60.- Viaje en familia
Recorrer Estados Unidos. La propuesta de papá para aquel verano nos dejó mudos. Jamás habíamos volado: con el sueldo de empleado de banca nunca pasamos de Benidorm. Pero allí estaban los cuatro billetes de avión, en abanico, sobre la mesita de la sala.
Nuestra emoción se multiplicó cuando aterrizamos: pasaríamos quince días viajando en autocaravana. Partimos de la costa este sin ningún plan: nos deteníamos cuando anochecía y retornábamos a la autopista al amanecer. Lagos, ciudades, montañas y llanuras componían el escenario perfecto para nuestra fantástica aventura. Papá se dejó crecer la barba e insistió en ponernos nombres americanos. Al principio nos resistimos, pero luego, entre risas, le seguimos la corriente. Hasta que llegamos a California.
Allí nos tiñó el pelo, quemó los pasaportes y con los nuevos nos dirigimos al sur. Antes de cruzar la frontera con México se deshizo de todos los móviles y ocultó en los bajos una de las maletas, la más grande. Nuestros quince días se agotaron pero el viaje continuó. Papá nos dijo que dejábamos de ser turistas, que a partir de ahora seríamos para siempre extranjeros.
También dijo que regresar a casa ya no era una opción. Y mucho menos al banco.
Hola, Rosy, este empleado de banca ha decidido cambiar su vida y la de su familia. Huye con una maleta repleta de dinero que les va a permitir vivir en un país diferente, aunque ello suponga hacerlo con otra identidad y la condición de extranjeros. Nunca podrán volver a su país de origen. Me pregunto cuál ha sido el motivo para tomar una decisión tan drástica, si el hastío de lo conocido, la ambición…
Igual no he sabido interpretar bien el micro. De todos modos me ha dejado pensando cuál será el final de esta aventura en familia tan arriesgada. Muy interesante. Un abrazo y suerte.
Bueno, veo que me he equivocado y he adjudicado a Rosy tu micro, Álvaro. Siento mi despiste. Saludos.
Una huida hacia adelante y sin mirar atrás. Un viaje de no retorno, en el que el trabajo de bancario del padre tiene mucho que ver, tras él se trasluce una vida monótona y gris, sin demasiado sentido. Un borrón y cuenta nueva colectivo, en busca de un futuro si no mejor, al menos distinto.
Un relato sobre un nuevo comienzo, que se inicia como unas vacaciones y va adquiriendo, de forma progresiva, tintes muy distintos.
Un abrazo y suerte, Álvaro