UTOPÍA
Éxodo (Quím.): Ciencia que transmuta el sentimiento de desasosiego con el que se abre el micro, creado al utilizar compuestos negativos (véase «vista estremecedora», «llamas macabras») en una disolución amable, al finalizar el mismo, catalizada por expresiones que hacen referencia al amor, a la idea de la felicidad que significan las sonrisas o a la esperanza de que se pueda construir un mundo sobre bases diferentes. Un ejemplo más del uso de la antítesis entre dos acciones, que es lo que va a generar la respuesta emocional en el lector. Este relato, resultado de la cristalización de las palabras empleadas, tiende a perdurar en el recuerdo.
Éxodo (Cinemat.): Técnica que consiste en la toma fotográfica de imágenes, su proyección en una pantalla y la recuperación de las mismas sobre la retina. Si este procedimiento se aplica a un relato breve se dice de él que es muy visual, que lo que se nos cuenta es tan descriptivo que al lector no le cuesta nada imaginarse la historia, los personajes y los escenarios que contiene, como si los estuviese viendo en una pantalla de cine. En Éxodo, además, el narrador, y con él el lector, se sitúa en un lugar privilegiado para contemplar perfectamente la acción.
Éxodo (Arquit.): El arte que nos enseña la importancia que pueden llegar a adquirir los edificios se convierte en uno de los aspectos más destacables del micro. ¿Cuántos clases de construcciones significativas podríamos señalar? ¿Cuántas veces nos han explicado la importancia de lo que no se dice en un micro como una forma de resaltar lo que resulta más llamativo o interesante? Aquí se hace mención expresa solo a algunos edificios: la maternidad de un hospital, los centros sanitarios, colegios, la ciudad universitaria, el mercado, teatros, cines, bibliotecas, museos… para designar, mediante el recurso de la metonimia, lo que de verdad importa, es decir, la vida que empieza, la salud, la educación, la necesidad de disponer de un lugar de intercambio de bienes y servicios (especialmente de todo aquello referido a la alimentación), el arte o la literatura (en un maravilloso homenaje a la labor que realizan las pequeñas bibliotecas de nuestro entorno). Pero del incendio que parece que todo lo arrasa no se eleva ningún ayuntamiento, ningún ministerio ni otros edificios que alberguen organismos oficiales, ningún cuartel, ninguna iglesia, mezquita, sinagoga u otros lugares de culto. Parece que los tres pilares básicos sobre los que se ha asentado la sociedad moderna, Iglesia (o, de modo mas general, Religión), Estado, Ejército, deben ser sustituidos porque no tienen cabida en el nuevo orden que va a renacer de sus cenizas.
Éxodo (Mit.): El fénix es un ave fabulosa única en su especie, cuya leyenda nos habla de su muerte en una pira y su posterior resurrección. Qué bien elegido está ese mito para acompañar el texto, en el que se nos ha empezado a hablar de un incendio para acabar explicando los nuevos valores que resurgen con fuerza y que deben elevarse como un ave fantástica del viejo mundo que se destruye. Esa sola imagen basta para resumir la idea que el micro quiere hacernos llegar.
Éxodo (Fís.): Para quien ha estudiado los fenómenos y las interacciones que se observan en la materia es bien sabido que sus leyes son inmutables…, salvo que se disponga de la sensibilidad, la experiencia y la imaginación, sobre todo la imaginación, necesaria para hacer saltar esos prejuicios por los aires, de tal forma que hasta los más escépticos sean capaces de creerse cualquier cosa que se les cuente.
Éxodo (Lit.): Cuento breve de Paloma Hidalgo, compendio de Cinematografía, Química, Arquitectura, Mitología y Física que puede leerse en su fuente original, Ojalá Paula, o en el blog de la autora, Un libro es un jardín de bolsillo. En él se narra una utopía, el resurgir de un mundo alternativo al que conocemos, y su huida hacia él (por cierto, el título rotundo y muy bien elegido), en donde no estén presentes la hostilidad y la intolerancia que han impuesto durante siglos la religión, la política y la guerra, y al que no es de extrañar que se sumen muchos seguidores con una sonrisa (bueno, quizá haya quien eche de menos no haber visto entre las construcciones que se salvaban de la quema algún estadio de fútbol).
¿Dónde hay que apuntarse?
Concurso: Ojalá Paula – Ganador abril/mayo de 2014.
(100 palabras; debía incluir la frase Es donde está la esperanza de la humanidad )
ÉXODO, de PALOMA HIDALGO DÍEZ
Desde el promontorio en el que estaba encaramado la vista era estremecedora. Mientras las llamas bailaban macabras, el edificio de maternidad de uno de los hospitales comenzó a elevarse. Justo después, levantaron el vuelo varios colegios, y la ciudad universitaria. Luego, otros centros sanitarios, el mercado viejo y algún teatro del centro, el cine donde di mi primer beso…Como el Ave Fénix resurgían con fuerza. Cuando aparecieron en lo alto la biblioteca de mi barrio y el museo de Arte Moderno, ya éramos muchos los que sin disimular la sonrisa caminábamos siguiendo la estela arquitectónica, convencidos de que solo entre ellos es donde está la esperanza de la humanidad.
el relato es una maravilla… y tú, como siempre, lo conviertes en joya. Ya siento no ser un microchampion para que me regales un comentario ja ja ja¡¡¡ Algún día, seguro… Enhorabuena a Paloma y a ti.
El relato de Paloma ya es una joya, pero gracias por tu comentario, Juan, y sobre todo por esta idea tan maravillosa de ENTC. El día que se te ocurrió seguro que ni te imaginabas lo que iba a suponer para la vida de muchos.
Un abrazo.
Gracias, tocayo, por recordarnos este Éxodo en el que Paloma lo borda. Con la dificultad añadida de la frase obligada, que convierte en cierre de lujo.
Felicidades de nuevo.
De nada, tocayo. Es un placer compartir con vosotros relatos como este.
Muchas gracias por tus palabras y un abrazo.
Cuando consiga encajar de nuevo la mandíbula en su sitio, cierre la boca-que sigue como un buzón- y sea capaz de articular palabra, quizás me escuches desde aquí dándote las gracias Rafa. Pero mientras, y con mayúsculas, GRACIAS por semejante entrada.
Me quedo corta si te digo que me gusta, que me encanta; es algo más, es una de esas sensaciones que te reacomodan todo por dentro y te dejan flotando. ¡Y sin alas!
Y me ratifico, eres un artista: ARTISTA, según la RAE, com. Persona que hace algo con suma perfección.
Un abrazo grande grande.
Hola, Paloma. Me han llegado tus gracias y tu gran abrazo hasta aquí sin problema. De verdad que me quedaba satisfecho con que te gustase, así que imagínate cuando me dices que te encanta. Yo sí que me quedo encantado con tu relato y tu comentario.
Muchas gracias, y otro abrazo más grande para ti.
Joder, joder y joder, me he perdido un poco últimamente, y me encuentro con esto. Me quedo con la misma boca abierta que paloma, por su texto y por el bisturí de Rafa del que creo que vamos a prender todos mucho.
Chicos alucinante la verdad. Abrazos
Ja, ja, ja, Manuel. Eso sí que es saber expresarse con rotundidad. Gracias por lo que me toca. Aquí seguimos aprendiendo todos un poco cada día, y con micros como este se hace todo más agradable.
Muchas gracias por tu comentario, y un abrazo.
Más que con la boca abierta, me quedo sin palabras frente a tu maestría Rafa y el micro de Paloma no se queda atrás.
Felicidades a los dos.
Hola, Paloma. Me dejas un poco sin saber qué decir, salvo que gracias por ese comentario, de verdad.
Un abrazo.
Muchas gracias, Ana, siempre tan atenta con tus comentarios.
Un abrazo.
Bellísimo el micro. Rafa un artista. Yo tengo guardado mi microchampion entre algodones. Todo lo que toca Heredero se hace grande…enhorabuena a ambos.
Muchas gracias de nuevo, Arantza, pero vuestros micros ganadores no necesitan nada más para ser grandes. A la vista está.
Un abrazo.
¡Qué más añadir! Un gran micro de Paloma, una dedicación única y memorable la de Rafa.
Un rato excelente el que he pasado leyéndoos a los dos.
Besos.
Gracias, Susana. No hay nada más agradable que alguien pueda disfrutar con lo que escribimos.
Un abrazo.
Un micro de altura, nunca mejor dicho, y una entrada también de altura, lo cual, tratándose del Sr. Heredero, no es de extrañar…
Enhorabuena a los dos y muchas gracias por este doble regalo.
Gracias, Ana. A la de la altura estoy acostumbrado. Siempre fui el más alto de la clase… hasta que empecé a jugar a baloncesto con los «mayores» y ya empecé a sentirme de otra forma: había hasta quien me sacaba una cabeza y todo.
Un placer verte por aquí, y un abrazo, también.