JUN30. LA ALICIA DEL ESPEJO, de Teresa Elena Hernández Villagómez
Abrí la puerta sin querer, buscando sorprender a mi madre en su habitación, más la sorprendida terminé siendo yo, ahí yacía mi madre gimiendo como un animal en los brazos de mi tío Jorge, cerré los ojos y tras de mi la puerta, pero ella me escuchó.
Fue tras de mi furiosa y dejó claro bajo la amenaza más severa que yo no debía decirle a nadie lo que vi, eso sería el fin de la familia.
Pero mi alma no podía con tanto peso, era demasiado para mis 8 años, así que corrí al baño y acercándome al espejo susurré lo que había descubierto esa tarde… después me fui a jugar sintiéndome ya liberada.
Esa noche papá se fue, nos dejó para siempre y mi familia se quedó rota, él sabía todo. Mi madre jamás creyó que fue la Alicia del espejo la que contó a mi padre el secreto de sus amoríos, que no fui yo quien abrió la boca.
Aquí y para todos los personajes vale la excusa de «no es lo que parece».
Muy sutil, Teresa.
Juan M
un cuento para reflexionar en la perdida de la inocencia, en la coaccion, en la mentira, en la culpa, en la sorpresa y el abandono, muy bueno resumir todo eso en cuatro lineas. Xoch K
Me ha gustado mucho. Es una versión distinta de Alicia en el País de las Maravillas. Y un drama familiar soterrado donde se lucha por las pasiones y mezquindades ruinosas de las vidas humanas.
Un abrazo.
Mucha suerte.
Ciertamente, esa mala mujer no se merecía otra cosa… lástima que siempre paguen los pequeños las maldades de sus papas. Muy bueno, Tere, felicidades y mucha suerte!!
Muy buen relato Tere, qué pena que a esa edad, pase por esas situaciones. Los traumas que le quedarían a la nena… En fin, te felicito y suerte!!
Un beso!
Teresa que tiene la culpa que nos corroe y no nos deja descansar. Yo tengo todavía algunas ocultas y no se si algún día quedaré libre, me lo has recordado.
Un beso