdos y se me inundarán los ojos de estrellas.
A través de la claraboya, es imposible escapar de la prisión de sus brazos.
El titulo, tan atractivo y bien elegido, no hace prever aún lo que vamos a encontrarnos a continuación: a un pobre niño (o niña) atrapado con engaños y encerrado con los peores fines que nadie pueda concebir. El muchacho, en su ingenuidad, trata de sobrevivir como puede, sabe que no le queda otra y poca resistencia puede oponer frente a un hombre (más bien monstruo) adulto. La mente sabe buscar salidas a todas las situaciones incluso o, en especial, cuando son extremas.
La ternura del protagonista choca contra la brutalidad de su secuestro y la presión de esos brazos que son prisión.
La historia golpea y mucho, hace que ardamos en deseos de ir a liberar a la infeliz criatura, al tiempo que hacemos sufrir todo lo posible a ese sujeto inhumano, con el que sería difícil contenerse. Eso hay que saber contarlo como tú lo has hecho.
Un abrazo y suerte, Pilar.
Hay demasiados monstruos sueltos a nuestro alrededor muy difíciles de detectar y que se aprovechan de la inocencia de los niños. El protagonista todo lo ve y todo lo vive desde su mirada infantil. Intenta sobrevivir.
Mil gracias. Ángel por tu siempre maravilloso comentario, que siempre enriquece nuestros relatos.
Besos muy apretados, amigo.
Menudo giro toman los acontecimientos…Terrible historia narrada fabulosamente. Mucha suerte, un abrazo muy fuerte, Pilar.
Hay situaciones como esta en la que una fotografía es imprescindible para sobrevivir y mantener la cordura,
Mil gracias, Aurora, por pasarte y comentar.
Besos apretados.
Pilar, un relato extraordinario. Narras con mucha sutileza y sensibilidad una historia que desgarra según la vamos conociendo. La inocencia de tu protagonista nos envuelve y cautiva, y nos muestras la importancia que tiene para él una simple fotografía.
El título me parece genial, ya que gracias a esa fotografía el niño logra tener una ventana al exterior en esa habitación donde vive su cruel encierro.
Te deseo mucha suerte.
Muchos besos.
Aunque la historia que narro es terrible, me alegra saber que has sabido ver con claridad la importancia que tiene para el protagonista la fotografía del parque.Es vital. De ella depende su supervivencia.
Mil gracias, Javier, por tus bellas palabras.
Besos muy apretados.
Pilar, que hagas que tu protagonista convierta esa fotografía del parque donde tantas veces ha sido feliz en el único punto de luz en una historia tan terrible, es un click que abre la puerta a la emoción de forma encomiable.
Mucha suerte, un beso.
En situaciones extremas y alienantes, como esta, basta una humilde fotografía para que sirva de aliento, para no olvidar, para aferrarse a la vida y sobrevivir.
Mil gracias, Paloma, por tus hermosas palabras.
Besos apretados.