46. Una historia de la Historia (Esperanza Tirado)
Lleva horas en la sala de ordenadores de la biblioteca buscando información sobre el Titanic. Tiene que redactar un trabajo para clase, fotos incluidas, sobre un acontecimiento histórico de la navegación.
Cerrando y abriendo ventanitas, cansada de navegar sin rumbo, se topa con algo que llama su atención:
‘Antes de que se hunda ese moderno barco, se derrumbará esta casa.’
Y recuerda una historia que su abuela contaba:
‘Tuvimos un vecino, rico comerciante de telas, que viajó en el Titanic. Yo conocí a su madre, ya anciana. Casi nunca salía de casa. Sólo acudía a la iglesia, vestida siempre de riguroso crespón negro, a rezar por el alma de su hijo, enterrado en América…’
Vuelve al ordenador. Sigue leyendo. Un artículo periodístico de la época aparece escaneado entre los resultados que devuelve el buscador.
Lee entre líneas:
‘…Exitoso hombre de negocios… Baúles con tejidos franceses… Destino Cuba…
Viaje inaugural… Camarote 115… Primera clase… Gran lujo…
Iceberg… Naufragio…
Autoridades… Notificación oficial…
Tragedia…
Familia desolada… Donación al pueblo…’
Levanta la vista de la pantalla y mira a su alrededor.
Y se da cuenta de que la casona familiar de aquella historia es esa biblioteca que, 100 años después, aún permanece en pie.
Esperanza has hilado una historia con otra y lo cierto es cada persona que se hundió con el barco tendría detrás toda una vida que se quedó en suspenso y familias y pueblos que les recordarían y persistieron.
Me ha gustado mucho.
Besos
En este caso el viajero fue real. La frase entrecomillada se le atribuye a él. Y la casa también existe, aunque está en ruinas, como otras muchas de la época por esta zona. Una pena.
He buscado y, navegando un poco, creo que he dado con ella:
http://casonasdeindianos.blogspot.com.es/2011/04/192-casa-maribona-o-chalet-el-puente.html
Muchas gracias Asun por pasarte.
Besos.
Esperanza, una historia hilada a la perfección con otra. Muy original visión de la tematica de este mes.
Un abrazo
Gracias, Blanca. La primera versión era la historia en primera persona del viajero que falleció, recordando a su madre que rezaba por él en la casa familiar.
Como le digo a Asun, ese viajero existió de verdad:
http://www.lne.es/asturama/2012/04/11/servando-ovies-asturiano-titanic/1226196.html
Luego le di una vuelta y la casa pasó a ocupar un primer plano.
Gracias y suerte para ti.
El hundimiento impensable de una famosa embarcación como elemento histórico, común, compartido, que, sin embargo, admite multitud de pequeñas historias en su interior.
Suerte y un saludo
Tantas como viajeros y personal de tripulación hubo. Y las de todos sus familiares, mientras esperaban noticias, buenas o malas. Por desgracia hubo más de lo segundo.
Muchas gracias Ángel.
Saludos.
Qué curiosa historia con un final de donación muy tierno o eso he entendido yo. Muy original el formato.
Efectivamente, Lorenzo, la familia dona la mansión familiar para que la gente del pueblo la mantenga y la use para un buen fin.
En realidad, se está cayendo a trozos, olvidada por todos. Lástima.
Gracias por pasarte.
Saludos.
El caso es que si se hundió con el Titanic no puede estar enterrado en América. Y si se salvó, no entiendo el crespón negro de la anciana… ¿Me pierdo en algún punto?
Abrazo
En el artículo del periódico en el que me baso, a muchos los enterraron en cementerios americanos. Supongo que el repatriarlos era mucho más complicado que hoy en día.
Efectivamente, el pasajero murió. De ahí que su madre, que no viajó, vaya vestida de luto. Parece ser que hubo cierta confusión con las identidades, pero esa ya es otra historia.
Espero haberte aclarado un poco.
Saludos Aurora, y gracias por leerlo.
Una historia dentro de otra, ¡me encantaaaaa!!!! Y el destino cumpliendo, como en una profecía de Nostradamus. Sensacional vuelta de tuerca al tema del mes.
Un besazo, Esperanza.
Muchísimas Gracias Patricia. Tu entusiasmo ya es un premio enorme para mi relato.
Muchos Besos.
Y Enhorabuena por tu relato seleccionado de octubre.
Gracias por lo de original, Ana.
Feliz de que te parezca interesante.
Besos.
Y suerte para tí.
Esperanza, me ha encantado el desenlace de tu historia. Enhorabuena, un abrazo.
Parece que acerté dándole la vuelta a la historia.
Muchas gracias Concha.
Un abrazo.
Y suerte para tí también.
¡Que buen giro le has dado! Si bien es una historia paralela, es genial.
Un gran abrazo y mucha suerte.
Encantada de que te haya gustado mi relato entre dos épocas.
Muchas Gracias Moli.
Un abrazo.
Hola, Esperanza.
Dos historias enlazadas y con un denominador común. Has hecho casi un trabajo de investigación para dar veracidad a lo narrado, así qué felicidades.
Un besazo y suerte.
Había oído la historia en un espectáculo sobre la música del Titanic que hicieron cuando se cumplieron los 100 años. Lo más difícil fue recordar el nombre del pasajero para poder tirar del hilo.
Mil Gracias Towanda.
Besos y Suerte.
Esperanza, tu historia real, tratada con rigor ionformativo, lleva a pensar en otras tantas que se perdieron esa noche. Suerte y saludos
Lo de rigor informativo me suena como a telediario. Porque entonces no había televisión pero seguro que lo hubieran narrado como cuando ocurrió el 11-S, otra tragedia terrible.
Gracias por pasarte, Calamanda.
Y suerte para tí.
Curiosa forma de de crear un texto narrativo a partir de otro informativo y de enlazar historia y presente.
Muchas Gracias Edita por tu comentario.
Saludos y Suerte para tu relato.
Inquietante relato.
Pues no pretendía que lo fuera. Pero es interesante ver lo que otros descubren cuando te leen.
Gracias M Carmen.
Saludos.
Me ha gustado mucho enterarme por los comentarios de que es una historia real, porque de algún modo sirve para hacer un homenaje a todas esas otras historias (como tú dices, una por persona) que quedaron perdidas en el océano para siempre. Y que la casona se convirtiese en biblioteca y aún dure es un guiño del destino a la esperanza. Bonito, interesante y bien contado. Besos y suerte.
Ahora como lo vemos en películas y en series y repetido mil veces parece que sea un guión de catástrofes más. Pero sí que fue verdad.
Lo de la biblioteca es un invento que ojalá fuera verdad, como otras casas de la zona y de la época que sí se siguen usando para diversos fines.
Muchas gracias Ana, por tu comentario. Feliz de que hay parecido interesante. Lo de bien contado es otro de los premios que me llevo este mes con vuestros comentarios.
Besos.
Seguro que más de una historia, como la que tu narras, navegaba en ese barco. Mala suerte para ellos.
Mucha suerte.
Más de una y más de dos, sí. Tuvieron muy mala no, pésima suerte.
Muchas Gracias Maria Jesús.
Y suerte (buena) para tí.
Qué interesante la historia que has rescatado del baúl de los recuerdos, bueno del cofre del galeote hundido.
Qué bonita la casa (Qué pena me dan sus ruinas).
Creo que has hecho una bonita dedicatoria a Servando y a su historia. Seguro que le encantaría.
La casa en sus buenos tiempos tuvo que ser una maravilla. Es una pena que se dejen caer así.
No sé si algún familiar lejano leerá esto, pero aquí queda por si acaso. Internet es como un pañuelo grande.
Mil Gracias Isabel.
Buen trabajo Esperanza, tanto por la información recopilada como por como las has sabido encajar en tu relato. Mezcla de realidad con imaginación, para terminar con una historia muy bien contada.
un beso.
Qué alegría da leer cosas así de lunes (o en cualquier día de la semana).
Mil gracias Mª Belén. Feliz de que te haya gustado mi idea.
Besos.
¡Jooo! ¡Cómo os lo curráis! Muchas historias duermen a 4.000 metros de profundidad. En este caso, el dinero sirvió para consagrar su memoria. Felicidades, Esperanza.
Entrar aquí es la mejor manera de subirte la moral.
Mil Gracias por tu comentario entusiasta, Luis.
Saludos
Bien Esperanza me gusta el paralelismo de navegación por internet y en el mar.
Siempre nos ilustras y esta vez aún más.
Abrazos y suerte.
Algo bueno (mucho) se aprende navegando y leyendo por aquí. Aunque aún me queda mucho camino.
Mil gracias Manuel.
Un abrazo.
Y suerte para tí también.
Hilar dos historias paralelas siempre tiene su complicación y tu la has resuelto muy bien. Me gusta que hayas partido de la ctualidad y que juegues con ese otro «navegar» para rastrear la historia del indiano fallecido. Lo de la casona reconvertida en biblioteca, aunque sea licencia artística, es lo que da redondez al relato y une de nuevo las dos historias.
Suerte y abrazos
Después de subirlo siempre piensas que te has quedado corta, que algo falta, que cambiarías alguna palabra,que la idea no es todo lo acertada que pensabas… Las dudas de siempre. Una misma siempre es el crítico más duro de su relato.
A pesar de todo eso, leer estas cosas animan mucho.
Muchísimas Gracias Anna por tu análisis.
Abrazos
Y suerte para tí.