Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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JUN22. BARRERAS INFRANQUEABLES, de Eva García

Por un momento deseé atravesar la superficie de plata hacia aquel mundo inverso, besar tu nuca y acariciar la piel desnuda, sin tirante, de tu hombro. Como antes. Pero cerré los ojos aferrándome al lavabo frío y a la triste realidad, donde ese gesto ya no resultaba natural ni tenía sentido. Cuando los volví a abrir nada había cambiado; no aprecié huellas en mi rostro de las cicatrices del alma y tú habías desaparecido dentro del albornoz cobalto que compramos en Portugal.

40 Responses

    1. Muchas, muchas, muchas gracias, Aurora, muchas. Me estoy dando cuenta de que últimamente me voy por lo tremendo, si. Tendré que empezar a hacer pinitos de nuevo con la comedia…:o) Un beso.

    1. Si no es muy pasteloso (y a eso contribuye el color del albornoz ¿te imaginas que hubiera sido rosa con una toalla blanca en la cabeza?) me doy por satisfecha. En realidad, la nostalgia es de tiempos mejores y la imagen, real. Un abrazo.

    1. Gracias Alejandro. Yo diría que, a pesar de mi propio título, hay barreras que se pueden franquear si se quiere. Nada (excepto el propio orgullo, las cenizas del pasado, la rutina extrema, el desamor…)costaba haberse girado para besar esa nuca y tratar de volver a empezar. Un beso a ti también.

  1. Mercedes Jiménez

    Un relato que habla con sutileza de la pérdida y también de la soledad a la que se enfrenta el protagonista. Enhorabuena y suerte, Eva.

  2. En momentos de flaqueza no es difícil plantearse ese deseo de atravesar el espejo. Un relato muy bien planteado y resuelto con maestría, en el que el espejo juega un papel estelar, ejerciendo de testigo entre lo que es y lo que podría ser. Un puente entre el ayer, el hoy y una puerta abierta hacia el futuro.
    Por ponerle un pero, el título no me parece apropiado, o yo no he entendido nada, que también podría ser.
    En cualquier caso enhorabuena Eva y mucha suerte.
    Un abrazo.

    1. Hola lagartijo ;o). Pues no se lo que has entendido, pero bien entendido estará, la interpretación es libre. El título, haciendo referencia a lo que comento a Epífisis, es y no es cierto. Una barrera infranqueable para mucha gente es dar el paso de invertir la situación, por los motivos que sean y salvar los buenos recuerdos en vez de dejar que se precipiten al olvido o al fracaso. Para otros, no lo será. Hay quien habiendo percibido la ‘puerta’ de nuevo en el espejo, la hubieran atravesado para , al menos, intentarlo. Imagino que depende de cada cual, pero si es cierto que lo que quería resaltar con el relato es que esas barreras existen muchas veces y para muchas personas, y se van acumulando y,al final, nos aferramos al lavabo aunque esté frío y elegimos las cicatrices cerradas por el miedo a no volver a sufrir heridas. Imagino que dependerá también de la intensidad del deseo o de la flaqueza del momento, como comentas…Un abrazo y muchas gracias por pasarte por aquí.

  3. Caramba, Eva, qué intrépida cuando saltas de la lírica desgarrada a la más prosaica forma de la vida cotidiana, encarnada por ese albornoz… ¡Muy agridulce! Enhorabuena.
    Juan M.

    1. Espero que no te importe que haya indagado un poco por la red para perseguir a ese muñequito verde que se escapaba de mi memoria o conocimiento previo. Me ha parecido descubrir que soy un año mayor y que seguramente compartimos barrio en algún momento. Encantada de cruzar (conscientemente) mensaje contigo y muchas gracias por tu comentario. Así soy yo líricoprosaica en mis ratos libres ;o) Un abrazo.

    2. ;o) Yo las recojo, yo me las guiso, yo me las como, yo las retrato, yo las estudio y comparto. No, nunca he ido alli, mi afición no comenzó por el estómago y además empezó cuando ya vivía a 600 km de Moratalaz. Pero si me lo recomiendas,me lo apunto como curiosidad por si algún día de vuelta a casa paso por allí. Un abrazo.

  4. Abundando en la opinión de Juancho, creo que trabajas bien la imagen del espejo como vértice, no solo del tiempo transcurrido frente al presente inmediato, sino también de imágenes concretas (la nuca, el tirante) frente a unas cicatrices reveladoras de un estado de ánimo apenas insinuado. También creo que obligas al lector de mirar a ambos lados y que cierras el texto con una imagen que apura, hasta el final, esa doble mirada sobre una prenda, por una parte, evocadora de un viaje entrañable (bien hallado el color cálido y sugestivo), y por otra responsable de ocultar la belleza evidente del personaje.

    1. Qué honor señor Herrero, Pedro, poder paladear uno de sus análisis para mi solita y por estos lares. La belleza, dicen, depende del ojo que la mire: sea de frente o en imagen especular, estoy de acuerdo en que lo que se oculta dentro de ese albornoz es bello. No puede ser de otro modo siendo de ese atlántico color frío-azul cálido-cobalto. Gracias por la mirada. Petonets.

  5. kistila

    ya me había gustado tu relato «de por sí» pero los comentarios que haces, aclarándole todavía mas, me atañen directamente al corazón…

    felicitaciones por haber escrito, y descrito, tan bien, en tan pocas palabras, los quebradores del alma desilusionada…

    1. Hola kistila. No sé cómo me las apaño para acabar siempre destripando mis cuentos. Debe ser que siento que no transmiten lo que pretendía…algún día mejoraré, espero. Aunque en realidad, está bien que cada cual se quede con el poso que prefiera, cada uno tenemos nuestra mirada, diferentes entre sí. Gracias por pasarte y por tus palabras. Un beso.

  6. Anonymous

    Hola, Eva, me ha gustado mucho tu relato. Aunque rezume tristeza, aunque deje un poso amargo…
    Felicidades, es precioso.
    Un abrazo.
    Inés Z.

  7. Sotirios.

    Eva, qué triste es un amor no correspondido. Lo sé por mi propias experiencias me enamoré 300 veces a mi vida y no he sido correspondido jamás. JA ,JA ,JA , estoy bromeando. Hija, tengo que recuperar ánimos me dejaste muy triste con el relato. Quiere decir que es muy bueno porque toca el lector. Te deseo mucha suerte(al menos mejor que la mía ya sabes porque).Y enhorabuena por el precioso relato, Sotirios.

    1. No estoy segura de que se trate de un amor no correspondido, Sotirios, más bien de un amor apagado por el tiempo o la rutina, o las circunstancias, o quien sabe. Me alegra que te guste. No me creo nada de eso que dices de ti mismo, griego querido, ja,ja,ja, solo hay que ver lo que te ‘correspondemos’ aquí. Y ¿mala suerte tú? ¿por qué? ¿alguien ha acertado el enigma de tu relato y vas a tener que rascarte el bolsillo de los iconos? No sé por qué dices eso. Gracias y suerte a ti también (en tu vida en general y en lo que tú desees en particular)Un beso.

  8. Hola Eva, cuando en vez de uno somos dos… me da la sensación, aunque no lo dice explícitamente, que el protagonista es el reflejo del espejo, eso lo hace original. Consigues transmitir bien la melancolía del echarse de menos a uno mismo, de sentirse un poco extraño en la misma piel. Triste y bonito. El detalle final destila ese puntito de amargura. Me gusta.

    1. kistila

      «melancolía del echarse de menos a uno mismo, de sentirse un poco extraño en la misma piel.»
      ¡¡que interesante es esto que planteas Mel!!… es verdad: mucha melancolia rezuma del hecho de que casi no nos reconocernos en la persona actual…

    2. Mel, tu interpretación es muy imaginativa y tu comentario reflexivo y con mucho fondo, pero tras leer el relato muchas veces, porque es bueno y sugerente y te atrapa, creo que la figura del espejo es ella a la que él desearía abrazar, pero a la que sabe distante y con la que la relación ya no es de amor, por parte de los dos o de ella . Así que se reprime y cuando abre los ojos, el reflejo del espejo ya solo es de él.
      Una historia bien contada y melancólica ciertamente, Eva. Suerte.

    3. Yo diría, Mel que eran dos, fueron uno y ahora son uno y uno, quizá no soy tan original, pero sí que hay mucho de sentirse extraño en la misma piel y de echar de menos, a uno mismo en otros tiempos y al otro.
      Antonia, has visto bien el reflejo.
      Gracias y besos.

  9. Me parece una escena preciosa y muy lograda de esa pareja que ya no se quiere en el baño con sus rutinas de aseo. El relato es un rayito de luz que brota y que se apaga cuando cierra los ojos. Muy bueno.
    Un abrazo.

    1. Susana, exactamente eso es lo que traté de pintar. El rayito de luz no parece suficiente para evitar que cierre los ojos y rompa o franquee las barreras cambiando la realidad para volver al pasado que vislumbra en el espejo. Un abrazo, guapa

  10. Hola, Eva.

    Soy de las que piensan que cuando algo no puede ser es mejor dejarlo pasar.
    Creo que la composición es preciosa y encima no llegaste a las 200 palabras, ¡jó, qué grande eres!
    Me encanta lo de las «cicatrices del alma»…

    ¡¡Precioso!!

    Un beso muy grande y muchísima suerte.

  11. Hola Towanda. Estoy de acuerdo contigo en parte: cuando algo no puede ser…pero ¿quién decide si algo puede o no puede ser? No siempre está tan claro. A veces decidimos que las cosas no pueden ser, nos creamos barreras que tildamos de infranqueables, cuando querer es poder.
    Buff, vaya filosofía mañanera me ha entrao. Voy a tomarme un café.
    Gracias por tus palabras ¡Un beso!

  12. Un relato para leer desde los dos lados con resultados diferentes. En cualquier caso interpreto que no están en el mismo lado, por el título: infranqueables. Hace pensar y eso es bueno.

    1. Hola Javier. Gracias por pasarte. Están en el mismo lado pero tan distantes que solo esa ventana que ofrece el espejo es capaz de acercarles y recordarles lo que fue. Pero es decisión de ellos atravesar la barrera o la ventana o la puerta…y parece que no están por la labor. Quizá el orgullo, quizá el desamor…
      Gracias y suerte (que sospecho que no la necesitarás) con ese vórtice maravilloso.

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