118. Y jamás supo leer (Barlon Mrando/Juan Fuente)
El abuelo aprovechaba la menor ocasión para contar a cualquiera la historia de su libro. No era una obra suya ni de algún autor especialmente célebre, ni siquiera un ejemplar único o extraordinario, pero todos en casa, y muchos fuera de ella, sabíamos que había salvado la vida aferrándose a él cuándo naufragó. Y no se quedaban ahí sus peripecias juntos: con él había conseguido enamorar a la que fue su esposa el día que se le cayó bajo su falda, fue talismán en aquella final de Copa de Europa del Real Madrid al impactar en la cabeza del árbitro limitando su percepción y objeto de interés de importantes personalidades con las que tuvo la suerte de toparse, entre otras no menos peculiares experiencias. No había en él más valor que el que el anciano le daba, aunque bien se podría decir que estaban tallados del mismo tronco, ambos encorvados, llenos de arrugas y con la firma a cuestas de la pluma tenue de los años. El abuelo era ese sonido que, a base de vivirlo, solo comprendes que estaba a tu lado cuando se ha ido.
Lo enterramos entre sus páginas, evidentemente.
Barlon, algo me dice que este es tu mes.
No sé si eres consciente de que, cada vez, tus relatos tienen una faz más y más poetica.
Desde «No había en él más valor… «, hasta el final, tu relato alcanza cotas de una innegable calidad.
Eso, sumado a ciertas pinceladas de humor, y un título que lo complementa, hace que en esta ocasión no me apetezca soltarte ninguna parida.
Es que, amigo, me parece muy bueno, y sólo espero y deseo que tengas la suerte que mereces.
Y en todos los órdenes de la vida.
Pues que quieres que te diga, yo lo siento como una opción desesperada lanzada antes de que termine el plazo. Y me parece un título y un final desperdiciados. Lo del poetismo no es por nada en especial, solo que escribo de manera intuitiva y es lo que me sale. Pues si este mes rasco con esto me pego un tiro en la cabeza y después uno en cada mano.
(A mí me gusta que me digas esas paridas tuyas, piratón)
Abracísimos microlunáticos.
Para que luego digan que la literatura no sirve de nada.
Diga usted que sí. Y luego al leer un volumen aparecen cadáveres por el medio, por si alguien dice que leer no es emocionante.
Saludísimos.
Barlon, es una preciosidad de relato! Yo coincido con el comentario de Modes en casi todo, menos en dudar de si eres consciente de tu buen hacer poético, yo estoy convencido de que sí lo sabes… Pero te gusta darlos tu sopa con cucharadas pequeñas.
Como ejemplo, ese «con la firma a cuestas de la pluma tenue de los años» magnífico!!
Un saludo microlunático! 😉
Miguel Ángel, diría que todo tiene su justa medida, pasarse con las cucharadas puede hacer que te atragastes. De todos modos esos adornos no valen nada si no hay una historia que los sustente, y no estoy seguro que en este caso los cimientos no se vengan abajo. En fin, ya se verá.
Saludísimos microlunáticos.
Muy bueno Barlon, coincido plenamente con Modes y Marca: este es tu mes. Mezclas la poesía con la ironía de una manera muy peculiar. Que los dioses te amparen, amego mío.
Un abrazo microlunático
¿Cuálos dioses? ¿Los buenos o los malos? Mi mes es enero, que es cuando nací y cuando vienen los reyes majos. Te apuesto el tupé de Modes a que no salgo en la lista, la verdad es que no acabo de ver qué le veis.
Abracísimos microlunáticos.
Guapi, colega. ;). Unos besos tallados.
¿Y a ti que te vi a decir? Si conoces los entresijos de mi alma.
Besísimos.
Señor Barlon… digno de salir en hombros y por la puerta grande. Su buen hacer literario merece todo lo bueno que le traigan las olas. Este mes habrá botella en la arena de su playa. Estoy seguro. Atento al mensaje; que serán buenas noticias. ¡Pardiez! Mucha suerte 🙂
Pues menos mal que tengo la playa cerca. Y si la botella viene llena de licor café bien frío ya me contento. Valiosas palabras las que me dedica todo un señor shREC. Suerte me hará falta mucha.
Abracísimos.
Juan, vaya historia la de estos dos, abuelo y libro, libro y abuelo. Es original y juega con la realidad y ficción sin saber qué es lo real y lo que no.
Buen trabajo.
¡Suerte con el concurso!
Abrazos.
Pues sí, es una historia atípica. Es que si no me meto en el jardín no me quedo contento. Gracias, compadre.
Abracísimos.
Muy bueno, sí señor. Un abrazo y suerte.
Por ser todo un caballero no le quitaré la razón, pero créame si le digo que el relato es mejorable.Te respondo con abrazos duplicados.
Besísimos.
Barlon, bonito cuento de esa realidad que ayudó en tantas ocasiones al protagonista, y que no dejaba de recordar. Suerte y saludos
Vaya ¿y si el hombre entre sus ruinas se agarra a lo qué le queda? ¿O quizás sea solo una fantasía qué le ayude a sobrellevar su realidad? En mi cocoroto no me imagino al pobre anciano demasiado feliz. Muchas gracias por la visita.
Besísimos.
Una vida ligada a un libro, aunque de un modo distinto al que cualquiera hubiera imaginado. El título, genial.
Suerte y saludos,
Ayy, Anna de mis entretelas, con el título intenté añadir matices a la extraña relación. Y sigo pensando que el material daba para un texto más redondo. Gracias por alegrar mi morada.
Besísimos.
Mi grácil damisela, sus palabras son cencerros celestiales en mis oídos. Gracias a dios que tú si sabes leer para apreciar la gracia que pueda habitar mi cuento. Agradezco que te dignases a visitar mi puesto.
Besísimos.
Hay qué ver lo que puede dar de sí un libro, uno sólo, y eso sin saber leer, que ahí está la guinda que corona todo. En mi caso, no miré el título hasta el final, por eso digo lo de la guinda que, además, me ha arrancado una sonrisa.
En los comentarios anteriores has recibido merecidos elogios a los que, para no repetirme, me uno.
Suerte y un saludo.
Pues sí, era parte importante no querer a su compañero por lo que era, sino por sus vivencias juntos, quería mostrar una relación bien extraña entre ambos, fuera de lo normal. Una vez más gracias por la visita y las palabras, Ángel.
Abracísimos.
Muy original historia la del abuelo con su libro. Es otra forma de coger cariño a un libro, aunque no sea por su lectura. El título muy ocurrente.
Un abrazo
Si, a veces las cosas cogen un camino que es el que tienen marcado como propio. Y a veces lo extraño no es más que una pequeña parte de la realidad. Mil gracias.
Besísimos.
Barlon, érase un hombre a un libro pegado, qué mejor amigo aun sin saber leer. Muy bueno. Abrazos.
Es muy reconfortante que te haya agradado. El libro llevaba una historia dentro y otra fuera, no se sabe cual más intensa.
Abracísimos.
Aunque esta vez no me hayas llamado, aquí vengo a destripartelo.:-P
Una bonita historia, con buen ritmo narrativo y con su dosis de humor o de mala leche, según se mire. Pero por lo que te felicito es por ese final surrealista ¿o es realismo mágico?
Suerte y abrazo.
No te llamo porque cuento con que te pases tú, pensé que lo nuestro era una relación estable. Muchas gracias.
Besísimos.
Bueno, tuviste suerte y me alegro. No sé que dijiste en la entrada de los premios, porque solo aparece el último comentario, que es de uno que se ha vuelto loco y además dice palabrotas :-P.
pero seguro que has agradecido divinamente. Estabilísima es la relación.
Abrazos.
Felicidades por la mención. Veo al abuelo y la metáfora del libro que nunca existió, pero que ese «escribir» que te da la vida.
Felicidades Barlon por esta merecida mención. Lo he releído con placer.
Un abrazo