13. Versión original
Mis padres desatendieron nuestra educación. No los culpo. Habían sufrido el mayor desengaño que un ser humano es capaz de soportar y desde entonces ya no fueron los mismos de antes. No quiero con ello excusar mi comportamiento. Dicen que nada justifica un homicidio, y puede que así sea; aunque, en mi descargo, he de decir que creé escuela. He recorrido mundo y en todos los lugares he encontrado a quienes me han acogido con hospitalidad por tiempo indefinido.
Si aquel maldito día no hubiese hecho un sol de justicia en el valle y, paradójicamente, no hubiese llovido sobre mojado, porque el viejo metomentodo sembraba cizaña en nuestra relación, quizá la suerte de mi hermano Abel, y la mía, habría sido otra. Aún recuerdo cuando juntos inventábamos juegos con los que entreteníamos los solitarios días de nuestra infancia.
Pues tú lo has dicho: versión original, sí señor.
Caín simboliza el odio fratricida, la envidia, hermano contra hermano, el fundamento de las guerras civiles a las que tan propensos somos. Cierto que antes de llegar a la violencia ha de haber otros caminos. Sin justificarlo, esta versión del propio Caín nos explica sus motivos, unas circunstancias difíciles, comenzando por un hogar desestructurado, con unos padres expulsados del paraíso, nada menos.
Un abrazo y suerte, José Luis, con la reescritura de este episodio de las Escrituras, una versión realmente original.
Si no versión original, al menos otra versión. A veces entre los hermanos, como bien dices, no hay rencores o se olvidan, es más bien lo externo lo que suele abrir brecha en las relaciones. Qué habría sido de Caín y Abel si se hubieran mantenido inocentes y alejados del mal. Ya no podemos saberlo, pero esta Versión Original tuya, ha puesto una nota muy fresca a la historia sagrada. Un abrazo y feliz tarde.
Muy divertida versión y un lujo poder asistir a los pensamientos de Cain de primera mano.