59. XXX (María Jesús Briones)
Los seres han escapado del laboratorio. Se amparan en las tinieblas de la noche. El cráneo no les cubre el cerebro, despiden ondas magnéticas letales.
Están diseñados para hacerse invisibles. Pueden atravesar cualquier muro, muralla o frontera. Sus cuerpos son explosivos alimentados por uranio en cantidades masivas. Se dirigen a no se sabe qué objetivo terrenal.
Se disparan las alertas. Las autoridades sacan sus arsenales y los científicos las ecuaciones. No hay control, silencio ensordecedor.
El mundo se derrumba. Caen puentes, edificios, tanques y las bolsas. Sin bolsas no hay depósitos y sin depósitos todo se pudre.
Niños petrificados en las puertas de los colegios, parecen cariátides en sustento de la cultura. Los campos secos recuerdan con sus cadáveres, a quienes alguna vez tuvieron ¿vida?. Y ellos, criaturas ausentes y presentes, dominando el Universo.
El viejo profesor, después de haber gastado hasta el último aliento en programación informática, consigue el antídoto, tan antiguo como la música, como las fieras. Con su voz de efecto «narcotizante», entona a su ídolo de juventud, adormeciendo a los monstruos a su manera.
María Jesús, confieso que al leer el primer párrafo me parecía una metáfora acerca de algún depravado sexual, por las Xs del título, pero al continuar la lectura encuentro una historia al mejor estilo de Stephen King o H.P. Lovecraft, me atrapó totalmente. Para mí es una historia excelente, en la que se destaca su gran imaginación. Cuando ningún recurso científico resulta, para vencer a esos seres invasores, una canción, entonada con un estilo particular, salva al mundo. Muy bueno y, sobre todo, original. ¡Suerte!
Saludos.
Gracias, Beto por tu comentario.
Saludos desde Allende de los Mares.
Relato apocalíptico con final feliz.
El hombre es capaz de lo mejor y de lo peor, de crear unos monstruos terribles en un laboratorio y de componer canciones memorables que todo lo suavizan. En ese difícil equilibrio avanza (si es que lo hace) la Humanidad. En todo caso, ojalá los peores problemas pudieran solucionarse con una melodía, como has planteado con tu propuesta. A veces la literatura debería tener un poder real.
Un saludo, María Jesús. Suerte
Ana, contactate conmigo, no tengo tu correo, gracias
María, que buen relato futurista, aunque con la humanidad actual no sabemos que puede pasar, muy ingenioso y original. Es verdad que la música puede obrar milagros y no sería extraño que así suceda.
Me encantó.
Un abrazo y suerte.
María Jesús, todo lo que se me ocurre decirte está pasado de moda. Tendrás que conformarte con un «fantástico».
Saludos
Menudos seres has dejado sueltos, María Jesús. Suerte de Sinatra, que si no…
Saludos cordiales.
Un caos, una invasión, una mirada futurista, unos seres creados para la destrucción, todo ello se desprende de tu magnífico y particular relato.
la música, un clásico, es la única arma que puede amansar a estas fieras.
Genial propuesta.
Un beso María Jesús.
Relato original, bien construido y sorprendentes metáforas, nunca la economía de medios dio fruto tan sabroso.
¡Enhorabuena Briones! esperemos conseguir mejor chupete con su ágil pluma.
Un saludo.
Lena
Muchas gracias, Ana, por tu lectura.
Feliz Navidad
En una primera lectura no entiendo casi nada. Me vuelvo a fijar en el título, ese treinta en números romanos. Releo, parecen seres futuristas del grupo de los malos. La defensa es con armas y ecuaciones. ¿Qué son las bolsas? ¿Qué relajación tienen con los depósitos?¿ Bolsas financieras, depósitos bancarios? No sé me pierdo, Pesadillas de un anciano en las noches de que no puede dormir y se relaja con Frank? Yo, cada vez entiendo menos, me hago mayor. Suerte.
Confieso que nunca leo ciencia ficción y por eso me cuesta ubicar la historia.
Pues sí, Sr. Ximens, ha comprendido más de lo que usted piensa. Las bolsas, exactamente, se refieren a la inversión bursátil. Los seres malos, aparecen en cualquier época y lugar (alusión al terror que padecemos en la actualidad), y a las murallas y fronteras que atraviesan para sembrar pánico y muerte.
Contra este peligro, las armas y la ciencia con su tecnología punta no consiguen reducirlos.
Sólo la utopía fantástica del poder de la música en el personaje del viejo profesor es capaz de adormecer a las fieras.
La metáfora es mi forma de expresar la literatura, aunque entiendo que no siempre se me entienda.
Como siempre mi agradecimiento por el tiempo empleado y sus comentarios, que me hacen reflexionar.
Saludos cordiales
Muchas gracias, María Jesús, por tus aclaraciones. Como te digo arriba la ciencia ficción (como la poesía y otros géneros) aún no sé leerlos, espero que poco a poco me metáis en ello. Un abrazo.
Muy lograda esta apocalíptica historia y estupenda la manera que la has trenzado con la consigna de Sinatra. Me ha gustado mucho y me han parecido muy bien llevadas todas las sugerencias que nos va dejando el texto. Mucha suerte !! 🙂
A veces la solución a grandes males no son acciones excepcionales ni desmedidas, en las pequeñas cosas, con el poder de lo auténtico, puede estar la respuesta que buscamos. Me ha gustado mucho este relato que nos hace reflexionar sobre el valor de nuestros actos y, además, mezclando metáfora y ciencia ficción, un cóctel que me encanta. Abrazos y felices fiestas.
Me ha parecido un relato inteligente y muy original, de acuerdo con el momento que vivimos
Merece tener suerte.