85. UNA ISLA MALDITA
Sin saber como, me vi en una isla rodeada de seres anómalos.Unos necesitados de lentes, otros, con el cabello agrupado en coleta, los engominados con sonrisa profident ; por ultimo los refinados, portando trajes de Armani…
Observando el magnánimo océano barrunte, como iba a escapar del islote, rodeada por tanto capullo, descubriéndose como simples seres, desfigurados por mentiras,ambiciones, corrupción y fraudes.
Se aproximaban agasajando-me con promesas:un ejército de barcos presididos por capitanes intrépidos, un submarino amarillo, siendo la reina sirenita de las aguas saladas y me deleitarían con música celestial formada por delfines.
Todos suplicaban, ¡que los portara conmigo al país de nunca jamás! Única forma de metamorfosear al monstruo en ser humano nuevamente para volver a ser honrado.
Repentinamente surgió de las profundidades oceánicas la ballena Moby Dick, susurrándome al oído que no errara al elegir…
Espada en mano fui abatiendo-los y despojándolos de sus mendacidades,aun así, se revolvían queriéndome atrapar y me vi obligada a saltar al gran océano aventuran-dome a una verdad tajante…en la isla ,no había quien me guiara de vuelta a la calma de mi bañera. Emergí rauda, ahilé mi cuerpo y me regocije en el sofá para ver la película: ¡tiburón ataca de nuevo!
Una metáfora acertadísima del momento. Con el fondo de un océano convulso y extraño.
Me has hecho visualizar….
Suerte, y un saludo, María José
Pues si, María Jesús un tema crispado por todos los vértices donde se miren, dándole un toque ácido.Esperemos que tenga un buen final..
Gracias por comentar.
Un saludo.
Me has dejado pensando, este relato pone a la sociedad en una isla donde no hay redención, todo lo resumes en un apocalípsis sin final.
Muy duro.
Un abrazo y suerte.
Hola Molí. No era mi intención un apocalipsis , pero si es cierto que estamos un poco a la deriva, sin saber ciertamente donde vamos anclar..Tal vez si sea un poco duro, pero seguro que alguien se rendirá, no?
Muchas gracias por tu comentario. Te mando un saludo.
maria jose, dejas ritmo y fuerza en tu relato cvargado de crítica que lleva a pensar. Suerte y saludos
Muchas gracias. Quería transmitir esa fuerza,pero sin pretensiones,no obstante las criticas por supuesto, son el pan de cada día, no crees Calamanda? Saludos y nuevamente gracias por tu comentario.