Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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JUL80. Si, PERO TODAVIA NO, de Anna Jorba Ricart

Cada día me siento en el banco de piedra frente al rio. En la otra orilla, los ábsides erguidos y las ménsulas de la cornisa en canecillos esculpidos de la iglesia románica, me acompañan. El lugar es tan tranquilo. El sonido constante de la bravura del agua me hace imaginar el sinfín de gotas apresuradas, como si unas y otras, en espuma blanca, sobresaltadas por encima de las rocas, quisieran llegar cuanto antes al mar abierto para liberarse. Aquí leo, me relajo, reflexiono. Me invento el eco del campanario de espadaña que dejó de repicar. Me acaricia la brisa fresca que baja de las altas montañas. Miro la tierra que acoge bajo su suelo, epitafios in memoriam de antepasados y afirmo que es un paraje ideal para descansar eternamente, pero…prefiero no hacerlo.

29 Responses

  1. Naturalmente, es mejor esperar un poco, sobre todo porque si al final te resulta aburrido, no podrías volver…
    Muy buenas descripciones, me gustó mucho.
    Felicidades.

    1. Gracias por la foto, me gusta un montón, a pesar de ser un cementerio, y es tan pequeño que no lo parece, y el torrente de agua que discurre junto a él, invita a pensar que si descansas allí, una parte de ti viajará con ese río.
      Lástima que desde Madrid me pille un poco lejos, pero nunca se sabe.
      Un beso grande.

    1. Gracias Isabel. Esta mañana me sentía de luto por el tema, que tú sabes, del disco duro y me ha venido a la mente este cementerio al que hago referencia en el comentario anterior, en el que estuve hace poco.
      Mi estado de ánimo es el que se refleja.
      Besos siempre para ti.

  2. Muy observador Juan Manuel y le das un matiz a la frase del final. ¿que podría estar pensando en ese instante?, en desaparecer, en quitarse la vida…

    Gracias por tu comentario y saludos para ti.

  3. Bueno, nadie muere la vispera dice el dicho. Dejate acariciar por la brisa fresca y sigue haciendo micros tan buenos, me ha encantado.

    Un fuerte y calido abrazo

    1. Gracias Nerim. Tengo la sensación de que cada día se menos. Me dejo llevar por las sensaciones, por los recuerdos, por las impresiones y sale lo que sale. Eres muy amable.
      Un abrazo fuerte para ti también.

  4. Arantza, ¡jejejeje!, el comentario que emití lo mantengo. Hay una cantera de escritores buenos que participan en estas convocatorias y a veces me encuentro sin saber bien que hago yo.
    Agradezco siempre las palabras que animan a seguir.
    ¡Tú si que vales!
    Gracias por acercarte y recibe un beso para ti también.

  5. Anna tu relato transmite paz. Las descripciones te transportan a ese lugar sin conocerlo. Aunque me he permitido ver la foto que añades en tu comentario. Es un bello paraje, aunque yo preferiría estar en el otro lado del río y también no hacerlo.
    Ya habrá tiempo para ello, pues ineludiblemente ese momento llegará. Que sea larga la espera.
    Me ha gustado mucho.
    Un saludo y mucha suerte.
    Elena

    1. Elena, cierto, estar tranquila en la orilla de enfrente es lo que realmente interesa. Y es así, hay un sendero paralelo al curso del río y un banco de piedra, en la actualidad inundado por las fuertes lluvias, Allí es donde se está bien, pensando.
      Gracias y Saludos para ti también.

  6. Jeje, la tranquilidad de los cementerios. Haces una descripción muy visual del lugar y me gusta esa carrera de gotas y el tañido de las campanas en la imaginación. Para leer cualquier lugar es bueno. Me gusta el sentido de tu humor. Suerte en la lápida de fin de mes.

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