40. World Trade Center
Cercado por las llamas, el estrépito de la Torre Sur al derrumbarse le hizo comprender. Era el momento de tomar la iniciativa. Había visto a su superhéroe favorito de la infancia hacerlo infinidad de veces. Los pies, muy juntos al borde del vacío. Impulsarse. Volar. Abajo, una inmensa nube de polvo engullía la ciudad.
Al menos, pudo aligerar el horror que le esperaba evocando esas aventuras que, a nuestros ojos inocentes, acababan siempre bien para el superhéroe, venciendo a los malos. Muy bueno el relato, Manuel. Enhorabuena y suerte. Saludos.
Encontró el valor mirando a la infancia. Es imposible ponerse en la piel de aquellos que decidieron «volar» sobre su propia desgracia. No está nunca de más tener un superhéroe de referencia. Ni tampoco un comentario de alguien tan generoso como tú. Un abrazo, Jesús. Gracias por tu tiempo.
Hola, Manuel.
Nos regalas con un hiperbreve jugoso. El protagonista, un hombre que ya no es un niño, ante lo que se le avecina, se adelanta a los acontecimientos y quiere emular al superhéroe de su infancia´, cumpliendo el viejo sueño del hombre de volar autónomamente. Por otro lado, mas vale matarse que resultar muerto, quemándose vivo. Muchas personas saltaron el 11S, pero con motivos menos, digamos románticos.
El micro está muy bien escrito y cumple uno de los requisitos fundamentales: tiene una acción concreta, o dos: impulsarse, volar, verbos de acción, acciones concretas y no algo abstracto, estático. Por todo ello mi muy enhorabuena junto con fuerte abrazote.
Martín, qué bueno contar con tu comentario. Por lo acertado en el análisis y por tus consideraciones para el relato, que resultan tan estimulantes. Tus palabras le prestan al relato un plus de interés al resaltar una estructura existente que, sin embargo, para el que lo escribe pasa desapercibida, preso en desarrollar el tema y en su desenlace. Gracias por tu tiempo y por el ánimo positivo que expresas en tus palabras. Un abrazo.
La intensidad en pocas palabras, en un escenario que quedó grabado en el imaginario colectivo y no necesita más descripciones. Un hombre movido por las circunstancias a emular al superhéroe de su infancia, como mal menor ante un final ya escrito. Una reflexión que tuvo que pasar por la cabeza de algunas de aquellas desafortunadas víctimas. Quienes llegan al final no tienen después posibilidad de narrar nada, menos aún tan bien como tú lo haces, pero por algún motivo que no sabría explicar, creo muy probable que, como tu personaje, volvamos la vista atrás, a un detalle sencillo con el que disfrutamos, en este caso un personaje admirado en la niñez. Lo que está claro es que tus letras se disfrutan y mucho.
Un abrazo grande, Manuel. Suerte
Tal vez en un momento como ese, toda la vida pase en un instante ante nuestros ojos como un valor o un bien que estamos a punto de perder e intentemos rescatar un hito que nos preste su fuerza para encarar la situación. Cada superhéroe encuentra en el secreto guardado de su energía suprema, su valor sin límites; cada héroe anónimo, encuentra, también en su secreto íntimo, la fuerza última para aceptar y actuar ante la adversidad desmedida. Su secreto se va con ellos en el último vuelo, pero nos dejan la imagen, el ejemplo, el arrojo, la determinación de un niño que se agarra a su superhéroe preferido para desafiar al miedo. Cuando damos la mano al niño que fuimos, podemos alcanzar cualquier estado. El círculo se cierra. Es posible volar sobre la desgracia. Es posible vencer tomado de la mano de las palabras.
Yo sí que disfruto, Ángel, con cada comentario tuyo. Es como tener un buen amigo en quien confiar sabiendo que escriba lo que escriba, sabrás tocarlo con tu generosidad, ofrecerme perspectiva para mejorar y animarme a seguir escribiendo. Por todo ello, te mando un superabrazo. Gracias.
Con los superhéroes hemos disfrutado e imaginado mil y una aventuras pero, cuánto daño han hecho también, sobre todo en esas cabecitas de pensamientos imposibles.
Qué Dios ayude a tu personaje y antes de cerrar los ojos para siempre, recapacite unos segundos cruciales para su SUPERVIVENCIA.
Buena tarde primaveral donde las haya. Por lo revuelto del tiempo, lo digo.
Que haya un momento de paz y una oportunidad abierta como salvavidas para todos aquellos que se encuentren en la encrucijada de decidir sobre su vida. Gracias por tu comentario y tus buenos deseos. Buena noche para ti, Mercedes.
Manuel, un tema doloroso el que has elegido para contarlo muy bien. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda. Es una imagen, que desde aquellos días, me quedó grabada. Saludos.
¡Ostras, Manuel! Duro y precioso al mismo tiempo. Enorme esas frases de una sola palabra y esa nube que, curiosamente, engulle desde abajo ¡Chapó!
Hola, Alberto. Me costó alumbrar esa pequeña secuencia que señalas. Creo que es el resorte clave del relato. Gracias por apreciarlo. Saludos.
Un micro que nos retrotrae a unas imágenes que se nos quedaron grabadas en nuestra mente, fraguando una emoción que perdurará en el tiempo. Lo inevitable nos acecha, pero con el poder de la libertad, tomamos prestada la inocencia de la niñez, donde nada es imposible y lanzamos a volar nuestro destino. Genial, Manuel. Abrazos y suerte.
La imagen de esas personas lanzadas al vacío, perdura en la memoria. Dónde hallaron el valor necesario para tomar esa decisión sobreponiéndose al miedo y al horror es algo que me he preguntado desde entonces. La sombra que proyecta la desgracia se agiganta en las que lo contemplamos desde fuera, nos aterra y nos impresiona de igual manera. Gracias, Salvador, por tu visita. Un abrazo.
¡Monsu Jean! Bienvenido a este rincón y bienvenidas sus palabras. Un abrazo.
Muy bueno el relato de este superhéroe forzado por la violencia.
Un abrazo grande.
Muchas gracias, María, hacerse superhéroe a la fuerza tiene su miga, sí. Un abrazo.