15. WACO WACO (EPÍFISIS)
Testamento Ológrafo
Dejo a mis hermanos en Extremadura, lo que me corresponda de la dehesa de Padre, que espero que a la presente, se encuentre bien de salud. Si consigo escapar, intentaré volver.
En mala hora leí en aquella revista de Selecciones de Readers Digest, la oferta para emigrar a Texas, mil acres de terreno, casa con porche, vacas y caballo gratis y además la posibilidad de boda, pues hay muchas mujeres jóvenes, guapas y casaderas.
Se admite la poligamia, ¡JA!, me casaron con una jaca, por grande, que me arreaba y me tenía todo el día trabajando. Se acostó dos veces conmigo y me cambió por el líder de la secta, que era, el único polígamo. Intenté el acercamiento a otras mujeres pero en cuanto me veían, me tiraban cosas y se reían. Como eran promiscuos, me usaron varios de los integrantes del poder establecido, que eran los más fuertes, desde entonces tengo las almorranas a flor de piel.
Hace unos días, nos atacó el FBI y se cargaron a unos cuantos, incluida mi parienta.
Estamos rodeados y como me aburro, hoy he encendido la chimenea, ya parece que huele a carne asada, como choricillos parrill………..
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waco waco, como la canción de shakiro
Este cuento, es mucho cuento.
Felicitaciones
Jajajaja, Epi, que me gusta a mí que me hagan reír. Y tú en eso eres un experto. Pobre tu protagonista, no? Si es que no le pasa nada bueno.
Un abrazo
María Jesús e Inés, no es ningún cuento, no habéis visto la jeta de la tía y mi careto.
Besitos
¡Jopé! Y a mí que me gustaba, de jovencillo, leer y releer las dichosas Selecciones esas… Espero no acabar como tu ¿personaje? Un saludo, Alejandro, y suerte.
Eran una ventana abierta al mundo exterior, buscaba con avidez nuevas revistas en el rastro y en las tiendas de intercambio de 2ª mano.
ja,ja,ja. Pobre Epi, siempre acaba con las partes pudendas al pil pil
Esas selecciones del Readers Digest cuanto mal hicieron.
Muy, muy divertido el cuento.
Paloma, el día que no le pasa nada a mi protagonista, no me quedo conforme.
Besos
Ya veo que no era el único que alguna vez leía esas Selecciones. Entonces, yo al menos, me lo creía todo, pero como tu protagonista demuestra, había mucho de publicidad engañosa. A tu personaje no se le puede negar que ha cumplido al cien por cien aquello de donde fueres haz lo que vieres, aunque con muchas y no precisamente satisfactorias consecuencias.
Un abrazo, y suerte, Epi
Si leías Selecciones, Ángel, también leerías el almanaque Agromán. Yo por lo menos devoraba todo, la enciclopedia Labor, Novelas y Cuentos como de papel de periódico, El Blanco y Negro de mi abuelo encuadernado en tomos desde 1905. ¿Sabías que el Campanile se hundió totalmente por esas fechas, hay fotos y se reconstruyó en dos años?
Un abrazo
alejandro, la influencia de la publicidad es tremenda, y el uso que hacen de ella más aun. Bien contado y divertido. Suerte y saludos
Gracias Calamanda, tu siempre tan amable.
Un beso
Epi, tienes ya que asumir tu sino; ya sea en esta vida como en la otra, como nos mostraste como La Momia en el Monstruoscopio. Que lo disfrutes.
Rafa, sabes que lo tengo asumido, a veces empiezo un relato de una forma bucólica y cuando me descuido el personaje, se tira a una oveja ja ja.
Gracias y abrazo
Epífisis, tu imaginativo relato y el traerme el recuerdo del Reader Digest me han encantado.
Un abrazo.
Gracias Mª José, besos y si vienes a Madrid, más, sois tantos por conocer, que vivo sin vivir en mí.
Hola, Pablo.
Curioso subtítulo el tuyo: supongo que relacionado con la glándula pineal y todo eso, o con los huesos, ¿eres traumatólogo? Al texto: si es que no se debe meter uno en camisas de once varas. Fue a por «lana» y salió trasquilado por una «vaca», un polígamo y, para colmo, el FBI, que al parecer acaba con él. Es la historia de un cenizo que me ha hecho reír de lo lindo y la pienso releer como veía las películas en los cines de sesión continua. Te felicito. Un abrazote.
Martín, debes de ser un jovenzuelo, este relato es la historia de los Davidianos, rama que se escindió de los Adventistas del 7º Cielo y de su líder David Koresh, que en Monte Carmelo, Waco, TEXAS, SE INMOLARON EN 1993, en circunstancias poco claras. Lo he contado de una forma diferente.
Epífisis, es mi pseudónimo y también escafoides o alejandrinos, si, soy médico estomatólogo, gracias por tus piropos.
Un abrazo
Epi, no siempre hay que creer lo que se lee en ciertas revistas. Pobre protagonista, no le salió nada bien. Toque perfecto de humor…
Un abrazo
Jaja, si es que no hay forma de ser bien pensado porque después pasa lo que pasa… esos relatos del Reader Digest plantaron muchas semillas, no cabe duda, claro que después sobre el terreno fue otra cosa, que se lo digan a tu personaje, ya se distingue desde aquí el resplandor de su fogata…
Imaginativo e hilarante micro. Mi enhorabuena.
😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀 😀
Eres un MAESTRO Alejandro. Un artista «roba sonrisas». Magnífica tu historia de principio a fin.
Un abrazo,
Ton.