Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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13. INSTRUCTIVO ENCONTRADO EN EL REVERSO DE UNA FOTO (Mariángeles Abelli Bonardi)

Para invocar a las hadas y después retratarlas, procede de la siguiente manera:

  • Elige un día de sol.
  • Lleva una corona de tomillo en la cabeza.
  • Sobre un trébol de cuatro hojas —porque cada hoja se vincula a un elemento: tierra, agua, aire y fuego —coloca cuatro granos de trigo.
  • Con los pies sumergidos en un río, arroyo, o cualquier otra fuente de agua dulce, mira por una piedra que tenga un agujero natural en el centro.
  • Sé paciente.
  • Cuando veas figuras traslúcidas flotando entre tules, deja la piedra a un lado sin quitarles los ojos de encima.
  • Empuña la cámara fotográfica, que tendrás lista y a mano en todo momento.
  • No te muevas. No respires. No pienses en nada excepto el botón bajo tu dedo índice, que habrás de presionar delicada y repetidamente.

Firmado,

Elsie Wright y Frances Griffiths,

en Cottingley, Inglaterra, 1917

23 Responses

  1. Martín Zurita

    Hola, Mariángeles.
    Texto dúctil y mágico el tuyo. Interpreto que el milagro, la magia se produjo, que Elsie o Frances consiguieron retratar a algún hada y tú consigues contárnoslo con muy buenas letras y en términos muy imaginativos. Que eran dos seres generosos, la pareja, que querían compartir lo descubierto con los demás. Las hadas existen, qué bien, y se las puede fotografiar. Seguro que hicieron más fotos con semejante objetivo y se quedaron alguna para ellos. Te prometo poner mano a la obra de la mano de las instrucciones que detallas.
    Mi muy enhorabuena y un beso transantlántico.

    1. ¿Qué sería de la vida sin un poco de magia… no, MARTÍN? Y más en estos tiempos de tanto escepticismo.

      Muy bien interpretado. Y por cierto, lo prometido es deuda, así que no se te vaya a olvidar, que me encantará que me cuentes cómo te fue con las fotos y las hadas 😉

      Vaya otro beso ? transatlántico para vos,

      Mariángeles

  2. Ángel Saiz Mora

    La magia existe para quien cree en ella. En unos tiempos en los que Photoshop ni se concebía, dos jóvenes inglesas compusieron unos montajes sorprendentes, que llevaron a muchas personas a pensar que eran ciertos, ellas mismas lo afirmaban. La fotografía, como arte que es, al igual que la escritura, no deja de ser un escape a una realidad que no acaba de gustarnos, de ahí que tratemos de inventar otra paralela y, desde luego, más hermosa y menos cruda. Ojalá fuera posible fotografiar a unas dulces y gráciles hadas, ellas no se mostrarían a cualquiera, solo a quien siguiese tus prácticas instrucciones, en las que, ante todo, prima el respeto y la fe. Lo has plasmado de una forma tan creíble que dan ganas de salir a un bosque con una cámara, por probar que no quede.
    Muy original y bien traído, Mariángeles.
    Un abrazo grande

    1. De este comentario tuyo, ÁNGEL querido (que me gusta todo) lo que más me gusta es la palabra «creíble». Y que estés tan bien informado sobre esta parejita de niñas, primas ellas, precursoras a su modo de nuestro actual photoshop.
      Yo no pierdo la fe: ni en la magia ni en la letra escrita.

      Como bien decís, que por probar no quede…

      Cariños,
      Mariángeles

  3. Barceló Martínez

    Hola Mariángeles, muy original tu relato contado en forma de instrucciones.
    Reproducir cualquier tipo de imagen, hasta no hace tanto tiempo podía parecer mágico y, sin embargo, hoy en día nos parece lo más normal. Los seres humanos podemos ser mágos, aunque hay muchos tipos de magia y, por desgracia, no toda buena.
    Felicitaciones y abrazos.

    1. ¡Muchas gracias, BARCELÓ! Leo tu comentaro y me pregunto si tanta imagen digitalizada, tanta tecnología, no nos estará quitando a los humanos la capacidad de asombro, lo cual sería de verdad una pena.
      Me da gusto que veas originalidad en el relato.

      Otro abrazo para vos,
      Mariángeles

  4. Es muy original este micro, como dicen. Y… está chungo lo de la fotografía, muy difícil. En cualquier caso, gracias por las instrucciones; nunca se sabe.
    Felicidades y gracias de nuevo

  5. Hola, JUAN. Si tenés el libro de Conan Doyle, dejáme decirte que entonces tenés un incunable, porque desde que leí tu comentario que trato de conseguirlo. Cuando estuve en Buenos Aires, allá por principios de mes, me dijeron que ya se lo ha dejado de editar, así que no me queda más que encomendarme a las hadas y pedirles que obren su magia y me ayuden.

    Me encantó que te encantara el micro; gracias por todo lo que me has contado.

    Cariños,
    Mariángeles

  6. Rafa Heredero

    Qué historia la de Elsie y Frances, Mariángeles. En nuestros tiempos tan materialistas ya no serían tan creíbles (¿o sí, por qué no? Sería una lástima). Por si acaso ya tenemos las instrucciones, gracias a ti. Nunca sabes dónde puede estar la magia.
    Suerte y un saludo.

    1. Tenés razón, RAFA; en estos tiempos nuestros, tan materialistas, lo más probable es que Elsie y Frances ya no fueran tan creíbles pero, por otro lado, si pensamos en lo mucho y lo bien que los niños de hoy manejan la tecnología, no me extrañaría que estas niñas, en su versión 2.0, lograran engañarnos. En fin, aunque nunca lo sepamos, al menos nos quedan sus instrucciones, ¿cierto?

      Otro saludo y mucha suerte para vos,
      Mariángeles

  7. Qué ingenioso plantear el relato como un manual de instrucciones. Están tan detalladas, que es imposible no creerse capaz de seguirlas y atrapar tan prodigiosas imágenes.
    La historia de estas dos niñas la desconocía, pero me parece mágico que crearan este mundo de hadas hace cien años. Qué no harían con la tecnología actual.
    Un relato bello y leve como las alas de las hadas, Mariángeles.
    Un beso.

    1. Eso mismo digo yo, CARMEN… qué no harían estas niñas con la tecnología de hoy, ¿cierto? Sea como fuere, a mí me tendrían igual de fascinada, tratando de contar su historia…

      Me alegra que te haya gustado el relato.

      Otro beso para vos,
      Mariángeles

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