Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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76. Las perseidas del tiempo (Antonio Bolant)

Titán era un satélite nutrido de hidrocarburos, pero inhóspito; quizá por eso la ambición no escatimó en armamento cuando la guerra de colonias estalló y acabó por despedazarlo.

Suspendido sobre la tierra, mientras reparaba el sector 8 de la estación espacial carcelaria, Jesús fue sorprendido por una avanzadilla de pequeños meteoroides procedentes del destruido satélite que sesgaron su cordón umbilical con la nave y lo hundieron en el vacío. Sobrecogido e impotente, presenció la llegada de más fragmentos como un cortejo fúnebre de otro colosalmente mayor dirigiéndose irremediablemente contra el destino de sus congéneres.

La formidable onda expansiva apagó la frenética respiración del último hombre y catapultó sus restos hacia un cosmos que los dispersó como polvo de estrellas. Sólo algunas lágrimas, como seminales perseidas saladas, consiguieron viajar entre dimensiones y sortear las singularidades del espacio-tiempo hasta toparse con un planeta tan joven que ni los ojos que las vertieron habrían podido reconocer.

El ADN alojado en aquel llanto regresó a la cuna del océano y armonizó el caos de una incipiente bioquímica incapaz de nacer por sí sola. De nuevo, la vida se fue dando vida en la matriz de la tierra. Quizás esta vez fuera la definitiva.

43 Responses

  1. Pablo Núñez

    ¡Oooohhh, Antonio! ¡Vaya relato!
    Confirma lo que pienso de ti ¡Cómo escribes, amigo! Con esa forma de narrar que es una caricia para el lector, nos describes un epílogo planetario, lleno de hidrocarburos (gran ocurrencia), hasta desembocar, sin dramatizar en el caos, en una nueva esperanza, un nuevo renacer de un mundo que, quizá, pueda no ser tan defectuoso como el del que partieron esas perseidas.
    ¡Enhorabuena!
    Es una suerte tener a un autor como tú para amar, cada día más, la buena literatura.
    ¡Ah! Y antes de que hables de mí generosidad comentando, que no es tal, sino que comento lo que leo y cuando me gusta tanto lo digo, el generoso era tú que nos regalas estas obras de arte.
    Un abrazo.

    1. Muchas gracias Pablo. Es un alivio que te haya gustado porque es mi primer microrrelato más allá de las 50 palabras y valoro mucho tu opinión, la opinión de alguien con mucha sensibilidad y sobrada capacidad para plasmarla en historias que son un deleite.
      Un abrazo muy fuerte.

  2. Hola, Antonio.
    Y del desastre, de ese caos total que lo fulmina todo… volverá a surgir la vida, diferente a la conocida -con esos ADN mezclados-, pero vida al fin y al cabo.
    Un relato chulo, pero chulo chulo.
    Suerte y abrazos.

  3. Ángel Saiz Mora

    Antonio, lo primero, quería darte la bienvenida a este espacio. Me ha sorprendido muy gratamente tu presencia y me ha alegrado mucho verte. Estoy encantado de leerte también por aquí, en un formato más largo, con este relato en el que has desplegado una historia tan triste como esperanzada, tan bien narrada como efectiva. Cuando todo se tuerce tanto, parece que no puede haber mejor opción que reunir los ingredientes que han quedado tras el caos para conformar un nuevo comienzo. Muy poéticas y simbólicas esas lágrimas transformadas en perseidas.
    Que sigan expandiéndose tus buenas letras por todo el Universo conocido y por el que no se conoce también.
    Un abrazo fuerte, Antonio

    1. Lo mismo digo, querido Ángel. Ya sabía yo que encontrarte por aquí era garantía de que este sitio atesoraba calidad literaria. Te agradezco mucho tu comentario, preciso y reparador como las manos de un cirujano. Siempre es un orgullo recibir ánimos de un escritor tan bueno como tú.
      Un fuerte abrazo.

  4. Bueno, pues ya sabía yo que no me ibas a decepcionar. 🙂 Menudas imágenes nos regalas de esa dramática aniquilación de la ambiciosa especie humana que, paradójicamente, es la causante de un nuevo comienzo con esas lágrimas derramadas de muerte y vida como germen, y nada más y nada menos, que en el hermoso y sereno planeta azul. Enhorabuena, Antonio, por este excelente relato. Un fuerte abrazo.

    1. Qué perfectamente bien has resumido mi historia, Matrioska y no sabes cuanto me alegro de no haberte decepcionado; valoro mucho tu opinión.
      Mil gracias por haberme dejado tu comentario. Un besazo.

  5. Ana Fúster

    Tres lecturas porque se las merece. Creo que has mimado el detalle en este relato. Muy hermosa la idea de que sean nuestras propias lágrimas las que vuelvan a generar vida en un planeta destruido por nuestra ambición.
    Al margen, aunque parezca increíble ayer mismo alguien me comentó que había un mar de hidrocarburos en Titán. Me ha llamado mucho la atención que ese sea justo el comienzo de tu relato. Qué casualidades tiene la vida. Besos y suerte.

    1. Gracias por partida triple, Ana, te lo agradezco mucho. Y Quien sabe, quizá haya sido un espacio-tiempo repleto de hidrocarburos el que te ha traído hasta aquí 😉
      Debo decirte que me ha gustado mucho tu relato, me pasaré a comentárlo como merece.
      Un beso.

  6. María Jesús Briones

    ¿Por qué casi todas las historias de este mes son Apocalípticas?. Me pregunto cada vez que leo los micros?.
    Creo que debiéramos reflexionar sobre ello. No creo que sea pura coincidencia.
    Tú, Antonio nos has dado tu versión de una manera muy especial.
    Te felicito. Un abrazo.

    1. Puede que porque es el recurso más fácil para darle impacto a un relato, junto con temáticas sobre suicidios, asesinatos o muertes en general. Las desgracias son muy ‘relatables’
      María Jesús, gracias por tus felicitaciones y por pasarte a comentar.
      Un abrazo

  7. José Ángel

    Que pasada de relato Antonio.
    Has derrochado imaginación y te ha salido una historia alternativa de la Creación en tan sólo doscientas palabras.

    Enhorabuena y suerte.

  8. Eduardo Iáñez

    Creo que es la primera vez que te leo, Antonio, y he de decirte que si todo lo que escribes es como este micro, acabas de encontrar un lector fiel.
    Sorprendente historia, con una idea muy bien hallada, un desarrollo impecable y un final sobrecogedor que invita a la reflexión. Y todo ello, con un estilo medido, de frase elegante y precisa. Sobresaliente.
    Enhorabuena y suerte. Un saludo.

    1. Caramba, Eduardo. Te estoy enormemente agradecido por tanto elogio y tan perfectamente desmenuzado. Te agradezco que te hayas tomado la molestia de dejarme tu alentadora impresión.
      Un saludo.

  9. Enrique Mochón Romera

    He llegado a la conclusión, Antonio, de que todo lo que escribes, incluidos tus comentarios (cómo no), es alta literatura. Este relato brilla como una costelación tanto por su narrativa y el vocabulario escogido, como por los hechos que cuentas y ese sentido de lo asombroso que los acompaña. Cautiva la idea de esas lágrimas que, como semillas de otra humanidad, logran llegar a un planeta Tierra «tan joven que ni los ojos que las vertieron habrían podido reconocer», si bien es solo uno de los muchos puntos luminosos de tu historia. Mi enhorabuena por todo ello y mi alegría de verte también en esta página (yo tampoco soy muy veterano en ella).
    Un abrazo y mucha suerte.

    1. ¡Anda que no eres exagerado con lo de la literatura!
      Yo también me alegro de verte por aquí Enrique porque, entre otras cosas, tendré la oportunidad de seguir aprendiendo con tu forma de escribir.
      Tus comentarios son enormemente enriquecedores. Sueles subrayar lo que te llama la atención y eso es algo muy valioso para el que escribe.
      Gracias por pasarte a comentar y dar valor al relato.
      Un abrazo.

  10. Calamanda Nevado

    Antonio, original historía muy cuidadad en su ambientacion y narrativa. Te ha quedado de lujo. Suerte y saludos

  11. Salvador Esteve

    El ciclo comienza de nuevo, pero esta vez surge de unas lágrimas derramadas por la grandeza de una especie que se extingue, y que nunca supo reconocer con humildad que solo somos destellos insignificantes en el universo. Enhorabuena, Antonio, por el relato, me ha encantado y me gustaría mucho verlo seleccionado. Abrazos y mucha suerte.

  12. Ton Pedraz

    Enhorabuena Antonio, en tu estreno por aquí.
    Magnífica la figura de esas lágrimas, y cómo las conviertes en el nuevo resurgir de la vida. Me encantó tu apuesta.
    Espero leerte mucho tiempo. Saludos,
    Ton.

  13. María Rojas

    Me gustó mucho el relato, por original, bien contado y con final precioso. Tampoco había leído nada tuyo. seguiré con interés tus letras.
    Abrazos, María.

  14. Carles Quílez

    Y bien, no se me ocurre una forma más bella de narrar el ciclo de la vida.
    Casi podría decirse que has creado un nuevo género: la liri-ficción.
    Saludos cordiales Antonio. Me alegro mucho de poder leerte también por aquí.

    1. ¿lirificción? Me gusta el nombre. Gracias Carles, es justo lo que pretendía, moldear con la forma al contenido. Trataremos de hacer honor a ese nuevo género :-). Gracias por pasarte a comentar. yo también me alegro de tener la oportunidad de leerte.
      Un abrazo

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