Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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47. Las bicicletas son para el Genaro (Javier Ximens)

Genaro trabajaba en la tienda del duro y por eso se compró una bicicleta. Todo comenzó cuando le robaron las ovejas. Con dolor se tuvo que marchar a la ciudad, le dieron trabajo en un comercio que suministraba modestas prendas de vestir, vendía a plazos, un duro al mes. Su encomienda era visitar los pueblos de la comarca para llevar la mercancía que compraban por catálogo y cobrar el duro. Para ello necesitó la bicicleta, aunque él no sabía manejarla. Los primeros días no lograba mantenerse en equilibrio, resolvía ir andando y llevarla del manillar, pero se le echaba la noche. Con tesón y coscorrones terminó por dominar a la bestia, al poco tiempo alcanzaba el centenar de metros zigzagueando. Si para ascender las cuestas añoraba el burro, en los descensos empezó a disfrutar del placer de la velocidad. Una tarde, bajando una pendiente, no pudo frenar a tiempo, se salió de la calzada, la bicicleta se clavó en la cuneta y él voló por lo alto del terraplén, sobrepasó unas retamas y fue a caer encima de un rebaño de ovejas que sesteaban. El susto fue tan grande como la alegría por el reencuentro.

25 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Al final no hay mal que por bien no venga. Gracias a la sustracción de sus ovejas, Genaro ha aprendido a transitar por la ciudad, a vender por catálogo y a montar en bicicleta. Tu relato tiene un sentido circular, pues todo vuelve al principio, al reencuentro con su rebaño, lo que ya no está tan claro es si él regresará a su antigua vida apacible o, por el contrario, preferirá seguir siguiendo un viajante sobre dos ruedas; personalmente pienso que quizá se decante por ello, pues «las bicicletas son para el Genaro».
    Muy simpático y ocurrente.
    Buen verano, maestro Ximens. Un abrazo y suerte

  2. Lo mejor de todo es la capacidad de adaptación de Genaro y, su nombre, el nombre es lo que realmente explica todo lo que le sucedió. Sería imposible no haberse encontrado con sus queridas amigas. Muy apropiado tu micro, por la frescura y el humor. No solo las bicicletas son para el verano, también los buenos momentos. Feliz sábado.

  3. Ton Pedraz

    Enhorabuena Javier por este relato cargado de ritmo y sentimiento. Me ha encantado el final que planteas.
    Suerte y a continuar.
    Ton.

  4. Maria jesús Briones

    Muy evocador y tierno «El Genaro». Su imagen me traslada a mi infancia. Cuando en el colegio nos preguntaron que queríamos ser de mayores, mi mejor amiga dijo pastora, para que me quieran las ovejas. No he podido olvidarlo.
    Estupendamente narrado, Xavier
    Suerte

  5. Mª Belén Mateos

    Estupendo relato donde la sencillez engrandece la historia.
    Un bucle,Genaro termina donde empezó su vida.
    Buen final.
    Abrazos Javier.

  6. ¡Qué forma más curiosa y original de encontrar a sus ovejas! ¿Y ahora qué? ¿Continuará sobre ruedas o volverá al redil? Nos dejas con la intriga Javier… Supongo que dejas la historia abierta para que tras la alegría cada cual la terminemos según el gusto. Mucha suerte con este divertido relato.

  7. Marta Trutxu

    Javier: un relato redondo como las ruedas de la bicicleta, la idea principal se cierra con ese final. Destila mucha ternura y cercanía.
    Me ha gustado mucho!

    Suerte y un abrazo, Javier!
    Marta

  8. Hola, Ximens.

    Cuando empecé a leer me resultó chocante el inicio del micro: «Genaro trabajaba en la tienda del duro y por eso se compró una bicicleta». Por eso se compró una bicicleta, la tienda del duro… No me gustaba el arranque, pero me dije, «espera un poco que ya te enterarás de la explicación».
    Luego, con cada frase, fui entendiendo la intención y la sencillez de la historia.
    Me gusta, especialmente, el reencuentro con las ovejas.
    En fin, no es de los mejores micros que te conozco, pero te deseo muchísima suerte.
    Un abrazo grandísimo.

  9. Se cuentan historias entre el pastor y sus ovejas. El dolor de la pérdida lo llevó al pueblo a cambiar de modo de vida. No nombras ninguna mujer en la vida de Genaro, ¡Que suerte volver a encontrar a sus ovejas! Que fue del rodado ya no creo que importe.
    Me encantó maestro, al parecer no leo como los demás…
    Un gran abrazo y suerte.

  10. Para mí esta bicicleta significa la ciudad, la vida moderna, la velocidad, el cambio que nos desestabiliza. Demasiado para un pastor y su vida tranquila. Muy tuyo el relato y me encanta el final feliz. Un abrazo veraniego.

  11. Así es la vida, resumida en tu relato Javier, cuesta dominarla y no siempre (o casi nunca) lo conseguimos pero a veces nos deja sorpresas agradables, aunque sea a cambio de coscorrones.,,
    Mucha suerte! Besos!
    Sandra. 🙂

  12. Javier Palanca

    Javier, muy simpático el intento por dominar ese nuevo vehículo que le trae la obligación por su infortunio.
    Un final inesperado y agradable.
    Enhorabuena y abrazos.
    Por si es seleccionado puedes cambiar el «un tarde».

  13. Salvador Esteve

    Cuando las circunstancias de la vida te arrancan de tus raíces a tu pesar, puedes adaptarte, luchar contra el entorno, pero tu mente siempre sueña con volver. Lo has contado de una forma muy original y divertida, Ximens. Abrazos y feliz verano.

  14. Ana Fúster

    Para que luego digan que no existe el Destino. Muy entrañable el reencuentro de Genaro con sus ovejas de las que, está claro, no debe separarse nunca más. Besos y suerte.

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