Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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41. El corrector

La enfermedad me llegó repentinamente. El médico no me dio muchas esperanzas. Se limitó a aconsejarme que arreglara lo que tuviera que arreglar. Eso hice. Revisé mi testamento e incluso preparé un breve epitafio para ponerlo en mi lápida. También me sentí obligado a avisar a la editorial para que contrataran a otro corrector. Trabajé allí más de treinta años. Corregí, revisé, arreglé la ortografía, la gramática, la sintaxis e incluso el estilo de novelas, cuentos, ensayos. Dejando de lado por una vez mi modestia, puedo decir que la fama literaria de algunos reputados escritores (y escritoras) se debe a las correcciones que hice a sus textos.

Casi no fue una sorpresa que ningún escritor (ni escritora, ay) acudiera a mi entierro: nunca habían soportado mis correcciones. Ya tendrán ocasión de echarme de menos. Sólo espero que no visiten mi tumba porque advertirían la chapuza que el marmolista hizo con la lápida: perpetró dos faltas de ortografía al labrarla. Me mata pensar que nunca podré corregirlas.

13 Responses

  1. Parafraseando un refrán que tenemos los argentinos, el marmolista borró con el codo lo que el corrector escribió con la mano¡Pobre tipo! Una no sabe si reírse o darle el pésame, literalmente 😉

    Muy buen micro, me encantó.

    Cariños,
    Mariángeles

  2. Mª Belén Mateos

    Buen relato con un toque de humor, ese «me mata pensar»…que ironía de la vida, nunca podrá corregir con lo que él disfrutaba durante tantos años haciéndolo.
    Un abrazo y suerte Plácido.

  3. Ana Fúster

    Creo que la palabra que mejor define tu relato es sarcasmo, y con eso ya se lleva bastantes puntos. Si le añadimos que es original y bien escrito, la conclusión es que me gustaría verlo en la selección final del mes. Besos y suerte.

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