AGO71. CONTRASTE, de Antonio Ortuño Casas
Ahora mismo frente a la inmensidad del horizonte azul, nutrido por un extenso mar, casi infinito, desde esta posición privilegiada adornada con verdes árboles, frondoso litoral marino con arena blanca donde los cangrejos corretean por ella y los pelícanos revolotean en el aire, limpio, tan amplio como ese extenso mar, y ambos frente a mí me hacen sentir tan dueño del lugar que no tengo más opción que parar esta larga frase y disfrutar a cal y canto, mejor a tierra, mar y aire, porque de lo contrario nunca acabaría de decir y preguntarme por qué volver adonde no hay azul, ni verde, más que un horizonte lleno de gris, plástico, desechos y sobre todo incomprensión, y lo que es peor indiferencia y conformismo, mucho.
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La misma pregunte me hago yo, aunque me viene a la memoria esa parodia del argentino que fue a vivir a Canadá y comenzó hechizado por la nieve, los ciervos, el paisaje de postal navideño y terminó haciendo las maletas de vuelta con un monumental cabreo.
-Goza del Caribe mientras puedas, hermano.
Saludos
Lo gozo siempre que puedo, antes de que se lo carguen. Gracias por tu comentario. Antonio
Sin comas ganaría más en sensación de agobio y sería una prueba para los pulmones de un lector 🙂
Buena pregunta y buena reflexión. Encuentra la respuesta óptima y !adelante!
Lo estuve pensando antes de enviarlo, pero me dije que no sería buena idea que alguien muriera ahogado en el intento. Gracias por tu comentario. Antonio
Un ejercicio de virtuosidad, esta única frase, tan coherente y fluente. Conseguiste describir un mundo en una frase, Antonio.
Suerte.
Gracias Nicoleta por tu comentario. Que siga el mundo, mejor si es posible, y que se llene de frases, relatos, novelas, la narrativa en general que nos permite expresarnos, antes de lo que se está llenando. Antonio