Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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17. Cartas en el aire (Eva García)

“Estimada señora Francis: tengo quince años y me gustaría saber escribir para poder pedirle consejo, pero nunca me llevaron a la escuela.”
Berta termina de escurrir las sábanas y la camisa blanca de los domingos entre náuseas.
“Todas las tardes, mientras ordeño las vacas, escucho su consultorio en la radio que me regaló Don Raimundo al marcharse de la aldea.”
El retumbar furioso del hacha de su padre cortando leña trata de ahogar los alaridos que salen de la cuadra.
“Doña Elena, no sé si he hecho bien. Desde la noche en que las ánimas se llevaron al pequeño Pablo, madre ya no es mi madre y padre ha dejado de ser mi padre: solo piensa en regalarle otro bebé.”
La niña se acerca al rincón donde ella está encadenada para que no se tire al pozo y acaricia sus cabellos blancos para tranquilizarla: hoy tiene un mal día.
“Estoy deseando decirles que pronto llegará uno. Ojalá no sea un engendro, para que mamá vuelva a tener ganas de vivir y papá no se avergüence de mí. Un afectuoso saludo, B.”
Berta fantasea con que aquella voz pronuncia las palabras deseadas:
“Mi querida y valiente B.: has hecho lo correcto.”

79 Responses

  1. Me levanto temprano para ver si sorprendo a los Reyes Magos y el mayor sorprendido soy yo. Me pongo a leer y enseguida doy una voltereta en el tiempo hasta cuando todavía creía en ellos y, sentado en el suelo con alguno des mis juguetes, jugaba a los pies de mi madre, mientras ella cosía o cogía los puntos a las medias, y los dos escuchábamos la radio. Aunque hay quien se empecina en que sus Majestades no podían ser Magas, gracias por el regalo.
    Besos!!!!

    1. Buenos días y màgicos reyes lagarto. Yo también tengo recuerdos parecidos de doña/don Elen@. Ayer se me ocurrió intercalarlos con historias atroces que nunca salían pero que , como el tema de las Magas, existían. Y doy fe. Besos de roscón (de dureza intermedia)

      1. Perdona, me he dejado llevar por la nostalgia y lo importante es la historia que es, en el mejor sentido de la palabra, atroz. Enhorabuena buena y mucha suerte, creo que la vas a tener. No ha sido un buen año de roscón, pero los besos de un seis de enero tienen que llevar aroma de azahar. También para ti.

          1. sin gluten? Un reto… pero las torrijas son tuyas, solo tienes que avisar con tiempo. Ya sabes cuanto añoramos el mar los madrileños, me quedo esos besos por otros con un toque de canela…
            Siempre a tus pies…

      1. Muchas gracias Mercedes. la radio me ha acompañado desde que me alcanza la memoria, lo sigue haciendo y preveo que lo hará mucho más allá de donde lo hagan, la tele, internet o un buen libro. No imagino mi vida sin radio. Un cariñoso saludo también para ti.

  2. La España oscura y profunda a través de las ondas del consultorio de la señora Francis (que mucho años después se supo que no era tal señora la que elaboraba las repsuestas nacionalcatolicistas, sino un caballero calvo y con bigote). Magnífica historia, muy bien contada y con esa estructura de intercalar la voz de las ondas con el cuento, en la que, por cierto, coincidimos este mes.
    Suerte y espero que los Reyes te hayan dejado muchos regalos, aunque no hayas sido buena, bueno escribiendo sí.

    1. Felices Reyes, Rafa. Y no solo un señor sino además cura, dicen. La estructura de intercalar ondas con hechos la tenía perfilada en mi primer intento de relato, pero Juan Antonio se me adelantó, así que decidí intercalar pensamientos radiofónicos. Y yo siempre soy buena, que lo sepas. Bueno, escribiendo, no tanto como tú. Besos.

  3. Calamanda Nevado

    Eva, llevas razon, no era lo usual hablar de estos temas en el programa. Bien ambientada tu historia. Suerte y saludos. Feliz año

    1. Hola Calamanda, Feliz año. El programa duró muchos años y tuv varias voces. Las respuestas eran elaboradas por un equipo y por un periodista segú épocas. Y los temas peliagudos no sé si los tratarían o contestarían en privado, pero nunca en antena. Gracias y besos.

  4. Debo de ser una desalmada porque lo primero que me viene a la cabeza es el queso de Arzúa tan rico que se podría hacer con la leche que ordeñaba la pobre niña. Y no sé qué me gusta más, el queso o el relato… 🙁

    1. me temo que en estos tiempos también nos creemos cualquier cosa que salga em la tele, en las redes, en el google… Solo que ahora ya no se pide tanto ocnsejo. Gracias Carmen y un beso.

    1. Sabes que no doy miedito, que en el fondo soy como un cardito dulce. Lo de las profundidades está ahí, no vale cerrar los ojos ni chapotear en la superficie para quedar bien. Hay que bucear.
      Tú si que asustas, monstrua, dónde vas a llegar… besos y gracias.

  5. Gloria Arcos Lado

    Opino lo mismo que Arantza. Galicia profunda, con sus historias atroces que muchísimas veces superaban a la ficción.
    Un muy buen relato el tuyo que conmueve el alma y nos lleva al pasado donde todo era medido, y donde por supuesto este caso nunca lo darían a través de las ondas.
    En la España franquista esto jamás ocurriría, como se te puede siquiera pasar por la cabeza…
    Enhorabuena paisana. Nos has puesto muy alto el listón.
    Besos para todos en este nuevo año 2016, que esperemos sea más generoso que el ya olvidado de 2015, de otra gallega de pro, Gloria.

    1. Gracias Gloria. En realidad solo soy paisana tuya de adopción como tú mía de lo mismo. En este país parece un deporte nacional mirar para otro lado y sacar pecho para aparentar. Ojos que no ven, oídos qu eno oyen… Besos grandotes.

  6. Mar Horno

    La radio llenó toda mi infancia. Mi madre la tenía puesta todo el día y esas siestas de calor, y el programa de Elena Francis, con aquellos historiones. Como la de tu microrrelato. Muy duro, durísimo. Y que ocurren, ocurren de verdad. Enhorabuena. Un abrazo.

    1. Mar, que te acerques a mi texto a comentar es un premio en si mismo y me llena de orgullo. Muchísimas gracias. No imaginas lo que he pensado en tu perro flaco estas Navidades, espero que llegue tan lejos como un galgo. Un abrazo.

  7. Ángel Saiz Mora

    El consultorio de Elena Francis murió por la evolución de la sociedad, al importar menos ese miedo al qué dirán, al desarrollarse la independencia y el buen criterio, que no necesitaba en absoluto de consejos paternalistas, aunque con voz femenina. Lo que no queremos que termine son los relatos con los que nos obsequias, como éste, truculento bajo la apariencia de una carta inocente.
    Un abrazo, Eva. Suerte

    1. Estoy de acuerdo contigo, Ángel, en lo esencial, aunque no creo que la gente haya dejado de buscar consejos, de otras maneras, sí, paternalistas quizá no, pero todos necesitamos a veces que nos apoyen, que nos escuchen, que nos aclaren la mente. Sospecho que hoy hay muchos foros que cumplen la función de la Francis y , detrás de la pantalla, la gente se escuda para contar sus dramas a los demás, expertos o no. Gracias por tus palabras, un beso, y suerte a ti también, que no la vas a necesitar.

  8. Hola Ana. No dejemos que la maldad oculte siempre la bondad, que también existe y mucha. En aquella época era Elena Francis, ahora hay miles de programas que de igual manera manipulan a la gente, todo por el show, todo por el dinero, la audiencia, el márketing… ¿No son montajes que arrastran multitudes crédulas los Sálvame, los Gran Hermano? Seguro que muchas mujeres hallaron consuelo o alivio en este tinglado y se desahogaron de cosas que no podían contar a nadie, ya sabemos por qué. Como te dije por ahí abajo, no había leído tu texto, sino, quizás, me hubiera planteado otro tema para el relato. Pero me pudo. Detrás del relato existe una verdad, una triste verdad que tenía ganas de sacar a la luz y no tan lejana como he intentado ambientar. Hay muchos monstruos, pero también hay mucha gente buena: que sus actos no queden en el olvido arrasados por el morbo de lo cruel. Por lo demás, como siempre, agudísima y sensible a la hora de interpretar lo escrito. Un beso, Ana.

  9. Ana, más que la sociedad yo creo que el que no cambia su esencia es el ser humano que la configura. La utopía de unos lo es por la estrechez de miras de la mayoría, por el ego enorme de cada uno que antepone su efímero bienestar al bien común. ¿Qué más da que el planeta se destruya si yo gano mucho dinero los pocos años que voy a vivir? Y los demás, pues no quieren ser menos…todo está montado en esa dirección y no en la otra. Pero no vamos a arreglar los problemas del mundo desde aquí. En lo que estoy muy de acuerdo contigo es en que la gente de verdad, la gente auténtica, es la que lo demuestra con hechos, sin palabrerías que traten de reafirmar la imagen que tienen de sí mismos o pretenden que tengan los demás. Y cada vez, por desgracia, hay más ‘postureo’ de ese calibre. Vivimos en un mundo de apariencias, de pequeños egos venidos a más, de superficialidad, de inmediatez. En fin. Un beso más.

  10. María Jesús Briones

    Elena Francis, todo un icono de post-guerra.
    Habrá muchos lectores que se emocionen al recordarla.
    Suerte, Eva.

    1. Hola María Jesús. Pues no sé si se emocionarán o no, para mi es como una musiquilla de fondo que me recuerda a mi abuela, siempre pegada al transistor. Gracias y un abrazo.

  11. Yolanda

    Excelente Eva, que sepas que me alegro de que me hayas robado la idea, porque la mía no le llega a esta a ni a la planta del pie.
    Duro y muy bien llevado, me gusta la idea de que la carta no llegue a escribirse, que la autora no sepa escribir, es un puntazo.
    Voy a ver si se me ocurre otra idea.
    Enhorabuena por el relato que llegará alto.

    1. ¿Que yo te he robado qué? Aquí hay que disparar rápido, que sino… Yo leí el relato de Ana por ahí en los comentarios después de subirlo… ¿le robé algo? Nah, seguro que no somos las únicas tres que han pensado en ello. Pues a mi me gustaría leer esa historia que tenías, es más no sé por qué tienes que cambiarla: las ondas de radio llegaban a muchos rincones y con ellas la voz de Doña Elena, así que es un tema del dominio público. Y muchas gracias por tus generosas palabras. Un beso.

  12. Yolanda

    Uyyy vaya birria de comentario que he hecho, repito «idea» mil veces, casi tantas como Franco Battiato en su cancioncita de la idea… En fin, que anda una espesa y que eso que yo tenía mi carta a Helena Francis pero mucho peor que esta.
    Besos.

  13. Yolanda Nava

    Os acabo de leer Eva y Ana. Lo de «robar» va en tono de broma, eh. La verdad es que como bien dice Ana, todo está escrito. El mío ( lo digo sinceramente) era flojillo, así que como la radio da mucho juego y hay tiempo, voy a darles tiempo a las musas a ver si me iluminan con otra idea.
    Besos dobles, guapas.

  14. Salvador Esteve

    Una niña con una carga física y emocional demasiado pesada, se le ha negado el acceso a la educación y se ha impuesto ella misma una responsabilidad que atenaza su existencia; a gritos pide ayuda en su mente. Estremecedor, Eva, me ha encantado. Abrazos.

  15. No conocía la verdadera historia de la famosa Francis, y me alegra mucho que la hayas traído a colación con este estupendo relato, ya que no se entiende la radio sin ella, aunque con el paso de los años la sucesión de generaciones la deje un poquito más en el olvido. Un relato lleno de matices que lo enriquecen muy mucho. Mucha suerte 🙂

  16. Mª Belén Mateos

    Tremenda vida la de tu protagonista. Una infancia sin estudios, dura en los quehaceres diarios y además se siente responsable de la desgracia de su madre y obra en consecuencia, sin saber realmente lo que hace.
    Pedir consejo o más bien aprobación es lo que busca en el consultorio de aquella Francis que recuerda otra época, la de nuestros abuelos.
    Una historia con un fondo muy profundo y oscuro que has sabido de manera fantástica contárnosla.
    Me gusta la idea, la narrativa y el relato en todo su esplendor.
    Un beso Eva, suerte.

  17. Modes Lobato Marcos

    Unas gotas de Pascual Duarte, otras de la película «Furtivos», un paseo de Buñuel por las Hurdes y la España profunda estalla frente a nuestra mirada.
    Truculento relato y, de fondo, el corazón y la conciencia de una adolescente suplicando que la consejera de todo un país, le diga (respondiendo a una carta jamás enviada) que ha obrado correctamente.
    Tela.

  18. Ana Fúster

    El relato te ha quedado redondo. Los párrafos de esa carta jamás escrita lo estructuran perfectamente y la historia va formándose gota a gota hasta golpearnos en la cara. Muy bueno, Eva. Besos y suerte.

  19. María José Escudero

    La protagonista sueña con un simple gesto de aprobación para poder salir de ese mundo de aislamiento y marginación. Como dicen por ahí, lo que necesita es amor. Una historia inquietante y oscura, pero magnífica.Besos y suerte.

    1. Gracias María José. Todos necesitamos amor y , a veces, cuando el mundo nos inmoviliza los hombros con su peso, el apoyo de los demás, cómo no, para seguir adelante. Besos.

  20. Izaskun

    Muy buen relato Eva. Bien narrado, bien estructurado y sobre todo estupendo el personaje principal. Esa niña con una carga demasiado pesada sobre sus hombros, una cría que no tiene a quien recurrir y acude a la radio…
    Un besote, artista.

    1. Gracias Patricia! ¿Te visibilizarás en breve para mi? Ojalá.He leido el tuyo y también me ha encantado. A ver si tengo un rato para comentaros a algunos… Besos y suerte a ti también.

  21. Reve Llyn

    Me ha dado dolor de ojos y de alma leer tu relato. Esa España (digo yo España, pero podría ser caulquier otro lugar) profunda, supersticiosa y oscura.

    1. Hola guapa, muy generosos me parecen tus deseos para mi. Tengo un amigo lector de ediciones ENTC que siempre me dice que por qué apenas hay relatos de humor, como el tuyo. Besos y gracias

  22. Más allá de la muleta de Elena Francis, me ha parecido un relato excepcional, Eva, cosa, que por otro lado, no es nada excepcional en ti.

    Quiero destacar esa manera tuya de envolver al lector en una trama que vas descubriendo frase tras frase, implacablemente, hasta ese desenlace que, por mucho que no quieras admitir que sea posible, terminas por aceptar (qué remedio, con lo bien que lo cuentas).
    Saludos cordiales, Reina de las Salamandras.

    1. Gracias por tus palabras Carles. Muletas o no, cuando te viene una idea a la cabeza es difícil esquivarla, y en este caso traté de buscarle otro jugo desde la no-realidad del intercambio. Besos sin corona 😉

  23. Enrique Mochón Romera

    Uff, qué terrible realidad has pintado, Eva. Me encanta además el modo en que lo has hecho, incluido el eficaz vocabulario que has usado. Un magnífico relato, sin duda. Enhorabuena y saludos.

  24. Hola, Eva.

    Sencillamente genial.
    Desde esas pinceladas del principio a la España más negra del siglo pasado hasta el recorrido de tus palabras.
    Un micro desgarrador.
    A mí la frase final me ha puesto los pelos de punta.
    Enhorabuena, tía GRANDE.

    Besazos

  25. Eva, con 76 comentarios, ya se habrá dicho de todo… yo no hablaré de tu micro, si no de cómo me has dejado después de leerlo… helada, sobrecogida y conmovida.
    Te felicito por escribir así.
    Un abrazo y nada de suerte, que de esa, estamos otras mucho más necesitadas…. 😉

    1. Pues, si mis letras te han hecho sentir eso, me doy por afortunada, Rosy. Lo de los comentarios ni caso, que la mitad son míos, jajaja. Pues mi suerte que sea para ti, aunque de eso nunca sobra. Un beso y gracia spor pasarte poir aquí.

  26. Me da rabia no tener tiempo para leer cuánto bueno se puede uno encontrar en ENTC. Ojala un día desaparezcan los comentarios aduladores que hacen que todo tienda a ser extraordinario. Es imposible que te gusten todos los relatos, por lo tanto no son creíbles los comentarios. Por eso me cuesta decir que no me gusta un relato, pero engañar al escritor creo que es peor. Por todo ello, y sabiendo que nunca halagaré un relato que no me guste, debo confesar que tu relato, Eva, me parece extraordinario, con una historia a dos planos, uno real y el otro imaginario (pues esa carta nunca se leyó por la radio pues no sabía escribir), en la que lo cuentas todo como gusta a muchos, sugiriendo, sin decir, además, sin necesidad de ser adivinanzas o enigmas. Por todo ello, y sin haber leído todos los de este mes, sospecho que estarás en el libro de este año con este relato. Felicidades, y nos vemos en ná.

    1. Un honor tus palabras y el gesto de acercarte a mis cartas. Muchas gracias Javier por todo ello. Sí, nos vemos en breve y un añito mas viejos los dos. Lo de estar en el libro ya es harina de otro costal. Un beso.

  27. Antonia

    Que duro y que bien llevado. Cuanto mostrar sin decir y sobre todo que magnífica voz esa carta mental, con respuesta incluída. Fantasía y maestría, sí señora. Mucha suerte y abrazo.

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