Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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26. Dolor que canta -Calamanda Nevado

Gracias a Samuel que sigue muerto. Me  contesté mil veces que no hacía ese viaje por excitarlo. Quería ser yo,  leerme tres o cuatro libros en silenciosa concentración y no dormir a su lado.

El suspiro intelectual con el que me lancé se extinguió cuando al cabo de unas horas  observe aquel mar turquesa,   esos bailoteos sensuales de aldea que estrechan la cintura y mi rostro con flores gualdas y rosas colgadas. Decidí poner mi lectura a descansar en la playa nudista.

Corría por  la arena  observando la comitiva  de cuerpos, cuando choqué con los  pechos y  perros de una pintora. Nos hicimos reproches mutuamente hasta que se levantó y se fue. Comenzó a presionarme el estómago como en momentos claves.  Examiné la realidad, y me negué a mordisquear la suerte, quedaban diez  días para regresar al tajo y debía librarme de  entrañas tontas.

Mis tripas no se rendían   ante aquel encantamiento.  Yo sí. El tiroteo, sin silenciador, de miradas lo comenzó ella. El alborozo lo pusimos las dos.

Un horizonte nos reprochó  distraídamente: -Cuánto vais  a esperar.-

Y desplegué    enormes alas en   mi vejez.  Antes  de ese  premio nobel contemplaba el poniente y el naciente con peluca, y sola.

 

41 Responses

  1. Martín Zurita

    Hola, Calamanda.
    Texto bellísimo el tuyo, con un título magnífico que nos adentra en la historia. La de una mujer, con su pareja o marido muerto para lo intelectual, al que no quiere incomodar con su viaje a la busca de su yo, enfrascándose en la lectura para olvidar también la cama donde duerme con él. Más pronto que tarde ese placer del intelecto da paso a una desatada sensualidad (el mar, los bailes, su faz engalanada con flores); sensualidad que se desborda al conocer a la pintora desnuda, playa adelante. Tras los reproches mutuos, y dudas por parte de la protagonista, quería venir la entrega, el horizonte les reprochaba su tardanza.
    Y, de pronto, discurre toda una vida en un manotazo de renglones. Voló en su vejez, con alas de plata, claro. Llegó el nobel, pero ya contemplaba ella el sol nacer y ponerse con un cáncer por ahí. Creo que es la historia de una mujer que quiere liberarse de tabúes, de lo mediocre y no lo consigue. Tan solo alcanza a brillar en la literatura, al máximo, si es que eso solo no es poco, y enfermar y seguramente hacerse reproches. Ese querer y no poder que le causa dolor y canta en su alma en soledad todavía. Una vida insatisfecha, en suma, dolida, pese a los laureles. Me encanta tu relato, sobre todo el tono y la atmósfera envolvente que vas creando. Y ese vertiginoso salto final.
    Un beso muy grande y felices vacaciones de verano.

    1. Calamanda

      Martín, enhorabuena por tu relato en -Abogados-. Me gusta tu comentario, como siempre, y tambien tu personal interpretación de este. Gracias, gracias y gracias por tu generosidad. Besos y feliz verano

      1. Martín Zurita

        Enhorabuena a ti, mi fiel Calamanda, dilecta también ya. Muchos más besos colmados de buenísimos deseos para ti.

  2. Jesús Garabato Rodríguez

    Deberíamos dar las gracias a quien corresponda por tener la suerte de que personas generosas y sabias, como Eduardo Marín Zurita o Ángel Saiz Mora (por citar solo a dos), aparte de animarnos a todos, a los que leemos todos los relatos nos hacen ver alguna luz donde las dudas de las tinieblas nos atenazan. Cualquier interpretación de un relato quiero creer que es válida aunque no sea la pensada en principio por el autor. Yo, tu texto lo veía como un bello «ejercicio» literario surrealista y con algo de «misterio». Enhorabuena, Calamanda. Suerte y un saludo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Con permiso de Calamanda, que ésta es su casa, gracias por lo que me toca, Jesús. Aprovecho para decirte que para mí supone un placer leer tus comentarios, siempre sinceros y oportunos, tan interesantes como tus relatos. Un abrazo

    2. Martín Zurita

      Con permiso, Calamanda, como dice Ángel. Va para JESÚS GARABATO Y PARA EL propio ÄNGEL SAIZ.

      Jesús, contigo he trascendido los vastos espacios de ENTC; te admiro y te aprecio en los cálidos entresijos de la amistad más entrañable. Y rebullo de agradecimiento por el concepto que has formado de mí y lo que me has apoyado, prestando tu melodiosa voz y pasión declamatoria en mi favor.
      Claro que cualquier interpretación de un texto es válida y, en mi criterio, cuantas más mejor, pues lo vuelven más grande.

      Ángel, que decir de ti, sobran las palabras. Me gustaría, como a Jesús, darte un buen achuchón.

      Sois, con Juan Pérez, Barceló y Esteve, J. Ignacio, Mª José Viz, Calamanda, Towanda, mi Paloma Hidalgo, Rosy Val, Mª Carme Marí, Mª Belén Mateos y un tupido etcétera, los mejores entre los mejores, para mí.

      1. J. Ignacio

        Gracias por la parte que me toca. Pienso exactamente lo mismo de, al menos, la gente que conozco de esa lista. Es un privilegio estar en ella, me siento muy halagado. Gracias de nuevo.

  3. Ángel Saiz Mora

    Un texto muy elaborado, pleno de matices, con una mujer muy especial como protagonista. Tras haber estado emparejada, en una relación tal vez larga, pero no del todo satisfactoria, necesita algo que quiso y por circunstancias no tuvo: despreocupación y tiempo para leer en soledad. Para ello emprende un viaje, que no solo supone un transporte físico, sino todo un cambio espiritual y completo, un itinerario iniciático hacia el fondo de sí misma, en busca de su verdadera personalidad e inquietudes. El entorno elegido hace que esos planes se diluyan en favor de la sensualidad que respira en el nuevo ambiente. La aparición de una persona trae consigo nuevas sensaciones que cambian su vida para siempre. La inquietud en las entrañas pueden ser las famosas mariposas, a las que al final ha aprendido a dejar volar.
    Las dos últimas líneas constituyen el epílogo de este historia, la de una mujer al final de su vida, con sus metas cumplidas a varios niveles, frente a la enfermedad y la soledad, circunstancias ambas comunes a la mayoría de los finales.
    Un relato distinto, sensual y valiente, al que intuyo más extenso en su inicio, pero que ha sido bien comprimido, con un resultado en el que se respira el ansia por conocerse por parte de la protagonista.
    Un abrazo y suerte.

    1. Calamanda

      Ángel, gracias por tu acertado analisis y la amabilidad con que lo haces. He preparado esta historia en este formato aunque pueda parecer otro mas largo ¡Enhorabuena por tus exitos en Wonderlan¡ Abrazos y feliz verano¡¡¡

  4. María José

    Interpretación personal de servidora: la protagonista reconoce su verdadera orientación sexual al final del relato. Seguro que me equivoco, pero ahí lo dejo, ja, ja, ja… Como dice Jesús, la imagnación es libre para interpretar y cualquier apuesta exegética puede ser válida. Por otro lado, el texto, Calamanda, es sencillamente precioso. Mi enhorabuena por semejante belleza literaria. Un besito.

    1. Calamanda

      María José, su verdadera orientacion sexsual la descubre -claramente- al final, si, tendría sospechas imagino. Gracias por tu simpatia y comentario. Besos

  5. Calamanda, bello relato. Tu protagonista descubre en este viaje nuevos horizontes y da un nuevo rumbo a su vida, comienza un nuevo camino. Yo prefiero cogerme a la idea de que es un cambio y no un triste final. Quiero verlo como un canto a la esperanza y creer que en este viaje que es la vida siempre se puede volver a comenzar.
    Me ha gustado mucho.
    Besos.

  6. Hola, Cala.
    Un texto trabajado al máximo y con interpretaciones distintas, pero muchas en la misma línea: una mujer que se aburre con el pelma de su marido y se monta una escapadita para leer y disfrutar de la soledad.
    Qué bonita es la chispa que salta entre tu protagonista y la pintora. Le veo futuro.
    Un abrazo, bonita, y suertísima.

  7. Calamanda

    Beto es cierto lo que apuntas, enhorabuena por tus trabajos¡¡¡ Javier, sí, es un cambio para la esperanza. Towanda, esa línea es la idea ¡Enhorabuena por tus exitos merecidos¡¡¡ Besos y feliz verano para todos.

  8. Me ha encantado. Sobre todo su frescura, su verismo, el olor a mar que transmite, la arena que se queda enredada en el pelo, ese amor que a pesar de los años se percibe tan juvenil, adolescente, nuevo. La valentía de la protagonista al concederse una segunda oportunidad, la pasión que aflora entre cada renglón. La sinceridad con la que empieza en relato. Una maravilla. Enhorabuena y mucha suerte Calamanda…
    Besosss!!

    1. Calamanda

      Barcelona. Busque esos viajes para la pronta si
      Como tú observas, la idea de alargarlo a partir del final está bien. Gracias Portu amabilidad, abrazos y feliz verano

  9. Barceló Martínez

    Hola, Calamanda.
    Nos sorprendes con un texto escrito en un lenguaje literario muy trabajado en el que la metáfora es una constante vital.
    Yo he querido abordar el relato en relación al tema de la convocatoria y encuentro en él varios viajes: un viaje real, de huida hacia adelante, intentando escapar de una realidad no deseada; un viaje ficticio hacia el interior en un esfuerzo por el conocimiento del propio yo; otro nuevo viaje de huida, esta vez, por miedo y negación y, por último, un viaje de regreso en un esfuerzo tardío por alcanzar la autodeterminación.
    Intuyo que en la prolongada elipsis que dejas al final, te guardas una historia que aquí quieres dejar abierta a la imaginación del lector, pero que, tal vez, si te martillea en la cabeza con la fuerza suficiente, te obligue a sacarla flote y a iniciar un viaje literario de un recorrido mucho más amplio.
    Te deseo que disfrutes de un verano sensacional y te envío abrazos cargados de afecto.

  10. Nuria Rubio

    Creo estar, Calamanda, ante un relato «poliédrico»: narrativo pero con pinceladas líricas, realista pero con un trasfondo de ensoñación… y, sobre todo, abierto a varias interpretaciones. Tiene un no sé qué/ qué se yo que me gusta.
    Un abrazo y suerte con este «dolor que canta» (bello título)

  11. J. Ignacio

    Hola. Me gustan tus maneras y lo bien que te desenvuelves en todos los terrenos, pero la verdad es que esta vez no logro entender tu texto, que se me antoja profundo y complejo, con muchos hilos de los que tirar.

    Digamos que puedo ver, más o menos, cada uno de los árboles, pero se me escapa el sentido de ‘bosque’ como nexo de unión entre ellos.

    Es como si tu protagonista estuviera buscando algo que ni siquiera sabe lo que es, y se encuentra con situaciones desconcertantes e inesperadas. No precisamente un alma atormentada, sino alguien en constante búsqueda, al parecer debido a una ruptura importante en su vida, o en su percepción de la misma. Eso es lo que me transmiten tus palabras aunque, insisto, no deja de ser una intuición mía, equivocada probablemente.

    Un abrazote!!!

  12. Un viaje para escapar, para descansar y leer y que acaba torciéndose de forma inesperada, para mí que a mejor; yo veo buenas formas y mejores esperanzas en el nuevo rumbo de esas vidas. Para mí el final es feliz, va a serlo, va a ser disfrutado, no me cabe duda.
    Felicidades!

  13. Un texto muy elaborado, Calamanda, casi críptico, en el que, de no ser por la explicación somera de Martín Zurita, no hubiese visto todo lo que hay aunque, entre líneas, hubiese adivinado esa soledad, decepción, y ansias que destila el relato en cada letra.

    Resumir una vida y las emociones que conlleva no es fácil, pero este texto se atreve y tiene fuerza.

    Saludos.

  14. Salvador Esteve

    Un viaje hacia la sinceridad consigo misma que le reporta nuevas sensaciones. Al final, la vida es eso, una suma de experiencias que se sellan en la memoria. Muy bueno, Calamanda. Abrazos y suerte.

  15. Calamanda

    Luisa, Moli, Manoli, Salvador, gracias. Sí, si, se trata de eso, sumar experiencias en nuestra maleta en el viaje de la vida. Abrazos y besos a partes iguales.

  16. Calamanda, un viaje de la protagonista hacia el descubrimiento de su verdadera sexualidad y que da un giro a su vida. Su falta de valentía hace que en su vejez siga sola y enferma, solo con su éxito profesional.
    Muy bonito relato. Mucha suerte y feliz verano.
    Besos.

  17. María

    ¡Qué padre texto, Calamanda! Me encantó. Ojalá todos permitiéramos, con ese entusiasmo y alegría, que nos saliesen alas y que a otros les naciesen las suyas, para encontrar y vivir la vida añorada por cada quien. ¡Felicidades, linda! ¡Muchas felicidades!

  18. Vernay Juillet

    De nuevo unas alas para poder salir de uno mismo. Un texto que obliga al lector a despegar él también su alas, para conseguir atrapar las sensaciones encerradas en cada renglón. Destacaré esta imagen que me gusta especialmente: esos bailoteos sensuales de aldea que estrechan la cintura»… ¡Suerte y feliz agosto!

  19. Calamanda, en las dos primeras lecturas no acabo de comprender lo que me estás contando. Parece una historia de atracciones entre dos mujeres, no sé qué hace Manuel ni si está. Por otro lado está claro que no hay que estar siempre leyendo. A ver que me dicen los comentarios. Menos mal que Ángel lee donde nosotros no llegamos. Enhorabuena.

  20. Isabel

    Hola Calamanda:
    Parece que tu protagonista vivió su vida como en crisálida. Se percibe, o al menos yo, culpa por querer hacer un viaje y vivir aventuras, por eso necesita justificarse con los libros.
    Me alegro que por fin pueda desplegar sus alas y dejar de ver su futuro con peluca y sola.
    La mejor novela, la que se elige libre y escribe una misma.
    Mucha suerte.
    Besos, Isabel

  21. Encontrar el amor, no importa a qué edad, sea cual sea, es el mayor premio que se nos puede ofrecer como seres humanos, creo yo; así que no me extraña tu protagonista, Calamanda, haga alharacas con su peluca y con la soledad y deje los libros apartados. Es cierto que vivir es leer, pero las más auténticas lecturas de la vida no se hacen desde las páginas escritas, sino en la propia piel y en la experiencia personal.
    Me gusta el matiz picaresco y sensual y la energía vital positiva que percibo del texto. Olvidaros de la edad, las oportunidades para vivir y gozar están ahí, solo hay que quitarse la venda de los ojos y disfrutarlas, parece decirnos tu relato optimista.
    Saludos cordiales, Calamanda.

  22. Calamanda

    Edita, PILAR, Vernay, Javier, Isabel y Manuel, gracias por comentar mi relato con tanto optimismo; esa idea me llevó a hacerlo. Las espectativas al emprender cualquier aventura pueden cambiar si las dejamos fluir. Besos y abrazos a partes iguales. Feliz verano.

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