Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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5. Cómo me la maravillaría yo (Jesús Garabato)

Cómo aplaudían. Ante el espejo del camerino, aún saboreo sus vítores entusiastas. Definitivamente, he alcanzado mi meta. Atrás quedan mil sacrificios y, también, infinitos desprecios. Aunque desearía borrarlos de mi mente, me fortalece recordarlos. Mi padre y su frustrante incomprensión. Las recurrentes burlas en el pueblo. La decisión de marcharme y la vergüenza que por mi causa sufrió mi madre. Y tantos representantes a los que supliqué y que, luego, decían no entender mi arte. Solo mostraban interés por la belleza de mi cuerpo esbelto y joven ¿Y el duende que emana de mi cante? ¿Y mi maestría a la hora de bailar? Pero, hoy, tras toda una vida de trabajo y sinsabores, recibo mi recompensa. El respeto. Los aplausos. No cesan de aclamarme. Ansían volver a gozar de mi presencia. Saldré, pues me debo a mi público. Gracias, Dios. Al fin, soy una estrella.
─A ver, hostia, ¿a qué coño esperas? ¿O es que no oyes como esos degenerados mierdosos te reclaman? ¿Quieres salir de una puta vez? Y ponte bien esa andrajosa peluca, joder, que das asco. Sal ya, cojones. Y sonríe, jodido marica.

46 Responses

  1. María José Viz Blanco

    Si ya es dificil el mundo del artisteo para cualquiera, más si se trata de un homosexual, tal como reflejas en este magnífico relato. Nos introduces en la sordidez y en ls falsas ilusiones y yo te felicito, Jesús, porque sé que eres concienzudo en tu escritura y aquí has hecho una obra brillante.
    Besos y enhorabuena.

  2. J. Ignacio

    Eres tremendo. Nos haces creer que esos delirios de grandeza son ciertos, una especie de largo camino que se ve recompensado y, al final, ese promotor, representante, agente o de quien demonios se trate, pone las cosas en su sitio bajándonos a todos (artista y lectores inclusive) de la ensoñación a la cruda realidad, y dejando bien a las claras de qué iba todo esto.

    Puedo comprender que el habitat natural de un artista sea el escenario, y que se tenga ‘mono’ de escenario, o que tu personaje se crea un artista incuestionable (de ilusiones se vive), y hasta que esa ilusión llegue a borrar o cuanto menos maquillar la triste realidad, pero lo más triste es pensar qué otra cosa podría hacer sino subirse a ese escenario noche tras noche.

    Dicho de paso, recuerdo que un actor veterano y reconocido, cuyo nombre no mencionaré, dijo hará un par de años en una entrevista, que no sabía qué méritos había hecho el público para que se le considere ‘el respetable’

    No te deseo suerte, simo mucha… ejem… dicho delicadamente: que acudan muchos carruajes a la puerta de tu local, una vieja expresión cuyo significado, en su momento, me explicó un mago. Pero esa es otra historia…

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Estoy de acuerdo con ese actor. Yo, como público ¿tengo que tener siempre la razón?, ¿aunque sea un cretino y un bellaco? Muchas gracias por desearme que me traigan mierda en abundancia. Me sonaba la anécdota de los carruajes y el efecto del paso de las horas en los organismos de su medio de tracción. Lo de que te lo explicó un mago, da que pensar, supongo que para bien. Sin bromas, muchas gracias por leerme y comentar. J. Igancio. Saludos.

      1. J. Ignacio

        Jaja, tranquilo. Había sido agente inmobiliario antes que mago, y lo último que supe de él fue que trabajaba de barman en una cafetería. Es lo

        Tras muchos años / llegó a la conclusión
        Siempre el cliente / no tiene la razón

        1. J. Ignacio

          Disculpa, no sé qué ha pasado, me encantaría echarle la culpa a Mame (o saa, a Gilda) pero igual me suelta un guantazo, así que ae la echaré a mi portátil. Completo la frase: ‘es lo último que he sabido de él’

          Los versos son de una canción de Platero, precisamente sobre un barman y su clientela. Se puede aplicar al ‘respetable’ en general… supongo.

  3. Martín Zurita

    Hola, Jesús, queridísimo Jesús Garabato.
    Cuan atinadamente has hecho bueno aquello de que cambie todo para que nada cambie, para que las cosas caminen por los habituales senderos. Qué bien manejas los dos tipos de lenguaje: el de las falsas expectativas del artista homosexual, el cómo se auto engaña el hombre(muchas veces la mentira es la manera única de seguir) con el respeto y con los plausos: el éxito; y el otro, brutal, cruel, conque le conmina su último representante o el dueño del tiberio. Ese cambio es sutil y magnífico, al igual que el título y el porte entero del relato, escrito de fábula. Tú sí que te la maravillas en estas dos caras de la misma moneda, que a ti te cae y queda de canto. Mi más sincerísima enhorabuena por este texto de relumbrón que exuda humanidad y pone sobre la mesa, por las claras, la sicología del personaje, en el que ahondas hasta el tuétano. Y un abrazo grande, muy grande, casi tan grande como lo eres tú.

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Caray, Eduardo, muchas gracias por todo. Aunque dicen que escribiendo un relato deberíamos ser sutiles y mostrar, más que decir, o que en una película de terror es mejor que se intuya a que se vea el susto o la masacre, cómo muestras que el del tugurio es un cabronazo si no es con su repulsivo parlamento. Tú si que eres grande. Gracias otra vez. Con el título quise jugar con el de la canción de Lola Flores «Cómo me las maravillaría yo» y otra de Juan Gabriel titulada, creo, «Bailando», donde repite varias veces Pero cómo me la maravillaría yo. Un abrazo.

  4. Margarita del Brezo

    Dicen que «al final el tiempo pone a cada uno en su sitio». Se me abren las carnes cada vez que escucho la frasecita y no puedo evitar pensar, con los puños muy apretados que ojalá fuese verdad.
    Un abrazo, Jesús

  5. Jesús Garabato Rodríguez

    Cómo tantos refranes y frases hechas, me da que cada uno arrima el ascua a su sardina o, simplemente, son solo eso, frases hechas. Creo que está claro que los «malos», a ciertos niveles, no sufren lo que ellos han hecho sufrir. Y te entiendo perfectamente. Muchas gracias por tu lectura y comentario. Un beso.

  6. Nuria Rubio

    Hola, Jesús
    Allá por el mes de mayo, cuando aparecí por ENTC por primera vez y con un relato fuera de concurso, tú me diste la bienvenida. Y eso nunca lo olvidaré. Por eso, simplemente por eso, ya tenías un lugar en mi corazón. En el poco tiempo que ha transcurrido desde entonces, ese lugar se ha hecho más grande…

    Acabado el preámbulo, voy directa a tu propuesta. Tu relato es sencillamente magnífico. Desde el discurso triunfal del personaje que, después de tantos pesares, se visualiza ante un público entregado a su arte (y con él lo hacemos los lectores) hasta esa voz final (genial el cambio de registro lingüístico) que recurre al insulto fácil, echando por tierra ese sueño, ese autoengaño….
    ¿Sabes? Yo creo en una continuación del relato: una en la que los aplausos sean de auténtico reconocimiento y voces como esa se apaguen para siempre.
    Mi más sincera enhorabuena y toda la suerte del mundo.
    Un afectuoso abrazo.

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Cómo eres, Nuria. Me dejas de piedra con las maravillosas palabras que me dedicas. Desde hace un año y medio ENTC es algo importante en mi vida. A mi también, desde el principio, me trataron bien y me reconfortaron leyendo y comentado mis relatos. Aparte de para obligarme a escribir, quise devolver ese regalo leyendo y dejando comentarios a todos los participantes (de julio del año pasado hasta marzo o abril de este año, creo). Actualmente, sigo leyendo todos los textos, pero limito un poco los comentarios, porque, de alguna forma, también nos gusta ser correspondidos. Tú, en los comentarios que haces te muestras muy cariñosa y sensible. Y te mereces todo lo bueno que te dicen. Gracias por todo. Un beso.

  7. Ángel Saiz Mora

    Una cosa son las expectativas que uno se crea, otra lo que sequiere ver y otra bien diferente la cruda realidad. Son aspectos que no siempre resultan coincidentes. De hecho, cuando la vida se vuelve cruda y sin resquicios dw solución, parece casi obligado buscarse las mañas para endulzarla dw alguna forma. Las cosas, nos guste o no, son como son, pwro el ser humano es adaptable y sabe crear mecanismos para ir tirando incluso en el más adverso de los escenarios.
    Un relato en el que, con un eficaz mazazo, pasas de lo idílico a lo ácido acentuando el abismo entre dos mundos que, en realidad, son el mismo.
    Un abrqzo grande, Jesús. Suerte

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Te agradezco mucho tus siempre atentas y animosa palabras, Ángel. Y aún más, si cabe, si le sumamos la desventaja de escribirlas con el móvil. Un abrazo.

  8. Salvador Esteve

    Un sueño, una anhelo que arrastra al protagonista a un mundo de incomprensión y rechazo. Pero la mente se aferra a cualquier asidero, aunque sea el autoengaño, tal vez la locura. Un relato que al final desgarra nuestras almas con esas frases hilvanadas de odio y miseria. Magnífico, Jesús. Abrazos y suerte.

  9. Jesús Garabato Rodríguez

    A pesar de que a algunos pueda parecerles «fácil» y manido el uso de unas palabras tan crudas para producir una emoción, aquí, creo que no cabrían otras que puedan mostrar, en pocas frases y de forma clara, la vileza del encargado de la sala, teatro, burdel o lo que sea. Muchas gracias por tu comentario y por leerme, Salvador. Saludos.

  10. María José Sánchez

    Jesús, a mí me pasó contigo lo mismo que a Nuria, y, tampoco olvido. Además llegué a ENTC igual que ella, en mayo. Quiero decir que el primer abrazo virtual de bienvenida me lo diste tú, por esas fechas. Inspiras mucho cariño, aparte de escribir maravillosamente. De corazón.
    En cuanto al relato, es impecable su argumento, desarrollo, redacción, vocabulario… Yo aporto una interpretación personal: la segunda parte del texto puede ser recriminación del vil empresario carente de escrúpulos , o bien un segundo yo del protagonista que le hace despertar de esa fugaz ensoñación. Me ha encantado, querido Jesús. Muy buen relato, desde mi apreciación. Nube de besitos para ti.

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Muchas gracias por todas las cosa bonitas que me dices, María José. En cuanto a tu interpretación, no había pensado en ella y realmente es atractiva. Él mismo se flagela para tratar de conseguir las fuerzas que le permitan aguantar otra noche más de su, probablemente, triste vida. Besos.

  11. Calamanda

    Jesús, muy habil tu pluma para conducirnos hasta ese inesoerado final. Coincido con mis compañeros en los buenos mcomentarios, merecidos. Suerte y saludos

  12. Qué final niño!! Qué bien descrito ese mundo, tan duro y a la vez, tan poco respetado y más tratándose de un homosexual. Es terrible Jesús. Me ha dado hasta repelú. Tengo alguien muy cercano metido en la farándula, y me duele el poco valor que le damos al arte en general. Suerte.
    Besicos muchos.

  13. Jesús Garabato Rodríguez

    Muchas gracias, Nani. Pues supongo que puedo decir que he cumplido mi objetivo al producirte una sensación de repugnancia. En parte, trataba de conseguir eso, hacer pensar a través de una situación injusta, y puede que exagerada, pero que puede que, en determinados ambientes, no sea una excepción, por desgracia. Un beso.

  14. Durísimo ese final donde la bestia deglute sin piedad la pieza fina que es el corazón del artista y su autoestima. Me quedo, sin embargo, con la actitud entusiasta de quien a pesar de la cruda realidad, aún se sostiene en su engaño; pues el arte es poco más o menos que eso: una cortina leve, un tul que cubre la ponzoña del mundo y nos permite mirar la vida desde otro prisma.
    Dos caras de sesgo muy contrastadas que antepones hábilmente en la concepción del relato. Un abrazo, Jesús.

  15. Hola, Jesús. Al leer el título de tu relato pensé que en él hablarías de Lola flores. Y en efecto, hablas de ella, porque quizá sea la folclórica que más han imitado en el mundo del «artisteo» (esto va sin acritud), los homosexuales. Me da, con toda la pena del mundo, que el final de tu relato es menos ficticio de lo que pensamos.
    Buen micro, Jesús, felicidades, porque me ha encantado.
    Un abrazo.

  16. Jesús Garabato Rodríguez

    Estoy contigo; sabe dios lo que tendrán que soportar, en algunos sórdidos ambientes, aquellos que solo pretenden hacer felices a los demás con su arte, sea este mejor o peor. Y todos tienen el derecho de ser respetados. Gracias por leerme y comentar, Rosy. Un beso.

  17. Un duro golpe, sí señor. Eso es lo que nos has dado a los lectores, confiados de que tu protagonista, por fin, ha alcanzado la gloria, después de los muchos sinsabores que le ha brindado la vida. Un desenlace duro y rotundo para estrellarnos con la realidad, la cruda y dura realidad. Un golpe calculado.
    Muy logrado tu relato, Jesús. Me gusta esa vuelta de tuerca final.

    Un abrazoooo

  18. Jesús Garabato Rodríguez

    Muchas gracias por leer y comentar, Petra. A pesar de la dureza del texto (buscada y puede que demasiado efectista, no lo niego) me entristece pensar que lo que cuento puede que no sea tan raro. Un beso.

  19. Martín Zurita

    Ay, Jesús, ay que no me duele, que me nutre, que me hermosea. Qué grande eres, tiote. El gran prosista eres tú, con un corazón-laúd que no te coge en el pecho. El día que te conozca, os conozca, ya me puedo morir. No imagino honor ni placer más grande. Y si os acompañara Juan Pérez y esa ninfa, una tal Nuria Rubio. Bueno, y tanta bella legión que puebla ENTC, pero tú primero Jesús, vaya nombre. Xés, ¿tal vez? Tanto da. O a lo mejor no lleva acento. Pero hay que joderse lo guapo que eres. Ya fallecí un poco cuando declamaste mi «Considerado». Moler con Galicia, qué seres teje y maneja. De verdad, me rindo, me deshago entre granados terciopelos que patrullan cielos ignotos aleados con la costa da vida. Qué le quieres Garabato máximo. Si es que no sé… Agonizo de preclara perplejidad. Esnifo sentimiento. Lato por entero.

  20. Barceló Martínez

    Hola Jesús, un relato duro el que cuentas. La vida de los artistas, incluso de los que triunfan, no es siempre un camino de rosas.
    A mí, que me gusta mirar siempre más allá de los finales, ya sean abiertos o cerrados, me gustaría imaginar, detrás de esta historia, una historia de crecimiento, de superación de la adversidad y de triunfo, una de esas historias épicas que le ponen a uno los pelos de punta.
    Muy bien Jesús, despiertas en el lector sentimientos como la compasión, la empatía y la repulsa. Remover las emociones del que lee requiere arte, talento y oficio. Te Felicito, un abrazo.

  21. Enrique

    Son muchas las barreras que hay que vencer para triunfar. Dicen que las más altas se encuentran dentro de nosotros mismos, pero situaciones como la que tú nos muestras vienen a confirmar que hay otras afuera que a menudo son insalvables. A veces parece que se avanza socialmente en ciertos aspectos y luego, cuando menos te lo esperas, se retrocede. Malos tiempos estos que nos han tocado.
    Enhorabuena por este gran relato, en el que todo ese interior rico y sensible de tu protagonista choca bruscamente con el del quien le da empleo.
    Un abrazo, Jesús.

  22. Por mucho que los tiempos cambien, la naturaleza del ser humano sigue siendo la misma. Por desgracia, y no se si los científicos tendrán alguna explicación para ello, en la evolución de la especie los genes que expresan la maldad suelen ser los más resistentes y, por tanto, personajes de este tipo, con uno u otro rostro, enmascarados o no, siguen chinchando por donde pueden.

    Has reflejado muy bien esa cruda realidad, Jesús, y lo has hecho mostrando que no contando, lo cual es aún más meritorio.

    Un placer leerte. Enhorabuena.

  23. ¿Y por qué no? La gloria y el reconocimiento no siempre llegan, pero si uno alcanza sus metas porqué no va a sentirse orgulloso. Muy acertado tu retrato, muy vivo.
    Abrazos y suerte.

  24. Uff, que triste historia, tan común en épocas pasadas y actuales no civilizadas. Lo que sorprende de tu relato es cómo el protagonista se ha envuelto en una capa de éxito que solo él ve. Si es así, imagina el lector cómo fue antes. Recuerdos casos así en mi pueblo. Me ha gustado. Suerte y un placer conocerte. Y gracias por tus sugerencias a mis relatos.

  25. Blanca Oteiza

    Jesús, preciosa historia muy bien escrita. A veces en la vida nos dejamos engañar por nosotros mismos mirándonos al espejo y viéndonos cómo nos gustaría ser. Pero la cruda realidad está ahí para bajarnos a la tierra de vez en cuando.
    Un abrazo

  26. Marta Trutxuelo

    Hola, Jesús!
    Casi no llegooo para comentarteee… muy buen relato, de los que me gustan, con giro final inesperado… no hay nada que desanime a esta artista que nos dibujas tan emotivamente, desborda emoción…

    Me ha gustado mucho, Jesús!
    Que tengas mucha suerte y te mando un abrazo
    Marta

    1. Jesús Garabato Rodríguez

      Nunca es tarde si la recompensa es buena. Y tus palabras son la mejor. Muchas gracias por leer y comentar, Marta. Saludos.

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