80. Vagón en vía muerta (Virtudes Torres)
El tiempo ha pasado inexorablemente para mí. Soy viejo, estoy achacoso, me jubilan. No han bastado los remedios con los que, especialistas de una u otra materia, han tratado de recuperarme. He de ser consciente de que a todos nos llega el momento en que debemos de ser apartados para dejar paso a las nuevas generaciones.
No se piensen que esto lo digo con pesar, tampoco es tristeza lo que ahora siento. Puestos a sacar lo mejor de todo mi pasado me quedo con todos los recuerdos que, día a día, siempre cumpliendo con la labor que se me había encomendado, he ido atesorando.
En mi retiro recordaré viajantes cargados de maletas y otros ligeros de equipaje, rememoraré historias de amor, de desamor, besos, llantos, miedos, sonrisas, suspiros; llegarán hasta mí caritas angelicales y rostros arrugados por el paso del tiempo. Todos estos recuerdos quedarán grabados en mi piel y, sobre ellos, aquella última escena, aquel beso entrañable, de los dos enamorados antes de ser detenidos y devueltos a sus residencias.
Un revisor de tren es un testigo excepcional de mil vidas y circunstancias, en un momento, el del viaje o tránsito, que ya de por sí puede ser especial, como refleja tu personaje. De todos los recuerdos, siempre hay alguno que se abre paso entre todos. La historia de amor de unos ancianos evadidos, como chiquillos irresponsables, no es algo que se olvide fácilmente.
Un abrazo y suerte, Virtudes.
Hola Ángel
Es otra bonita forma de ver mi relato.
Un revisor. No lo había pensado, pero también puede ser.
Yo puse de protagonista el asiento del vagón y sobre su piel, gravados, recuerdos de la gente que ha ido pasando a lo largo de su existencia.
Un abrazo.
Rectifico
Grabar no gravar. Con el móvil soy un desastre escribiendo.
Virtudes. Me gusta tu pluma con regusto a amor palpable. Felicidades.
Manuela
Gracias Manuela por tus bonitas palabras. Un abrazo.
Qué final más inesperado Virtudes. Ese beso y la detención de los ancianos, es para quedarse grabado en quién observa, por siempre. Muy original ese narrador.Suerte.
Besicos muchos.
Cuántas sensaciones habrá experimentado este observador sobre su piel.
Un abrazo Nani.