Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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JUL108. LA DESGANA REPENTINA, de Isabel Martínez Barquero

Me han contado que pronto mi constancia se verá recompensada. Van a encargarme que realice la gran obra de mi vida, una obra por la que apostará una editorial famosa. No niego que me agrada, pero en el fondo de mi espíritu ha surgido una irrefrenable apatía. No entiendo muy bien esta sensación de indolencia cuando he esperado durante muchos años un estímulo de este calibre. No hallo un pensamiento que me explique el giro de mi voluntad; tan sólo sé que huyo y que ya preparo la frase que diré cuando me llamen: «Preferiría no hacerlo». Que nadie me censure por mi falta de energía y mi ausencia de ambición. Existen diferencias entre los seres humanos y a algunos, como a mí, nos aterra el cumplimiento de nuestros sueños más íntimos: si la aspiración se cumple, la energía se queda paralizada, estéril para traer al papel las grandes obras del futuro. Aunque pocos lo entienden, el silencio puede ser el lugar más idóneo para alcanzar la gloria pretendida.

22 Responses

  1. A veces enfrentarse a un desafío te desarma y también el hecho de ver cumplido un ansiado sueño te hace temer por el después. El temor al vacío, a no encontrar otro desafío que haga que tu vida tenga una razón de ser. Buena reflexión de la complejidad humana. Gloria Arcos

  2. Isabel, soy tan amiga de esos silencios, que es el único lugar dónde me siento bien, conmigo misma.
    Al escribiente de tu relato, le diría que si lo que quiere es expandir su obra y llegar a cuanta más gente mejor, en esa profesionalidad,el silencio no es la mejor solución, aunque le apetezca.
    suerte.

  3. Isabel, es cierto que se disfruta más soñando que culminando ese sueño, pero también es cierto, que tras conseguir un objetivo, un deseo, sobrevienen otros, y otros…

    Muy bien reflejado ese miedo de la protagonista, que no es tu caso, ¿verdad?

    Me gustó.

    ¡Mucha suerte!

    Besos.

  4. Qué bien expresado, Isabel, ese miedo escénico que puede atacarnos cuando, por fin, vemos culminado un sueño largamente deseado.

    Tu protagonista prefiere seguir en su anonimato, ahí está más segura. Aunque desde esa posición nunca alcanzará la gloria.

    Abrazos escritora, muy bueno tu relato.

  5. Isabel, a veces unos sentimientos encubren otros. La incertidumbre de conseguir el próposito deseado , una vez conseguido, nos envuelve en tesituras complicadas.
    Los miedos nos paralizan, pero no hay que dejarse abatir.
    Me gustó.
    Un saludo y mucha suerte.
    Elena

  6. Tu narración reflexiona sobre la meta, ¿qué me queda si la cumplo? Leí sobre este tema algo sobre el viaje a La Meca de los musulmanes, que una vez cumplido pierden mucho el sentido y las ganas de seguir adelante. En fin, Isabel, espero que no esté basado en la realidad. Un abrazo. Nota: Estoy leyendo tu Linaje Oscuro y me está gustando.

  7. Gracias a todos por vuestros comentarios. Siempre aprendo con ellos.
    Ah, y no está basado en una experiencia personal, aunque sí diré que, a veces, como a todos, me entra la desgana, el deseo de perderme en lo hondo de un pozo y no seguir en la lucha; pero ya se sabe que son momentos, y pasan por fortuna.
    Abrazos.

  8. Bien contado Isabel, ya ves que muchos compis se van al miedo a triunfar, yo lo veo como y después qué. La desgana creo que a veces es buena, cuando dices y ahora no hago nada. Debe de ser que vamos creciendo y te cansas de las cosas que antes era un mundo y ahora son humo, como dice Montesinos.
    Un beso

  9. Isabel, precioso relato e impecablemente contado. A veces cuesta arrancar, pero no hay que dejarse arrastrar y hay que seguir hacia adelante. Un abrazo fuerte y mucha suerte.
    Marta López

  10. Sé que no es tu caso el de la protagonista, porque eres mujer pertinaz y perseverante en todo lo que te propones. Has retratado el miedo a conseguir un sueño, pero no puede haber miedo si el sueño está «bien soñado». Yo creo que después de conseguirlo es cuando viene el desfonde por haber recorrido el camino hasta él, y de repente ¡zas! es como si algo se hubiese terminado.

    Me gusta tu cuento, porque habla de lo interno de cada uno y da pie a expresar diferentes formas de vivirlo y de sentirlo. Gracias Isabel, he pasado un rato muy agradable con esta lectura.

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