1. Vínculo (Jesús Garabato)
Atraídos por el gentío, nos detuvimos ante el espectáculo callejero. El patetismo de los supuestos artistas nos hizo sonreír. Un vieja obesa y un más que acabado saltimbanqui trataban de ejecutar, esperpénticos, algunas piruetas. Reímos, ya burlones. Otro, sobre la arcaica musiquilla que salía de un radiocasete, tarareaba desafinado. A su lado, los ojos aparentemente ciegos de una chica mal vestida reflejaban, magnificándolos, aquellos afanosos torbellinos. Con su hermosa voz realzaba la cantinela. Parecía feliz sosteniendo el plato. Fue fácil arrebatárselo, derribándola de un empujón. Nosotros sí que somos unos verdaderos artistas: conseguimos que recobrara la vista y que, además, enmudeciese.
Ese par de malandrines, con pocos escrúpulos, sabían con quien se la jugaban. Precisamente a ellos no es fácil engañarlos. Se me ha venido a la cabeza la película: «Entre pillos anda el juego», que bien podría resumir la esencia de tu relato y hasta ser un título paralelo. Nadie mejor para desbaratar un montaje que quien tiene la misma condición.
Un relato muy divertido y visual, con un final tronchante e ingenioso.
Un abrazo grande, Jesús
Muchas gracias, ángel, por pasarte y comentar tan amablemente. Un abrazo.
Jesús, alegre historia de pillos buscandose la vida. Suerte y saludos
Donde menos nos lo esperamos, por ahí andan dispuestos a aprovecharse de los demás. Pues, como dice Ángel, entre pillos anda el juego. Muchas gracias por leer y comentar, Calamanda. Besos.
De granuja a granuja y tira porque te toca! Ese giro final me encanta, Jesús. Y el título está muy bien escogido. Mucha suerte a tus pillos.
Saludos.
Muchas gracias, Paloma, por tus amables palabras. Saludos.
Me ha encantado. Aún sigo sonriendo. Estupendo principio para esta propuesta.
De verdad que me ha hecho muchísima gracia.
Felicidades. Saludos.
Me alegra leer tu bondadoso comentario, Virtudes. Muchas gracias. Saludos.
Entre pillos anda el juego. Un buen relato, Jesús. Ese final es tan bueno como malvado, la cara de la chica no hace falta que me la describas, la tengo delante…
Suerte y un abrazo grande.
Muchas gracias por pasarte, Rosy, y regalarme tus palabras. Abrazos.
Divertido, corto y bien escrito. Felicidades.
Agradezco mucho tu lectura y comentario amable, María. Saludos
Aparte el título, que está muy bien puesto, lo que más me gusta es que tu narrador cuenta las cosas tal como las ve, porque otros espectadores, digamos con menos… ‘ciencia’, imagino sólo verán a unos pobres titiriteros malviviendo con su arte y, por supuesto, apelando al engaño para conseguir dar pena y que caiga alguna moneda extra en el plato.
No entro a valorar por qué esos titiriteros se ven obligados a llegar a tales extremos para poder comer, que eso ya lo dejas entrever tú maravillosamente bien, pero vaya, es evidente que en todo caso, la picaresca está servida.
¿Qué fue, por otra parte, de la famosa nobleza entre ladrones? Aquí sólo hay burla, estafa. No hay ningún respeto, ninguna deferencia, sólo desprecio. Diría crueldad.
Has puesto el listón muy alto, bien por ti!!!!
Caray, J. Ignacio. Muchas gracias por todo lo que me dices. Saludos.
Mediocres artistas que intentan ganarse la vida engañando e intentando ablandar los corazones, ladronzuelos de emociones, tal vez. Pero los otros sí que son delincuentes de la fuerza. Original, divertido y, a la vez, reflexivo relato, Jesús. Abrazos y suerte.
Agradezco mucho tu visita y amables palabras, Salvador. Un abrazo.
Muchas gracias, Juan, por tu lectura y por tu comentario tan entusiasta. Saludos.
Muy bueno, Jesús. Para pícaro tú, pícaro yo. Me ha gustado mucho. Es una historia que bien te la puedes encontrar por cualquier calle. Ya se sabe lo que se esconde a veces bajo este tipo de espectáculos. Tus protagonistas, al principio, parecían ser malas gentes por reírse de los demás, pero al final han destapado una estafa. Sobre todo para el que echa la limosna.
Excelente, mi querido amigo. Como siempre.
Muchísimos besitos.
Muchas gracias, María José, por leer y por tus muestras de cariño. Besos.
Hola, Jesús. Es sólo para decirte que, por diversas circunstancias, dejo la página. Ha sido un placer compartir letras. Un abrazo muy grande, hasta siempre.
Hola, Jesús.
Sin duda entre pillos anda el juego. Narra la realidad burlesca del ladrón robado. En verdad, me alegro de que se desenmascaren a este tipo de tunantes.
Un abrazote.
Muchas gracias por pasarte a leer, Towanda. UN beso.