JUL153. HOMENAJES PÓSTUMOS, de Nacho Muriel Martínez
– ¡No entendéis nada! Sois unos jodidos convencionales, no os habéis enterado de nada y tú, al parecer, el que menos ¡Manda cojones!
El resto de la pandilla me había nombrado su portavoz. Aunque el mal ya estaba hecho, querían que le hiciera ver lo insólito y extravagante de aquello que denominaron una más de sus rarezas.
– ¡No hay nada de macabro! ¡No seáis simples! Si lo hago es porque yo seré el primero, ya me lo han comunicado ¿Crees que encuentro algún placer en ello?
– Ya lo sé.
Desde el momento que lo supe yo andaba tristón y desolado. Me pasaba haciendo balances y memorias de nuestros más de cincuenta años de amistad. Andaba tristón, desolado y, como siempre, azorado ante su aplomo.
– Entendedlo, es un homenaje. Un regalo para cuando ya no esté. El fallo ha sido avisaros y, por vanidad, haberlas publicado. Si no hubiera hecho ninguna de las dos cosas ni os hubieseis enterado y no estaríamos teniendo esta absurda conversación.
– Es posible, pero piensa en las familias, en los conocidos, qué sé yo.
– ¡Mojigatos! Dime ¿quién lee hoy las esquelas de los periódicos? Anda, dame fuego, por favor.
Lástima, lo mandé con una pequeña errata. Debería decir:»Si no hubiera hecho ninguna de las dos cosas ni os hubieseis enterado y hoy no estaríamos teniendo esta absurda conversación».
¡Qué le vamos a hacer!
No juegues “hoy” con esas cosas y no nos digas adiós antes de tiempo. No te preocupes que a todos nos llegará.
Muy bueno ese sarcasmo que te identifica.
Tranquilos, sólo es ficción.
Gracias por pasaros por aquí.
Interesante relato, hubiera preferido casi no hacerlo?? o en cambio le gustó mucho hacer de portavoz y publicar la esquela.
Algo de maldad hay en el personaje pero… nunca se sabrá, se le ve muy seguro.
Me gustó
Abrazos y suerte
Ahí está la cuestión. Creo que en el fondo los dos hubieran preferido no tener que hacer nada.
Me alegro que te guste, querido Manolo.
Un abrazo.
No exactamente, Ana. Lo que en realidad hace es escribir y publicar las esquelas de sus amigos. Aunque la ambigüedad que provoca tu lectura me gusta.
Gracias Ana por leerlo.
Muchas gracias Ana. Gracias porque siempre te pasas por aquí y comentas, eso me motiva, sabiendo que, al menos tú, me vas a leer.
De nuevo, gracias.