Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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42. El Príncipe – Mendigo

Complemento mi atuendo con un antifaz. Doy a mi rostro unos retoques con tizne. Represento una especie extinta que solía arribar, durante épocas de abundancia y fiesta, a la capital del reino. Nadie ha vuelto a verlos desde  las reformas benéficas de mi abuelo, Otón el Santo. Hasta ahora en que, vestido de harapos, me dirijo, por una puerta oculta del dormitorio, a un escondrijo en los jardines imperiales.

— ¡Una limosna en nombre de Dios! —Y mi mano salta desde los arbustos para recibir  unas monedas de mis asustados súbditos.

Alguien me golpea en la nuca. Despierto en un saco, amordazado y atado de pies y manos. A través de la  tela del costal, escucho la voz del jefe de la guardia:

—Esta vez uno logró alcanzar el palacio. ¡Pudo haberlo visto el Príncipe Feliz!

Me alzan en alto. Siento el rebote contra una superficie hirviente, los chispazos de dolor y el tirón del fuego al quitarme la mordaza. Mis gritos quedan esparcidos entre las cenizas del horno de piedra.

6 Responses

  1. Eva García

    Caray, vaya historia Patricia. Y no tan fantástica, pues por desgracia a veces ‘conviene’ lavar la cara a las ciudades y se persigue la mendicidad y se crean guettos… me ha gustado mucho el tema que has escogido y cómo lo has contado, como un cuento no exento d eironía. Suerte y un abrazo.

  2. Pobre hombre, vaya final más horrendo. Me gusta su estilo en primera persona desde luego el final es muy triste. Un fuerte abrazo a mi queridísima amiga, Sotirios.(Mi relato “Memorias de un asesino en serie” fue seleccionado para ser publicado en un libro que se llama “SABOREA LA LOCURA” en mi blog sotiriosmoutsanas.blogspot.com lo puedes leer si quieres)

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