Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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DIC13. LA NOCHE DE LA REINA, de Montaña Campón Pérez

Cada cinco de enero la abuela ritualizaba un piscolabis para los Magos: turrón del duro, tres copitas de jerez, y agua para los camellos. Tan insignes invitados apenas comían un bocado de turrón, apuraban el jerez y derramaban el agua. Fueron infalibles siempre, nos dejaban los regalos pretendidos y a la abuela… un poco piripi.

39 Responses

  1. Me has hecho sonreir porque esa imagen la hemos vivido en muchas casas, incluso he sido la que se ha ido piripi a la cama, jajajaja, para que mis hijos vieran que la copita que había rellenado se había vaciado.
    Besicos muchos.

  2. Montaña

    Me alegro, casa encendida, que te guste mi pequeño homenaje a las personas que mantienen la ilusión de estas fechas. Sé que a mucha gente no les agrada, unos por haber perdido familiares queridos, otros por considerarla comercial y vacía. Pero yo pondré mi trocito de turrón, mi agua y si no tengo jerez, mi anisete, y contemplaré las caritas de mis hijos cuando reciban los regalos de sus majestades, que ahora dice Ratzinger que no existieron, pero yo sigo creyendo a mi abuela. Un abrazo

  3. Montaña, qué preciosidad y qué nostalgia. La palabra «piripi» me ha encantado porque se dice mucho en mi tierra y el recuerdo de mi abuela me ha acariciado como una pluma. Un beso.

  4. Paloma C.

    Me ha encantado tu cuento tan optimista en este mes que llevamos de tristuras y de malos rollos. En pocas palabras has recreado una escena que más o menos parecida hemos vivido muchos, lo de dejar algo para los Reyes y los camellos, y la ilusión que hacía comprobar que la copa estaba vacía, ja,ja. En mi casa no había abuela pero se la bebían igual. Por cierto, hace poco escribí una historia también con la palabra «piripi». Hay que reivindicar esas palabras viejas tan expresivas.

  5. Marta López

    Montaña, me ha encantado. Me has llevado a mi niñez y te confieso, sigo sin ser yo la que monta el piscolabis para los Reyes, yo me voy a dormir como mis hijos y a esperar los regalos. No hay como ser niño , ja, ja.. Un fuerte besazo, compañera.

  6. Rosa Molina

    Felicidades, Montaña. No se puede contar más con menos palabras. No son fáciles de conseguir estos relatos que se expanden en la cabeza del lector y le llena de recuerdos. Enhorabuena, de verdad. Un abrazo.

  7. Montaña

    Yo creo que sois vosotros que me leéis con buenos ojos. Gracias por vuestros comentarios, animan mucho a continuar y sobretodo a celebrar estas fiestas, que como veo a algunos sí que nos traen recuerdos maravillosos. Es pronto para desearnos unas buenas navidades pero… ¡Felices Fiestas!

  8. María Elejoste

    Que bonito, a todos nos ha pasado algo parecido, la palabra pìripi me encanta, me recuerda a mi tia abuela Charo que era ciega la pobre y todas las navidades pedía su copita de anís, claro nos lo pedía a todos los sobrinos asi que la señora acababa diciendo tonterias y durmiendose en el sofá, y yo cuando era pequeña creía que estar piripi era echarse la siesta en el sofá… ja ja, me he reido mucho con tu cuento.

  9. Santiago

    Que bueno Y QUE ENVIDIA. Entran ganas de ponerse al lado de la abuela, para ayudarla con tan singular trabajo o para terminar como ella. Con un gesto tan sencillo, explica por qué no podemos perder la ilusión de la navidad.

    Mucha Suerte y Besosss

  10. Anonymous

    La imagen de la abuela que casi no prueba el turrón (esos dientes…), pero tomándose la licencia de ponerse piripi, es además de tierna muy real. Relato que explota en la cabeza del lector, haciendo que las pocas palabras que escribes, sugieran muchísimas imágenes, multiplicándose de manera exponencial. Me hizo reír, así que gracias.
    J. Ariza. Desde Córdoba, apurando las sobras.

  11. Montaña

    Gracias, esa era mi intención, echarnos unas risas. Tu ciudad me trae buenos recuerdos, y algún logro en mis aspiraciones relatistas, y eso que estuvimos enfrentadas por la capitalidad cultural 2016, soy de Cáceres. Al final, ganó San Sebastián, figújate. Felices fiestas.

  12. Jesús Alfonso Redondo Lavín

    Que divertidas son las abuelas, un poco «piripis», cuando cuentan los inconfesables vicios de los padres de sus nietos. Pero la situación puede ser irreparable si sueltan la lengua hablando de sus nueras.

  13. Jesús Alfonso Redondo Lavín

    Por cierto, he avisado a JAMS, que la reunión en el café de la Glorieta de Bilbao, según la información oficial, es el 16 a las 19 horas. Si puedo acudiré a saludarte. Llevaré mi pelo blanco y mi obeso cuerpo.
    Saludos.

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