80. VERDE JADE
Nunca había visto ese vestido color verde jade ni la peluca en matices de lila, pero quien los llevaba con deslumbrante sensualidad mientras engatusaba a un cliente del club nocturno era, sin dudas, Eva, mi mujer.
Me lo habían dicho; no quería creerlo. Al verlo con mis ojos sólo atiné a huir de aquel lugar.
Fue sorprendente el efecto que el suceso tuvo sobre mí. Por encima del dolor y el desengaño afloró un inusitado aumento del deseo que me arrastró a hacer el amor con Eva con un fuego que parecía inextinguible.
Pero un hecho vino a sofocar las llamas: la vi cuando intentaba deshacerse del vestido y la peluca, tirando a un contenedor la base de mis fantasías.
Sin dudarlo, lo recuperé todo y me marché.
Desde entonces he deambulado por el mundo consiguiendo que compañeras ocasionales lucieran el atuendo fetiche y participaran, sin saberlo, en mi búsqueda de revivir aquellas noches desaforadas.
Pero estas pasiones sucedáneas nunca pudieron dar la talla.
Sólo logré hallar la paz cuando comprendí quién debía lucir como la Eva del club nocturno.
Travestido de lila y jade consideré nuevas alternativas…
Y, decidido, cogí un cinturón. Verde.
Hola, Jorge:
Acabo de aterrizar en este blog, por tanto, estoy verde, como tu relato. Curiosamente, mi mujer también se llama Eva. Fue ella quien me habló de este sitio. Me imagino que en unos días me pondré al tanto y sabré navegar por aquí. Espero encontrar gente con ganas de escribir y de leer.
Un saludo.
Hola, Serafín.
Bienvenido a esta página en la que también yo soy relativamente nuevo –éste es mi tercer relato–
Si lo que quieres es encontrar gente con ganas de escribir y de leer, has aterrizado en el lugar correcto.
Espero leerte pronto. Inscríbete ya, que para escribir algo en verde tienes casi dos semanas.
. Un cordial saludo.
Hola Jorge, la vida nos da sorpresas, como dice la canción y este marido se topó con una Eva distinta a la que tenía en casa y todo derivó en un final sorprendente, sobre todo para el propio protagonista.
Felicidades y ánimo que un día todos fuimos nuevos por aquí.
Sorpresas nos da la vida, Asunción; algunas buenas y otras que pueden ser buenas, malas o terribles dependiendo de cómo las sepamos manejar. Debo confesarte que el final de mi relato era otro, pero finalmente quedó éste por ser más “políticamente correcto”
Gracias por tu comentario y por darme ánimos… Que nunca están de más.
Hola, Jorge. Después de leer este relato, que me ha resultado muy interesante, he leído los otros dos que tienes publicados. He de decirte que tienes un estilo narrativo que me gusta: sencillo, directo y sin demasiadas florituras literarias (aunque, a veces, gustan mucho, si quien las escribe tiene arte y oficio).
Mucha suerte para la convocatoria. Un placer haberte leído, estaré atento a nuevas publicaciones. Un cálido saludo.
Gracias por tu comentario, Ángel, No sabes lo que daría por tener el arte y el oficio de algunos compañeros a los que admiro hasta el punto en que la admiración se vuelve envidia. Sé que nunca escribiré como ellos, pero sigo haciéndolo a mi manera por el placer que me da llegar a redondear un relato. El recibir un comentario con la generosidad y calidez del tuyo es un fantástico premio adicional que me estimula a seguir. Te lo agradezco.
Te mando un cálido saludo.