Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

133. Desmemoria

Desmemoria
Las delicadas manos de pergamino eligieron el libro rojo de la estantería. Ella lo abrió despacio, dejando que las hojas se deslizaran entre sus dedos, y se detuvo frente a una palabra subrayada: «siempre». Aquella señal despertó un recuerdo apagado en su memoria y cimbreó su cuerpo de pies a cabeza. Las letras se elevaron de improviso en el papel, formaron una estrecha escalera de caracol, y arrastraron su espíritu en un remolino. Allí, los sueños olvidados se enredaron en sus cabellos grises volviéndolos de un castaño intenso, y su rostro marchito se transformó en una cara pecosa de ojos vivos. Conocía aquella historia; hablaba de ella. Podía sentir cómo las emociones la envolvían y caían nuevamente a sus pies, volviendo a ser frases ordenadas y silenciosas. Abrió poco a poco los ojos, y regresó.
El hombre de rostro cansado esperaba su vuelta, sin moverse de su lado, con una sonrisa amable y un leve destello de dolor en los ojos. Ella se preguntó quién sería aquel desconocido que colocaba el libro en su lugar y la besaba en la mejilla. » Siempre», musitó él en voz baja. Pero ella ya no lo escuchaba.

2 Responses

  1. juan antonio

    Te felicito por el exquisito uso que haces del lenguaje y por esta bonita historia que nos has regalado. Mucha suerte 🙂

  2. Me encanta esa escalera de caracol que la absorbe y la traslada. Yo a veces también tengo que pensar quien soy, qué día es y donde me hallo cuando levanto los ojos de un libro. Ya sé que no es lo que cuentas, María, pero me ha gustado mucho esa imagen. Suerte con tu desmemoria :* y un beso.

Leave a Reply