96. Vértigo (Izaskun Albéniz)
Cerró los ojos y se recostó con un suspiro entrecortado. No sabía qué le depararía el destino a partir de ese momento pero las últimas semanas habían sido agotadoras: Centroeuropa con Mary Ann y sus recuerdos, Japón de la mano de Masako y finalmente, un pequeño descanso en Balanzategui, junto a Mo y Pauline.
Abrió los ojos y encontró a David a su lado, fiel a su cita semanal. Extendió el libro que mantenía entre sus manos y observó el implante que, bajo su piel, daba paso al veneno que le permitía seguir viviendo. Qué paradoja. Ella que nunca tuvo tiempo para detenerse un minuto y disfrutar del paso del tiempo, para leer siquiera, vivía ahora postrada en la cama, dueña de cada una de sus horas, viajando a través de las páginas de los libros del hospital, y disfrutando de uno de los escasos deseos que aún podían cumplirse: ahuyentar por unas horas el vértigo de sus pensamientos.
Izaskun, los libros serán buenos aliados para hacer la vida de la protagonista más llevadera, no le fallarán. Me ha gustado mucho. Abrazos.
Gracias Salvador. Siempre he defendido la relación con los libros porque nunca te fallan. Siempre estan ahi ofreciendote lo mejor de sus páginas.
Gracias por comentar. Un besote
Me parece una paradoja muy bien traída. Nos hablas de quién era, y de quién es. Y en medio nos presentas a lo que se aferra y de lo que se ayuda. Mucha suerte 🙂
Juan Antonio, muchas gracias por tu comentario que valoro muchísimo.
Un abrazo.
Buenas noches, Izaskun, fenomenal, chapeau tu relato. Me ha parecido maravilloso cómo nos has hecho viajar hasta esa habitación de hospital y leer los libros postrados en la cama junto a la protagonista. Enhorabuena por este tesoro de micro que nos has regalado.
Lorenzo, ¡si es que no se puede ser más amable y generoso! Gracias por tu comentario, guapetón.
Un fuerte abrazo.
Gracias Ana, esa es la idea, hacer todo más llevadero.
Un besote
Asi es, como lo cuentas, lo sé con seguridad, ellos ayudan y consiguen que por un tiempo ahuyentar los pensamientos. Me ha gustado tu Vértigo.
suerte
Besitos
Gracias Elysa. He querido hacer un homenaje tanto a los libros como a alguien de mi entorno que esta pasando por algo similar. Un beso.
Los libros, como los perros, son buenos amigos en cualquier circunstancia de la vida y en una como la que describe, pues mucho más. Me gusta la contradicción en la imagen “veneno que le permitía seguir viviendo”, me da la pista de que le están aplicando una quimioterapia. Dura historia, pero el detalle de los libros le imprime algo de ternura. Me ha gustado, suerte.
Saludos.
Muchas gracias Beto, estoy de acuerdo contigo. Si, es el tratamiento que imaginabas y desde luego la fuerza para afrontar la enfermedad llega en forma de los libros que le lleva David.
Un fuerte abrazo
Bonita historia Izaskun. Sí, los libros siempre estarán ahí para hacerle más llevadera la situación a tu protagonista.
Un saludo
Creo que ese es un axioma universal. No conozco a nadie que se sienta abandonado por un libro, siempre estan a nuestro lado dando lo mejor de si.
Un fuerte abrazo
El título es un hallazgo absoluto.
Con una enorme cantidad de interpretaciones, y todas posiblemente certeras.
El hecho de que la protagonista haya viajado tanto y ahora sufra esta situación, me recuerda vagamente a MAR ADENTRO. Especialmente cuando Belén Rueda comienza a ver las fotos, en distintas partes del mundo, de una persona que desgraciadamente ya no puede moverse.
Relato duro, aún con el alivio de la lectura.
Ojalá todo mejore en tu entorno,Izaskun.
Muchas gracias Modes. La protagonista ha tenido una vida llena de actividad y ahora ha tenido que parar forzosamente. Los viajes que realiza son unicamente literarios y ahora tiene el tiempo del que no disponia antes para pensar y darse cuenta de muchas cosas. Quizas demasiadas. Y eso da vértigo. Gracias por tus buenos deseos.
Un abrazo.
Me has obligado a buscar en Google para confirmar mi intuición de que esos viajes y esos compañeros de viaje que relatas al principio, no son reales, sino que son los viajes que ha hecho tu personaje en estas últimas semanas a través de sus lecturas. Ni que decir tiene que al confirmarlo me he estremecido.
Está muy bien construida esta historia de sufrimiento y esperanza.
Besos y suerte.
Hola guapa. Efectivamente los viajes son literarios (Cuando acabe el invierno, Out y Memorias de una vaca son los destinos). Muchas gracias por leer entre lineas y entresacar el jugo del micro. Eres una artista. Un besote apretado