DIC36. NAVIDAD ROJA, de Teresa Elena Hernández Villagómez
Había llegado Navidad y no tenía nada que festejar, frente a sus ojos, se deshacía una botella de ron borracha,mientras adentro, se evaporaban el divorcio, el desempleo y sus dolores constantes. La soledad era la única invitada a la mesa de viandas de “caliente y sirva”.
Entonces entre el ardor de la garganta y la gelidez de su corazón, pasó por la tibieza de los recuerdos de aquella navidad roja, la que pasara en casa de sus abuelos paternos a los siete. Cerró los ojos y desprendiéndose de su cuerpo, voló como ave a su pasado.
Ahí estaban los parientes y el turrón, las campanitas y los leños ardiendo, las estrellas diamantinas y sus zapatitos de charol. Aspiró los olores, disfruto los sabores y se llenó de la magia y las luces de ese momento ensoñador.
Nunca pudo y nunca quiso volver, su única amiga la encontró en esa especie de delirio, todos estaban preocupados mientras ella se quedó fuera de su realidad en un sanatorio psiquiátrico. Nadie comprende que ella es feliz, allá en su navidad roja.
Un relato de muy buena escritora, lleno de imágenes , de adjetivos precisos, y atmósfera muy visual. Cada palabra tiene el tono necesario para ir internándonos en la historia.
Lo he disfrutado por el estilo y el fondo.
Sólo me queda felicitarte y desearte suerte, que auguro que la tendrás. Abrazo.
Muchas gracias por tus palabras Antonia.
Comparto la opinión de Antonia,me encanta leerte! me trnsportás donde querés Tere jiji,te felicito y te deseo mucha suerte 🙂
Kary!!! Que gusto verte por acá, mil gracias
Cuando la realidad se apropia de tu dignidad no queda otra que evadirse de ella y encerrarse para no volver jamás.
Excelente micro, estoy seguro que no dejará indiferente a nadie. Felicidades, Tere. Un beso.
Ojalá jamás sucediera. Muchas gracias por venir Frank. Besos
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Felicidades, un relato triste por la realidad que nos muestras pero feliz por poder escapar de ella. Me ha gustado mucho. Un abrazo.
Isa, gracias por venir. Besos.
Es una verdad desgraciadamente muy real. Me gusta el lenguaje empleado, la forma y el contenido. Cuando la realidad es insoportable el espíritu se evade pero hay veces que es para siempre. Porque aunque no hay que mirar al pasado algunas veces, llegando la Navidad, sobre todo, la nostalgia se agudiza.
Suerte, Tere Ardiz.
Así es Arturo, pero también se vale tomar una decisión así de drástica. Besos y gracias por leer.
Por desgracia un paisaje muy común que por doloroso, hay que refugiarse en lo que al menos hace feliz.
Besicos muchos.
Muchas gracias por leer y comentar…=)
Tan real como a veces uno se disocia y evade de la cruel realidad y que nostalgia acogedora me has evocado con esa antigua navidad. Me gusto mucho. Besos, Zoe.
Otro relato triste, para el lector y la amiga de la protagonista, que no para ella, que regresó a la infancia. Me ha gustado esa botella borracha.
Poético y triste, pero muy bello, Teresa.
Un abrazo y Felices Fiestas.