Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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31. CARRERA DE MESA. (LUIS JESÚS GORÓSTEGUI UBIERNA)

Los participantes se sitúan en la línea de salida; suena la campana y se inicia la carrera. El número 3 toma la delantera aunque el 5 consigue igualarle, mientras el resto les persiguen con inusitado esfuerzo. Sin embargo, a media carrera, el número 4 esprinta de forma desconcertante y toma la delantera en dura riña con el número 1 que le empuja de forma descarada; el público abuchea. En el último tramo los cinco corredores se disputan heroicamente el triunfo. Finalmente el número 2 vence por medio cuerpo de ventaja; el público lo festeja.
– ¡Cuidado, que viene! –avisa de repente un anciano de la primera fila del público.
– ¡Rápido, recogedlos, que no los vea! –recomienda una mujer desde la segunda fila.
En eso una enfermera con aspecto de sargento de artillería se acerca con paso decidido.
– ¡Otra vez!… ¡no les tengo dicho que están prohibidas las carreras clandestinas!… ¡y cuántas veces les he dicho que no se juega con la comida! –les regaña la enfermera de la residencia geriátrica mientras recoge a los cinco caracoles–; ¡denme el resto, son para la cena de esta noche!… y limpien la mesa de las babas de los corredores, ¿quieren?

13 Responses

  1. Calamanda

    Luis Jesús, cómo has jugado con las situaciones, llevando el relato por distintos derroteros. Suerte y saludos

  2. Me has arracando una sonrisa y me has engañado por completo. No me espera ese final. La locución de los últimos metros de las que escuchas por la radio y te pone de pie. Mucha suerte !!

  3. María José Viz Blanco

    Jajaja, los ancianitos tienen que divertirse de algún modo… Sorprende el giro final y resulta divertido, Luis Jesús. ¡Felicidades!
    Un fuerte abrazo.
    María José

    1. Muchas gracias, María José. Me alegro que te guste y te haya sorprendido el giro final…, y eso que no hemos visto como, cuando se marchó la enfermera, los ancianos sacaron los saltamontes para celebrar la prueba de salto de altura, jajaja…
      Un abrazo.

  4. José Ignacio

    Muy bueno!!!! Precisamente en el pueblecito que tengo al lado, es tradicional hacer una carrera de caracoles todos los años. Y de burros, dicho sea de paso.

    Lo de la enfermera con aspecto de sargento de artillería es superior a mí, creo que se hayan oído mis carcajadas en 10 Km a la redonda!!! 😉

    posdata
    ¿salto de altura? ¿estáis seguros? ¿no será longitud? 😉

    1. ¡Muchas gracias, José Ignacio! me alegro que te guste mi relato.

      Lo de la enfermera también me hizo mucha gracia mientras lo escribía, y que conste que lo escribí como toque de humor, que no se me enfade ninguna enfermera, que las tengo mucho cariño: desde aquí quiero expresar todo mi apoyo y aprecio a su inestimable labor en el cuidado de los enfermos.

      En referencia a los saltamontes te aclaro que algunos participan tanto en salto de altura como de longitud; al igual que algunas pulgas, sobre todo las provenientes de los burros del corral cercano a la residencia.?

      Un cordial saludo.

  5. Hola Ana. Muchas gracias, me alegra que te guste.
    Pero…¡no, por favor, que no se enfade ninguna enfermera, por favor! Ya lo he dicho antes: «…que conste que lo escribí como toque de humor, que no se me enfade ninguna enfermera, que las tengo mucho cariño: desde aquí quiero expresar todo mi apoyo y aprecio a su inestimable labor en el cuidado de los enfermos.»
    Un saludo.

  6. Jesús Garabato Rodríguez

    Aunque los pobres animales solo actúan como coprotagonistas mudos, casi podríamos considerar este divertido relato como una fábula, ya que nos enseña que con las cosas de comer no se juega, y menos, a esas broncíneas edades. Saludos.

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