Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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71. La reina yerma

Había sido repudiada por no haber podido engendrar al heredero. Los consejeros del monarca, los cortesanos y el galeno real consideraron su infecundidad una cuestión de Estado. «Repudiadla, majestad, es yerma…». Así fue desterrada a una mísera cabaña en los confines del reino.

De inmediato, se ordenó un nuevo matrimonio para el monarca. La elegida, una enigmática joven emparentada con los más ilustres nobles. En dos semanas se celebraron los esponsales y siete meses después parió un niño…

La esposa estéril supo del alumbramiento y, abandonando cualquier esperanza de que el soberano dispusiera repatriarla, claudicó en los lechos de contumaces pretendientes. Al poco tiempo quedó encinta. Tras la confusión inicial, sobrevino la ira…

Coincidiendo con el baile de disfraces de palacio, se presentó ante todos con su hijo en brazos dispuesta a resarcir su honor. Cuando el soberano los tuvo delante sobraron explicaciones. Ambas figuras narraban la historia del engaño…

Una a una, fueron rodando las máscaras de los conspiradores, junto a sus sesgadas cabezas. El monarca, reo de cobardía y sabedor ahora del fraude, no se atrevió a pedir perdón a su reina, tan solo, arrodillado, ansió besar su sombra mientras ella le daba la espalda con orgulloso donaire.

77 Responses

  1. Blanca Oteiza

    Muy buena la historia. Pues bien me parece que tuviera que arrodillarse él para pedir perdón. Me gusta que al fianl se aclaren las cosas y se sepa la verdad.
    Un saludo

  2. Muy buena historia, me encantó. Y mas eso de que después de repudiar a la «yerma» se casada de inmediato su majestad y que su tuviera descendencia a los siete meses, que rapidez de embarazo real. El final majestuoso, no podía ser mejor.

    Besos.

  3. Towanda, te has hecho esperar pero como era lógico ha merecido la pena, me ha gustado mucho. Al hilo de lo que leo últimamente, historias de otras épocas. Auténticos cuentos de toda la vida.
    Felicidades guapetona. Y feliz finde.

  4. Ángel Saiz Mora

    Al final la verdad siempre prevalece. Qué presión para las pobres reinas, cuyo único objeto en la vida era quedar encintas de un pelagatos por muy rey que fuese. Frente a ella, ese monarca, al que se le supone sabio y nada sabe, que se rodea de inútiles consejeros o, directamente, de conspiradores, y que no es capaz de sacudirse el orgullo para proferir una disculpa. Lo mejor, la dignidad final de la ex-dama y el lenguaje cuidado que empleas. Muy buen relato, sí, señor. Saludos.

    1. Hola, Ángel.

      Lo que dices no creas que es un pensamiento caduco sino en plena vigencia. Creo que así fue, así es y así seguirá siendo con personajes como el de este minicuento… Haría falta que surgiesen damas, como esta reina, que supieran ponerse a cada uno en su sitio.
      Un abrazo y gracias por comentar.

  5. Qué fácil es ser rey y castigar a otros por lo que no tiene importancia; qué fácil es ser rey para no saber nada de nada, ni siquiera la diferencia entre siete y nueve: así siempre, cometiendo errores que pagan otros. Ojalá exista una venganza.
    Un saludo, compañera
    JM

    1. Hola, Juan M.

      Facilísimo, así somos reyes/reinas cualquiera de nosotros. Este pobre hombre, porque en el fondo era un infeliz, le bastaba su ascendencia real, su sangre azul, su no distinguir que entre 7 y 9 hay otros dos meses, para ocupar un puesto tan importante como era el suyo… Anda, pues igual que en la actualidad.
      Abrazos, compañero.

  6. Esperanza Tirado Jiménez

    Una mezcla entre Lorca y Los Tudor (al rey le he puesto la cara de Jonathan Rhys Meyers). Muy valiente esa reina volviendo a reclamar su sitio.
    Suerte.

    1. Hola, Esperanza.

      Guau, con la cara de Jonathan Rhys Meyers… daba igual que fuera bobo y que no se enterara de nada. Yo le veo más como Gabino Diego, ¿qué piensas?
      La reina, en su sitio, con un par.
      Gracias, bonita.
      Un besazo.

      Me voy pensando en Meyers…

  7. Modes Lobato Marcos

    Ay, los reyes…
    Y los hijos de los reyes…
    Y los yernos de los reyes…

    Vaya, vaya, así que la culpa era del pájaro.
    Gran relato del que destaco varias cosas, por un lado el giro argumental y la dignidad de la señora y, por otro, el cuidadísimo lenguaje del que has hecho gala para narrar la historia.
    Besos y suerte .

  8. Salvador Esteve

    María, intriga palaciega con un final sorprendente. La expresión «reo de cobardía» me ha gustado mucho. Muy bueno. Abrazos.

  9. ¡Cómo llamar micro a un RELATAZO como éste!. Muy buena historia, mejor contada y con un broche final de diamante. La imagen de las máscaras rodando con sus correspondientes cabezas, ¡fabulosa!
    Enhorabuena, Towi, el jurado ya debe haber tomado nota. Este mes en un tercio lo tiene fácil.
    Besos.

  10. Eva García

    Hola Towi, me gustan los finales justos y felices, yo también habría dejado al rey tratando de besar mi sombra, ja,ja,ja. Esas máscaras decapitadas una imagen ‘refrescante’ que ojalá se repitiera en nuestro mundo, aunque no fuese literalmente. Yo me voy con mis spaguetti. ¡Suerte y un beso guapa!

    1. Hola, Eva.

      A mí también me gustan los finales felices, aunque sea sin perdices… en nuestro caso con pasta (macarrones y spaguettis).
      Gracias, resalá.
      Un besazo.

  11. Luisa Rodríguez García

    En la fiesta cayeron las máscaras y quedaron a la vista las miserias del rey y de su séquito. Me gusta tu cuento con final feliz. Un abrazo Towanda. Un abrazo

  12. Virtudes Torres

    Querida Towanda.
    Esto es insuperable. Me gusta tu relato, no sabes cuánto.
    Esa mujer de estéril, nada, una mujer de armas tomar.
    Y el rey… tenía cabeza, para la corona y algún adorno más.
    Buenísimo.
    Eres mi campeona. Besos

    1. Hola, Virtudes.

      Eso es. De estéril nada.
      Jajajaja, el rey, como bien dices llevaba su corona y una osamenta de carnero (por lo menos).
      Gracias, guapa.
      Unos besos.

  13. calamanda

    (Towanda) Bien por la valentia de ella, bien por que la verdad salga a flote y bien por tu forma de contarlo, a la usanza clásica, Suerte y saludos

    1. Hola, María.

      Se merecía un final feliz.
      Ahora me han dicho que ha hecho fortuna y se ha comprado un título nobiliario. Creo que vive como una marquesa…
      Besos.
      Gracias.

  14. Siempre las mujeres fueron víctimas en toda la historia de la humanidad. Todavía lo son en los países árabes y en Asia y no te digo nada de Latino américa. El rey tomó su merecido. Towanda, un relato escrito con mucha maestría. Un fuerte abrazo, Bonita, Sotirios.

    1. Hola, Soti.

      Sí, desgraciadamente, eso es cierto. Las mujeres llevamos esa pesada carga ancestral… Ojalá que algún día cercano todo cambie en nuestro favor.
      Hace una semana fue el día internacional en contra de la mutilación genital femenina; la mayor de las aberraciones contra las mujeres.
      Gracias, Soti.
      Un beso GRANDE.

  15. Juan Antonio

    Towanda. Igual te me pones una cinta en la cabeza y metralleta en brazo vas de cacería que te me vistes de cortesana y nos obsequias con este lujo de relato. Lo sé, lo sé. Piensas que soy un exagerado. ¿Pero que puedo hacer yo?. Te prometo que entro a tus escritos con el cuchillo en la boca dispuesto a coserte a puñaladas (cariñosas, ¿eh?) pero luego leo lo que leo y se me cae el cuchillo, la baba, los arrestos… Olé. En serio. Me ha encantado: por lenguaje, por como pones en situación, por la divertida historia de enredos que explicas… Enhorabuena una vez más y suerte que otra vez apuntas alto 🙂

    1. Hola, Juan Antonio.

      ¡¡Tómate algo, que está pagado!!
      Bueno, pues ¿qué te digo yo..? Ejem. Gracias.
      Me alegro mucho de esa visión que has dado mía con la cinta en la cabeza y la metralleta en los brazos, jajajaja, al más puro estilo Rambo.
      Este tipo de convocatorias es un modo de ponernos a prueba y de imaginar situaciones entretenidas. Si se gana o no, no me preocupa tanto como conocer a personas interesantes con las que compartir la afición por los cuentos… Ah, ahí te encontré a ti, de lo cual me alegro muchísimo.

      Un beso muy grande.

  16. Ana Tomas Garcia

    Qué pena que siempre el más pánfilo tiene la vara de mando, lo mejor es que la guinda se la come ella, sí señor. Un beso para la justiciera del reino.

  17. Esther Gomez

    Hola Towanda! Felicitarte por este pedazo de relato cuya historia te lleva a palacios, conspiraciones y a repudiar a quien no deben. ¿Porque en las historias de infertilidad siempre es la mujer en la que recaen todas las sospechas? Maravilloso final de orgullo y donaire.
    ES un placer leerte.
    Muchos besos Guapetona

    1. Hola, Esther.

      Esa misma pregunta me hago yo y la respuesta es porque las monarquías eran -en su época- burdos laberintos de machismos florecidos. Y me quedo tan ancha, jajajaja.
      Un beso muy grande, guapetona.

      Y graaaaacias.

  18. María Elena Sánchez Álvarez

    Hola Towanda, después de todo, la verdad al descubierto y con un final feliz. Te felicito, has escrito un relato muy bien narrado que me ha gustado mucho.
    Suerte guapa
    Besos

  19. Una relato de lujo, porque la palabra microrrelato se queda corta para tan monumental historia de corte. Y queda ese regustillo de final feliz y honra recuperada, porque yerma siempre ha sido insulto-arma arrojadiza y no debería ser así, ni nosotras como mujeres permitirlo.
    Cada día escribes mejor y eso es casi imposible cuando se tiene ese nivelazo desde siempre. Me gusta, me encanta…todo lo que escribes y sobre todo como lo escribes. Y que te quiero mucho preciosa.

    1. Hola, Neuri.

      Jóoooo, muchas gracias…
      Yerma, infértil o estéril has sido desde siempre insultos hacia las mujeres, al igual que solterona, pero esta DAMA con mayúsculas no está dispuesta a dejar su honra dañada.
      Me subes el ánimo tanto que ahora estoy en el piso de arriba y no sé si puedo bajar a preparar la cena, jajajaja.

      Muchos besos, guapa.

    1. Hola, Anna.

      Te agradezco mucho tus palabras porque una nunca sabe cómo resultará una historia que, aunque en la cabeza está bien hilvanada, al publicarla y ponerla a disposición puede ser un fiasco.
      Un beso.

  20. Rafa Heredero

    Las historias de las conjuras de palacio siempre dan mucho juego. ¡Cómo nos gusta ver sufrir al poder!, pero sobre todo a aquellos que buscan ser favorecidos por él a costa de los demás. Deberían acabar todos como los de tu cuento. Buena reivindicación además de la mujer, tan castigada a lo largo de la Historia por estas cuestiones.
    Suerte y saludos.

    1. Hola, Rafa,

      Ya lo creo que dan por eso hay tanta literatura de intrigas en estos espacios palaciegos.
      Nos gusta, efectivamente, ver sufrir al poder y -en mi caso- encumbrar a una mujer… que ya llevamos muchos siglos de sometimientos.
      Gracias, resalao.

      Un abrazo.

  21. Mel

    Hola Towanda,
    interesante cuento con las máscaras de las mentiras reales. Me gustan las historias y conspiraciones palaciegas, pero… por qué haces dar a luz a la nueva reina con 7 meses ¿?, mal consejero casó a un Rey con alguien ya embarazada, no me parece una situación verosímil. Lo de que él es estéril, queda claro, aunque también se me hace difícil de creer que una vez al corriente del engaño pida perdón (por la época más que nada). Me gusta, eso sí, el homenaje a las mujeres y sus revindicaciones. Estamos preparando una obra de teatro para el día de la mujer, hoy en una frase lapidaria una de mis compis ha dicho «¿por qué todo lo que es malo, lo llamamos ‘coñazo’, y todo lo bueno ‘cojonudo’ o ‘es la polla'» -con perdón- a ese tipo de cosas me refiero.
    Abrazotes.

    1. Hola, Mel.

      Mal consejero casó al rey con una embarazada… mal consejero, efectivamente, y buen conspirador. Evidentemente, el rey no era muy listo y se lo tragó. No sería el primero de la historia con pocas luces.
      El micro pretende contar una intriga para echar a una reina que no era del gusto de la corte y sentar en el trono a una joven más acorde con los planes de los consejeros del monarca.
      Pero, Mel, el rey no le pide perdón… se arrodilla y le besa la sombra.

      Estoy contigo en eso del «coñazo», ¿dónde hay que firmar?

      Muchas gracias por tu comentario, guapa.
      Besos.

  22. Hola, Towanda:
    Me ha entusiasmado tu relato, por el lenguage tan escogido, por la ambientación tan lograda, y por ese final tan redondo que te deja al leerlo el buen sabor de la justicia. Vaya, un relatazo. Enhorabuena y suerte, que sería también de justicia. Un beso

      1. Hola, Juana.

        No te preocupes por la «g», no me había dado cuenta.
        Me alegro de que te haya gustado el cuentecillo.
        Ah, y suerte ya la tengo con tant@s amig@s y tan fieles.
        Gracias, Juana, y besos a tutiplén.

  23. Muy bueno tu relato Towanda. Como te he dicho en el blog, me parece un relato de los de antes y con muy buen mensaje. Eres fabulosa.
    Enhorabuena y suerte.
    Besicos muchos.

  24. Conociendo las pasiones que levantas, ¡vayas donde vayas!, antes de salir de casa me he puesto mis zapatillas maratonianas y aún así, llego agotada… ¡madre mía!, voy a sugerir a Jams que en tus entradas ponga un ascensor.
    Y todo este rollo? pues para decirte que aparte de deleitarnos con esta maravillosa entrada (cierta duda, ya me ha quedado clara) que me encantas y que ser tu amigüita es todo un honor, que lo sepasssss
    Suerte, mi niña, aunque escribiendo como escribes… no la necesitas.

  25. Jajajaja, Rosy, eres la caña…
    Claro que somos amigas y para mí es un honor, más que la llave de oro de mi ciudad, más que el título de Miss España, más que todo eso es poder contarte entre mis amigos, que lo ssssshepas (así con deje macarrilla).

    GRacias, Rosy, y quítate esas zapatillas que no hay pá tanto.
    Besos, bonita y enhorabuena por la traducción de tus micros.

  26. Raquel Ferrero

    Que buena historia, Towi, que bien contada y que buen final. Ole, ole y ole. Te salen solas las historias, tienes un arsenal dentro, solo hay que poner la mecha y explotan como fuegos artificiales. Gustazo leerte. Muac, muac.

  27. Towanda, que interés tuyo, en proteger a la «yerma», un poco tonta es, por esperar a que fuera llamada a palacio, ese tío no se lo merecía. La historia está un poco sesgada hacia tu orilla, porque el rey es un «huevón» y un «polla boba». Ya ves que los atributos masculinos se usan despectivamente muchas veces. «Teta novicia» es algo bueno o no. Exageráis un poquito.
    Un beso

    1. Hola, Epi.

      A veces, sí exageramos, pero es que cuando nos juntamos unas cuantas chicas lo que más nos gusta es poner verdes a los chicos…
      ¿Sesgada hacia mi orilla? Claro que sí, para eso soy su dueña.
      Gracias, Epi.
      Besos.

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