Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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43. Escondite (Blanca Oteiza)

La noche se hizo fría. Las estrellas se escondieron detrás de las nubes mientras contaba hasta diez. -Ya voy-dije a la vez que salia por el pasillo a oscuras como un explorador buscando su recompensa. El primer trueno sonó aún lejano cuando escuché unas risas debajo de mi cama. Me agaché y las risas se volvieron carcajadas; había encontrado el tesoro. Ahora me tocaba esconderme a mi. Los truenos acechaban la ciudad que resistía al asedio de los relámpagos. El cielo se encendía como si en las nubes hubiera una fiesta con luces de colores. Sin respirar casi y con la tripa metida aguantaba detrás de la puerta de la cocina. -Estás aquí mama- sonó la voz dulce que pronto calló con el trueno ensordecedor que se escuchó. La tormenta había llegado, la ciudad quedó atrapada en las redes luminosas y sonoras. Era el momento de acurrucarnos bajo las sabanas con dibujos de soles amarillos.

36 Responses

    1. Blanca Oteiza

      Gracias Juan Antonio.
      Al final me ha quedado un cuento con una escena muy corriente cuando se tiene niños en casa.
      Un saludo

    1. Blanca Oteiza

      Gracias Rosa,
      Sí, qué mejor final que dormirse acurrucados con la madre entre soles que hacen olvidar la noche tormentosa.
      Un saludo

    1. Blanca Oteiza

      Gracias Lorenzo por tus palabras.
      Sí, quise darle ese final a la historia; qué contrasta con la fría noche de tormenta, pues un sol amarillo!
      Un saludo

    1. Blanca Oteiza

      Qué cierto Epi eso qué dices! Qué pena que tantos juegos a los que se jugaba hace unos años los niños de hoy en día ni sepan que existen.
      Yo al escondite suelo jugar con mis peques de vez en cuando, y les encanta!
      Un beso

  1. Virtudes Torres

    Un tesoro compartido. La alegría aminora la tormenta.
    ¡Qué importa el mal tiempo de la calle si en casa tenemos soles por doquier!
    Bonito y tierno relato. Dan ganas de achucharlo.
    Besos.

  2. Blanca Oteiza

    Gracias Ana,
    Sí, con el final quise poner ese toque opuesto a la tormenta y qué mejor que con soles amarillos.
    Siempre es una gozada jugar con los hijos y es cierto que con los juegos puedes «distraerlos» de cosas que les de miedo.
    Un beso

  3. Blanca Oteiza

    Gracias Virtudes,
    Sí, qué importa el tiempo en la calle cuando el sol lo tenemos en casa!!! (no me refiero a las sábanas sólo, sino a los hijos).
    Un beso

  4. Hola , Blanca. Las descripciones de la tormenta me parecen muy buenas. El contraste de la tormenta con los soles amarillos bajo la sabana muy tierno. Un fuerte abrazo, amiga, Sotirios.(sotiriosmoutsanas.blogspot.com)

    1. Blanca Oteiza

      Gracias Soti,
      Me alegro que te pases por aquí. Sí, busqué el contraste de los soles interiores con la tormenta del exterior.
      Un abrazo

    1. Blanca Oteiza

      Gracias Asun.
      Tienes razón, no sé porqué pero normalmente los niños no suelen ser amigos de las tormentas.
      Un saludo

  5. Esperanza Tirado Jiménez

    Al principio es un poco inquietante esa tormenta. Pero esos soles amarillos del final sacan una sonrisa.
    Bonita historia.
    Suerte.

    1. Blanca Oteiza

      Muchas gracias Towanda.
      Me alegro que te guste. Sí, qué mejor escondite y forma de terminar que acurrucados entre soles.
      Un beso

  6. Salvador Esteve

    Blanca, tu relato quería jugar al escondite conmigo, se me quería escapar. Me ha parecido muy original y tierno, no hay nada como el calor de hogar que tan bien representan los soles amarillos. Me ha gustado mucho. Abrazos.

  7. Ángel Saiz Mora

    Fuera arrecia la tormenta, pero ellos tienen su propio mundo de juegos y emociones, de complicidad compartida. Han tejido en torno suyo una barrera protectora.
    Una lectura muy agradable con el acertado broche final de esos «soles amarillos».
    Suerte y un saludo.

  8. Modes Lobato Marcos

    Los pequeños, y los mayores, y la abuela rezando a Santa Barbara.
    ..
    Quiero decir que el respeto a las tormentas es algo atávico en el ser humano.
    Y quizá desde las cavernas.
    Relato tierno, lleno de matices, y con un final repleto de soles que todo lo iluminan.
    Bonito, en el mejor sentido de la palabra. Muy bonito.

  9. Mientras juegan al escondite nos transmites la desazón, con esas risitas saliendo de debajo de la cama. Pero al final, nos tranquilizas con ese «tiempo de acurrucarnos bajo….». Realmente creo que has sabido captar muy bien las emociones de ese momento que retratas. Mucha suerte.
    Sañudos,

    1. Blanca Oteiza

      Muchas gracias Ximens,pues para ser sincera, aunque la ilustración de Paloma es preciosa, no me he inspirado en ella. Simplemente me inspiré viendo a mis peques jugar y recordando alguna noche de tormenta.
      Un saludo

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